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La banda de Cádiar alegra las fiestas de Tímar en honor al Señor de la Ascensión

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Rafael Vílchez

La banda de Cádiar alegra las fiestas de Tímar en honor al Señor de la Ascensión

Este pequeño pueblo de la Alpujarra fue famoso en otros tiempos gracias a sus minas de mercurio, telares y fábricas de aguardiente

Rafael Vílchez

TÍMAR

Domingo, 13 de mayo 2018, 18:06

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Los vecinos del recóndito y apacible pueblecito de Tímar han celebrado sus fiestas en honor al Señor de la Ascensión. La misa ha sido celebrada por el sacerdote de este y otros lugares de la Alpujarra, Carlos Mario Villalobos. La Asociación Musical 'San Blas' de Cádiar y la 'Orquesta Premium' se han encargado de alegrar el ambiente. De Órgiva llegaron los fuegos artificiales. Las imágenes del Señor de la Ascensión y la Virgen de Fátima fueron procesionadas por el casco urbano del pueblo perteneciente al municipio alpujarreño de Lobras y que se remonta a época romana tardía. En la barra instalada en la plaza se pudieron degustar sabrosas tapas y, entre otras cosas, caldos de la cara de enfrente: la Sierra de la Contraviesa. Antonio Reinoso y Pepita Martín han sido los encargados de organizar las fiestas.

Uno de los vecinos de Tímar nacido en el cercano pueblo de Nieles, Emilio Rodríguez, casado en este pueblo con Encarna Rodríguez, recuerda que cuando él era joven «acudían a tocar a las fiestas la banda de música de Mecina Fondales, hospedándose los músicos en las casas de los mayordomos, encargados antes y también ahora, de organizar las fiestas. Antiguamente, como no había carretera, los músicos venían andando. El maestro y los instrumentos en cambio venían montados en bestias. También, solía venir la banda de música de Cádiar y garbanceros, dulceros y turroneros de la zona, algunos de Notáez y Narila, con sus arcas de madera trasportadas también en bestias que eran alojadas en cuadras del vecindario. Los cohetes se traían de Cádiar».

Emilio Rodríguez recuerda también «cuando en Tímar vivía mucha gente que trabajaba en el campo, el pastoreo, las minas de mercurio, la seda… Antes en Tímar residían cerca de un centenar de personas y se producía vino, aceite, grano, ganado, especialmente, lanar y cabrio. También, y entre otras cosas, hubo la tiendecilla de todo un poco del matrimonio conocido por 'La Tía Angustias' y el 'Tío Rafael Blanco'. Luego estaban la taberna y la tiendecilla del 'Tío Reinoso'. En las fiestas se solían estrenar algunas prendas de vestir. En aquellos entonces había muchos niños en las escuelas de Tímar. En las casas se criaban y se sacrificaban cerdos para el gasto del año. Había también, muchos telares y muchas cabras, pavos, conejos, gallos, perros, gatos, palomas… Muchos labradores trasponían a Lanjarón y a otros pueblos con sus mulos para vender frutas del campo. Recuerdo que el alcalde de Lanjarón era un ser estupendo y Casares 'El del molino de aceite', también».

Hace siglo y medio Tímar tenía 110 casas, 12 cortijos, 2 molinos harineros, 2 molinos de aceite y 2 fábricas de aguardiente que se exportaba a Granada, Córdoba y Sevilla. Tímar también poseía canteras de cal y yeso. Además, desde tiempos inmemoriales Tímar posee una alberca y una pequeña y célebre ermitica consagrada a las Ánimas Benditas y asistida hasta hace poco tiempo durante muchísimos años por Ida Ortega (ya desaparecida). Ahora su hija se encarga de cuidarla y de que no le falte la luz de una o varias luminarias. Tímar es un lugar con muchos encantos dignos de conocer sin prisas, siendo algunos de ellos sus caminos medievales y el Centro de Interpretación Minero 'Museo Malacate'.

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