Sr. director de IDEAL: Se cumplen veinte años del asesinato de una mujer simplemente maravillosa, Ana Orantes. Ella fue una mujer trabajadora, fue una excepcional madre que nos enseñó todo a sus hijos. Hizo de madre y de padre, maestra en psicología, ella nos enseñó a respetar. A respetar una cosa con la que vivíamos noche y día «el miedo y el terror».
Un día Ana Orantes cansada de tanto maltrato, humillación, desprecio y dolor tuvo el valor de enfrentarse al miedo. Ella sabía a lo que se enfrentaba, tuvo el coraje y el valor de contar cosas de su vida, aunque sólo contó una mínima parte. Al contarlo se liberó del miedo pero sabía que se enfrentaba al terror y perdió su vida. Aunque ella, vive dentro de nosotros, nunca se fue, sólo cambió de domicilio.
Solamente le diría a algunas personas que lean estas palabras, nadie tiene el derecho de quitarle la vida a nadie, todo tiene soluciones siempre que seamos y nos comportemos como seres humanos que dialogan y buscan el equilibrio donde nadie pierde y todos ganan, donde se deje atrás el miedo y el terror que a mis hermanos y a mí nos toco vivir, y sobre todo a mi madre, que por ser mujer perdió la vida por denunciar el maltrato que sufrió durante muchos años.
Que no se sigan dejando a hijos huérfanos, a madres y padres sin sus hijas, a hermanos y hermanas en soledad, que aprendamos todos a ser civilizados y a respetarnos.
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