La mujer herida de bala por un policía local sigue sedada en la UCI tras sufrir una infección hospitalaria

El Juzgado de Instrucción número 6 de Granada decretó libertad provisional para el policía local de la capital que fue arrestado el miércoles 21 de marzo por la tarde después de presuntamente disparar su arma reglamentaria e impactar la bala en el cuerpo de esta amiga suya. Los dos personas se encontraban en el domicilio del policía, en el municipio de Huétor Vega.

El juez le ha puesto como medida cautelar una orden de alejamiento de doscientos metros respecto a la mujer herida de bala, así como la prohibición de comunicarse con ella mediante cualquier canal. La Guardia Civil ha requisado su arma reglamentaria con la que presuntamente disparó a la mujer, de 42 años. Este policía local alegó que el arma se disparó de forma accidental cuando la estaba limpiando.

De momento, el instructor quiere esperar para poder tomarle declaración a la víctima para calificar el delito y adoptar cualquier otra medida cautelar que considere oportuna. La mujer ha pasado por quirófano ya en dos ocasiones.

Tras comparecer en sede judicial y quedar en libertad provisional, este agente solicitó su baja temporal del cuerpo policial alegando problemas de salud.

Los hechos ocurrieron sobre las 17,30 horas del pasado miércoles 21 de marzo en una vivienda de Huétor Vega. La bala impactó en una zona cercana al abdomen de la mujer, que fue ingresada en estado grave el hospital del Parque Tecnológico de la Salud.

El hombre fue detenido el mismo miércoles por la tarde y ella tuvo que ser intervenida de urgencia por la noche de las heridas producidas por el proyectil.

Fue el único acusado por este caso quien trasladó a la mujer en su vehículo al hospital del PTS. Desde el recinto hospitalario, el agente llamó al Cuerpo Nacional de Policía para comunicar lo ocurrido, aunque fue finalmente la Guardia Civil la que se hizo cargo de este caso al tratarse de un suceso ocurrido en Huétor Vega, demarcación del instituto armado.

El reglamento interno de la Policía Local prohíbe a los agentes tener el arma reglamentaria en la vivienda y obliga a dejarla en el armero tras acabar el servicio. En este caso, el agente decidió llevarse el arma a casa sin dejarla en el armero existente en el cuartel de El Rasillo de la Policía Local de Granada.

El Ayuntamiento de Granada anunció pocos días después la apertura de un informe reservado para conocer las circunstancias que rodean al suceso, que sigue siendo investigado por el juzgado.