Lo raptan para cobrarle una deuda de 25.000 euros y le piden 25.000 más por las «molestias» de secuestrarlo

Además de la reclusión forzada y la paliza, una buena dosis de sarcasmo.

Los hechos -siempre según el documento del ministerio público- ocurrieron entre los días 20 y 21 de mayo de 2013 en el citado inmueble de La Zubia y en otro situado en una barriada de la zona Norte de la capital granadina, aunque todo comenzó en un bar del Polígono Juncaril del municipio de Albolote. Uno de los ahora procesados y la víctima se habían citado en la taberna. Poco después, ambos se subían a un turismo para desplazarse hasta la vivienda de La Zubia. El vehículo entró en el garaje situado en la parte baja de la vivienda. Allí «les estaban esperando los otros dos acusados y la tercera persona no identificada -detalla el escrito del fiscal-», quienes, tras cerrar la puerta de la cochera, se liaron a mamporros con la víctima. Comenzaron a golpear al secuestrado «en la cara, a la vez que le exigían a la que pagara el dinero que adeudaba» a uno de los captores (25.000 euros), «más otros 25.000 por las molestias del cobro, no dejando de golpear repetidamente» al extorsionado, «dándole puñetazos y patadas en el cuerpo, exhibiéndole también una navaja de unos 20 centímetros de hoja», describe el ministerio público las circunstancias del violento episodio.

El fiscal agrega que los sospechosos también amenazaron a la víctima con «varias armas no determinadas ni identificadas», aunque con «apariencia de pistolas». O pagaba o lo mataban. En este sentido, obligaron al secuestrado a telefonear «a conocidos suyos para obtener dinero» y poder recuperar la libertad. A todo esto, ya había anochecido y los encausados decidieron trasladar el supuesto deudor «hasta un piso» situado en la zona Norte de la capital granadina. Antes de iniciar el viaje, le cubrieron la cabeza con una capucha y, cuando llegaron a su destino, le administraron un sedante. Después lo encerraron «para evitar que pudiera huir, apoderándose, además, de 150 euros» que «portaba». Ese fue todo el 'botín' que consiguieron: 150 euros.

A la mañana siguiente, «los tres acusados» volvieron a la vivienda en cuestión y de nuevo se ensañaron con él, «diciéndole que le iban a matar a él, a su mujer o a su hija» si no saldaba la deuda.

La víctima, ya «muy asustada», pidió que le llevasen hasta una sucursal bancaria de la localidad de Atarfe «con el fin de sacar dinero de su cuenta y pagarles». Cuando llegaron a la oficina, los captores se quedaron aguardando en el exterior, pero entonces llegó la Guardia Civil, que había sido «alertada previamente por familiares y conocidos» del secuestrado, y escaparon, aunque fueron detenidos posteriormente.

Ahora deberán sentarse en el banquillo de la Audiencia de Granada y se enfrentan, cada uno de ellos, a penas de nueve años y un día de prisión.