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La Guardia Civil investiga a un hombre por atar a su tía de 91 años a un sillón

La Guardia Civil investiga a un hombre por atar a su tía de 91 años a un sillón

Los servicios sociales de Zagra denunciaron el suceso al encontrarse a la anciana amarrada a una butaca en la casa en la que, al parecer, convivía con su sobrino

Carlos Morán

Granada

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Jueves, 3 de agosto 2017, 10:45

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La escena era turbadora y deprimente: la anciana estaba atada a un sillón con una especie de tiras de tela o vendajes y fue necesario utilizar unas tijeras para liberarle los brazos. El supuesto autor de los hechos era el sobrino de la mujer, quién, presuntamente, habría alegado en su descargo que la había sujetado para evitar que se tocase una herida que tenía en la cabeza tras haber sufrido una caída accidental, según informaron a IDEAL fuentes de la localidad de Zagra, que fue donde ocurrió el suceso.

En este sentido, la Guardia Civil mantiene abierta una investigación al vecino del municipio -una población de menos de mil habitantes y situada a veinte kilómetros de Loja- por, presuntamente, haber maniatado a un sillón a su tía de 91 años. Según confirmaron fuentes del instituto armado, el sospechoso, que podría convivir con la mujer -IDEAL no pudo corroborar este extremo-, está imputado por la comisión de un supuesto delito de lesiones, pero, al parecer, todavía no ha comparecido ante el juez, que será quien determine su futuro procesal.

El suceso ocurrió el pasado día 28 de julio, si bien no trascendió hasta ayer. Fueron los integrantes de los servicios sociales del Ayuntamiento de Zagra, que visitaban periódicamente a la anciana nonagenaria, los que se encontraron con la mujer sujeta por los brazos al sillón. De inmediato, pusieron el incidente en conocimiento de la Guardia Civil, que abrió la correspondiente investigación.

Los agentes imputan al sospechoso un presunto delito de lesiones, pero la última palabra es del juez

Golpe accidental

Siempre presuntamente, el sobrino de la anciana habría reconocido que fue él quien la ató, pero vino a 'aclarar' que lo hizo por su bien, ya que su tía tenía una lesión reciente en la cabeza y él quería impedir que se hurgase en ella.

Según los distintos medios consultados por este periódico, se da la circunstancia de que, efectivamente, la mujer había sufrido una caída en su casa y se había golpeado la cabeza, lo que le habría causado una brecha en la cabeza.

Las mismas fuentes indicaron que, cuando se produjo ese percance, fue su sobrino, y ahora investigado, quien trasladó a la afectada hasta un centro de salud para que le curasen el golpe.

Eso habría sucedido días antes del pasado 28 de julio, que fue cuando los trabajadores municipales descubrieron a la mujer maniatada.

Quedó en libertad

Tras las primeras indagaciones, la Guardia Civil dejó en libertad al denunciado, aunque con la condición de investigado -la antigua imputación- por la presunta comisión de un delito de lesiones. Así las cosas, el hombre en cuestión, de algo más de cincuenta años y que no tiene antecedentes penales, tendrá que comparecer ante el juez, que será quien, en última instancia, decida qué hacer con él. Será la justicia la que deberá determinar sin hay evidencias de que el investigado maltrataba a su tía o no.

En lo que sí coinciden los expertos es en que las vejaciones a las personas mayores son un drama que crece en silencio y que tiende a permanecer «oculto», a cronificarse. la Fiscalía Provincial de Granada ha alertado en más de una ocasión del aumento de denuncias de ancianos que son maltratados -física o psicológicamente- por los familiares que, en teoría, se han hecho cargo de su cuidado. Según esa institución, las afectadas son mujeres en su mayoría y los agresores, hombres.

El denunciado, supuestamente, alegó que la maniató para que no se tocase una herida reciente

El ministerio público también ha advertido de que la «negligencia» también es una «forma de maltrato», aunque no siempre se perciba así, pero admite que estos casos, salvo que sean especialmente graves, tienen una «difícil solución» judicial debido a la existencia de vínculos familiares.

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