Edición

Borrar
Boyas fuera del agua en el pantano del Cubillas, cuyo sistema de abastecimiento está en situación de emergencia. JORGE PASTOR
Los embalses de Granada, en situación crítica tras el verano

Los embalses de Granada, en situación crítica tras el verano

En Granada apenas han llovido 291 litros el último ejercicio hidrológico con el Quéntar-Canales ya en prealerta | Todos los sistemas de abastecimiento, en emergencia, alerta o prealerta

JORGE PASTOR

GRANADA

Domingo, 24 de septiembre 2017, 01:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A veces conviene recurrir a los tópicos para valorar realidades. 'Una imagen vale más que mil palabras'. Este artículo tiene una imagen, la del pantano del Cubillas casi vacío. Y en torno a mil palabras, las que describen la preocupante realidad de los nueve embalses granadinos que, después de un verano extremadamente seco, han bajado ya hasta el 31,49%. Es decir, el doble de cemento que de agua. Una situación que, al menos por ahora, no ha obligado a los ayuntamientos a adoptar restricciones en los sistemas de abastecimiento -algunos municipios sí han tomado medidas para 'recuperar' sus sondeos debido al incremento de población durante el verano-, pero que sí anticipa un panorama de incertidumbre para los próximos meses en caso de que tengamos un otoño e invierno secos. Por lo pronto, fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir comentaron ayer que con las reservas actuales, el suministro urbano está asegurado «para dos o tres años». En el caso de la agricultura, con la campaña de riego a punto de terminar (30 de septiembre), habrá que esperar hasta la próxima primavera para saber si las dotaciones se reducen aún más que esta temporada.

Así que toca mirar al cielo y santiguarse. También vale mirar al ordenador y consultar los pronósticos. En este ejercicio hidrológico, que comenzó el pasado día uno, los pluviómetros siguen aún inéditos en la mayor parte de la provincia. Y así continuarán al menos en los próximos siete días, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), o en los próximos catorce, si recurrimos a portales especializados como el Tiempo.es. Ojalá se equivoquen. Ahora 'buen tiempo' es sinónimo de lluvia. La cuestión es que estamos atravesando la fase más aguda de este periodo de sequía. Pongamos la lupa en la estación meteorológica del Albaicín, cuyo responsable de datos es Nicolás Velilla, de la Universidad de Granada. En el pasado año hídrico, que finalizó el 31 de agosto, se contabilizaron un total de 291 litros por metro cuadrado, cuando la media del periodo histórico es de 442 litros por metro cuadrado. El curso anterior, por ejemplo, que ya fue calificado como 'muy seco', se computaron 326,6 litros por metro cuadrado en este punto.

Consecuencias

¿La consecuencia? Pues la imagen que vale más que mil palabras referida al comienzo de este texto. El Cubillas, donde caben 18,7 hectómetros cúbicos, tan sólo acapara 7,2 hectómetros. Las marcas de la torre son la evidencia del antes y el después. También que buena parte de la cuerda de boyas no esté flotando, sino tendida sobre la ladera que, antaño, también estaba sumergida. Éste es el panorama en el Cubillas, pero también en el resto de infraestructuras de Granada, cuyo nivel embalsado ha menguado ya hasta el 31,49% cuando en la misma semana del año anterior nos hallábamos al 45,87% -la media de los últimos diez años en esta misma semana se sitúa en el 53,57%-.

Los recursos se han rebajado de forma notable en los últimos meses. El sistema Quéntar-Canales, al que acude Emasagra para surtir a diario a todas las viviendas de la capital, entró en prealerta en julio. Los pozos de emergencia, que se construyeron a mediados de los noventa, llevan funcionando desde el 1 de mayo, aunque el caudal que se está extrayendo se está destinando al ciento por ciento a la agricultura. Por ahora no ha sido preciso acudir a ellos para surtir a los domicilios. El Cubillas-Colomera lleva muchos meses en 'emergencia', mientras que Bermejales y la Hoya de Guadix entraron en 'alerta' en agosto.

Según la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, la intensidad de la sequía en Granada es 'muy alta'. La comarca Norte es una de las más afectadas. No cae ni gota. Y las consecuencias están siendo graves sobre el sector agropecuario. Las organizaciones agrarias han llamado la atención sobre la situación crítica de la actividad ganadera. También sobre el olivar, del que viven casi 30.000 familias en Granada. Las primeras estimaciones apuntan a una merma de la producción del veinticinco por ciento en la próxima cosecha que comenzará en noviembre.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios