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Rafael Vílchez
Sábado, 27 de mayo 2017, 02:38
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Los vecinos de Narila, anejo de Cádiar, han celebrados sus fiestas patronales en honor a Santa Rita de Casia. El sacerdote don Alberto Sedano ofició la santa misa concelebrada por don Emmanuel Jesús Vega. La fiesta fue amenizada por la excelente banda de música de Cádiar compuesta por 35 músicos y dirigida por José Antonio Sánchez Tarifa. Los mayordomos y las mayordomas de estas fiestas han sido: José Tarifa, Gabriel Maldonado, Rosendo Martín, Dolores López, Isabel y Ángeles.
Hubo también después de misa el reparto de pétalos de rosa bendecidos y baile con el grupo Sureste de Juviles. Los dineros recaudados en la barra y a través de recuerdos de Santa Rita servirán para sufragar parte de los gastos de las obras de la iglesia. Los fuegos artificiales corrieron a cargo de la empresa Hermanos Soria de Órgiva.
También, y entre otros, acudieron a vender dulces y garbanzos tostados los hijos de Miguel El Dulcero y Pedro El Dulcero de Ugíjar. La Guardia Civil con el teniente destinado en la Alpujarra oriental a la cabeza y la Policía Local venida de Órgiva se encargaron del orden público y de la correcta circulación por el acceso y los aparcamientos. A esta fiesta suele acudir mucha gente de Cádiar, Murtas, Turón, Cástaras, Lobras, Bérchules, Alcútar, Juviles, El Ejido, AdraEl pueblo de Narila, en otros tiempos, fue famoso por sus zapateros y garbanceros y por sus aguas minero-medicinales. El joven alcalde de Cádiar, José Javier Martín, nacido en Narila, estuvo presente junto a otros ediles en todos los actos lúdicos y religiosos.
Merece la pena ir andando desde Cádiar a Narila en poco tiempo para contemplar tanta belleza, hacer senderismo y si se quiere refrescarse en su estupenda fuente. Narila es un pueblo muy antiguo, con mucha historia, lugares de interés y leyendas. La ermita que tiene en un delicioso lugar panorámico está consagrada a Santa Rita de Casia. En sus antiguas escuelas existe un estupendo museo. Una de las personas que más se preocuparon por las fiestas de Narila y porque su pueblo fuera conocido dentro y fuera de la Alpujarra fuel el célebre y recordado Enrique El del bar.
Cuando Santa Rita murió en 1456 las campanas de Casia (Italia) se pusieron a tocar por sí solas. El gran número de prodigios que obró en vida y después de su muerte han hecho de Santa Rita la abogada de los imposibles. En muchas iglesias y ermitas de la Alpujarra extendida entre los términos municipales de Granada y Almería existen imágenes de Santa Rita.
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