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En municipios como Armilla se contabilizaban el año pasado hasta siete grúas torre en funcionamiento. Jorge Pastor
Las grúas empiezan a poblar otra vez el cielo metropolitano de Granada por el resurgir del ladrillo

Las grúas empiezan a poblar otra vez el cielo metropolitano de Granada por el resurgir del ladrillo

Aunque los datos aún están lejos de la época del 'boom', la cifra de grúas torre se ha incrementado un 121% por las nuevas construcciones

Jorge Pastor

Granada

Jueves, 1 de marzo 2018, 01:07

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A veces basta con levantar un poco la mirada para entender realidades más o menos complejas. Si usted va en metro al centro comercial Nevada, sube las escaleras y observa el panorama desde la terraza, observará sin mucha dificultad hasta nueve grúas en la línea del horizonte. Hace cuatro años, una o ninguna. Gigantes de hierro que poco a poco afloran en los pueblos del Cinturón de la capital, otrora epicentro del ‘boom’ inmobiliario en la provincia, y que evidencian el lento resurgir del ‘ladrillo’, que llegó a representar el catorce por ciento del Producto Interior Bruto granadino en aquellos años de vino, rosas y barra libre del crédito en Granada –y en toda España–. Sí, ‘lento’ porque, estableciendo odiosas comparaciones, las cifras de ahora son algo más que anecdóticas. Según los datos facilitados por la Delegación de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, donde existe un registro obligatorio para la instalación de este tipo de estructuras, en los municipios del área metropolitana había el año pasado un total de 42 de estas torres en funcionamiento cuando hace cuatro años apenas se contabilizaban 17. Estamos hablando de un incremento superior al ciento veinte por ciento en términos relativos. El caso más significativo es el de Armilla donde, a tenor de los números facilitados por la Junta, hay siete –cuatro de ellas en un mismo residencial–. En la provincia había un total de 87, trece más que en 2016.

¿Estamos asistiendo, por fin, a la ansiada recuperación del sector de la construcción? Según el secretario general de la Asociación de Promotores y Constructores de Granada, Francisco Martínez-Cañavate, esta coyuntura resulta de la confluencia de tres factores. El primero es de carácter general. Estamos hablando de un bien necesario y, en consecuencia, siempre existirá mercado. El segundo se relaciona, bajo su punto de vista, con una progresiva mejora de los niveles de empleo, lo que tiene una incidencia positiva sobre las tasas de emancipación en colectivos de población que, por razones de edad, son potenciales compradores –o arrendadores– de casas. Y tercero, los intereses, que se sitúan en índices negativos. Las hipotecas se están cerrando a euríbor más punto o punto y medio en el caso de las variables y en dos puntos en las fijas. Vectores que estimulan la demanda y que se están encontrando que en la capital, por ejemplo, no haya prácticamente oferta de nueva planta.

La expectativa de la Asociación de Constructores es que el año pasado –aún queda diciembre por computar– finalizará con 9.431 transacciones (18% de vivienda nueva). Una cantidad alejadísima de las 16.596 que se sumaron en 2007 (53% nuevas). Según Francisco Martínez-Cañavate, Granada debería moverse entre doce mil y trece mil compra-ventas para alcanzar unos parámetros razonables. Estas cuatro mil de diferencia son el margen de mejora que, de persistir las circunstancias actuales, se podría dar en los próximos años.

Esperanza y cautela

Estadísticas que invitan a la esperanza, pero que deben ser tomadas con cautela porque el crecimiento no es, aún, lo suficientemente consistente. Y la prueba más evidente es que el año pasado disminuyeron los visados en el Colegio de Arquitectos de Granada, rompiendo la tendencia ascendente iniciada cuatro años atrás. En 2013 se sellaron 446 viviendas. Se produjo una subida gradual hasta 2016, cuando se llegó a 995, y el año pasado, en cambio, se bajó hasta 896. Una situación que, en apariencia, sería contradictoria respecto a lo referido unas líneas más arriba, que hay más grúas ‘surcando’ el cielo. La clave está, según Francisco Martínez-Cañavate, en que los promotores están recuperando proyectos que quedaron guardados en el cajón durante los años de la crisis sencillamente porque no había mercado y porque los bancos no daban dinero. Ahora lo están dando, pero siempre cubriéndose las espaldas. La primera garantía es que esté vendida al menos el cincuenta por ciento de la promoción –en muchos casos el sesenta por ciento– y la segunda que los solares sean propiedad de los vendedores. Las empresas promotoras están potenciando sus departamentos de comercialización para acercarse al máximo a los potenciales clientes y para asegurarse ese cincuenta por ciento de operaciones que abran la puerta de la financiación. El otro cincuenta por ciento llegará después.

Respecto al tipo de construcción que se está haciendo en estos momentos en Granada, prevalecen los residenciales, donde los dueños de los pisos se benefician de una serie de servicios, como piscina, zonas verdes o instalaciones deportivas, asumiendo los costes en comandita. Estas comunidades también son idóneas para el esparcimiento de los menores. Un concepto similar al del pareado, que se puso tan de moda en el periodo del ‘boom’, pero con todos los gastos asumidos por el titular de la finca.

Buena parte de la actividad constructiva en los próximos años se centrará en El Chaparral. Las excavadoras funcionan a pleno rendimiento en los 417.906 metros cuadrados correspondientes a los sectores denominados como C3 y C4 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Albolote, sobre los que, a partir de 2020, se edificará, en función de la demanda, 1.200 casas, la mayor parte de ellas unifamiliares, aunque también se reserva un porcentaje del treinta por ciento para bloques de protección oficial.

Ahora mismo se están acometiendo los trabajos de desmonte, trazado de viales, saneamientos, canalizaciones de aguas residuales y para abastecimiento, tendidos eléctricos y la dotación de demás suministros básicos para cada una de las parcelas. La expectativa es que estas obras, que están acometiendo los cuatro propietarios inversores que componen la junta de compensación con su propio dinero, estén finalizadas para la primavera de 2019.

Magnitudes más propias de esas épocas pretéritas. De hecho, el planeamiento en esta zona data de 2009. Los dueños de estos terrenos, cuya titularidad corresponde a Juan José Nievas en un sesenta por ciento, optaron por esperar a que amainara la crisis. Consideran que ahora ha llegado el momento. «Una vez finalizadas estas obras, en 2019, empezaremos a desarrollar durante siete u ocho años el tema de las viviendas, cuyo ritmo de construcción se determinará en función de la demanda», explica Juan José Nievas, quien agrega que han puesto el punto de vista tanto en el mercado local como en el extranjero (Europa y países nórdicos).

Preferencia por pueblos del Cinturón como Alhendín

Los datos del padrón dejan poco lugar a las dudas. Mientras baja la población en Granada, crece en municipios del área metropolitana como Alhendín, que a fecha de 1 de enero habían ganado 337 habitantes respecto a la misma fecha del año anterior. Según fuentes municipales, este incremento se debe a que la cifra de niños que nacen cuadruplica a la de defunciones «y a que los ciudadanos eligen Alhendín para fijar su residencia no sólo por su ubicación estratégica, sino por los servicios que se prestan».

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