Edición

Borrar
Atardecer en uno de los barrios de cuevas de Guadix.
Los 'trogloditas' del siglo XXI

Los 'trogloditas' del siglo XXI

Granada cuenta con más de 20.800 casas cueva en 28 municipios. Más de la mitad no presentan un buen estado de conservación

Jorge Pastor

Miércoles, 5 de abril 2017, 02:38

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los hábitat humanos más singulares de España. Hace mucho tiempo que la cueva dejó de ser un sinónimo de pobreza. Una imagen alimentada durante muchos años por el Nodo, los tópicos y los estigmas. No, las cosas ya no son así. Partiendo del 'apriorismo' de que siguen existiendo problemas sociales en algunas zonas desagregadas de los principales núcleos de casas cueva, muchos de los moradores de estas viviendas, tan características de la zona Norte de provincia de Granada -fundamentalmente de las comarcas de Baza y Guadix-, han reinventado sus hogares para disfrutar de todas las comodidades que puede ofrecer uno de esos coquetos y modernos pisos de 250.000 euros, edificados de forma compulsiva durante los años del 'boom'. Una realidad que no debe ocultar, sin embargo, otra realidad más preocupante. Según un exhaustivo informe elaborado por la Diputación de Granada, más de la mitad de estas construcciones, algunas de ellas con más de un siglo de antigüedad, no presentan una buena conservación. Concretamente, según este documento elaborado por el ente provincial tomando como base las 20.252 cuevas 'censadas' en veintisiete términos municipales de Granada, el 19% muestran un estado de conservación que se califica como 'regular', el 23% 'malo' y el 16% 'ruinoso'.

De ahí que la Diputación de Granada haya tomado cartas en el asunto y trabaje ya en una ambiciosa iniciativa que se concretará en el Plan provincial de Inversiones en Municipios con Viviendas-Cueva. Por ahora no han trascendido cantidades, aunque, según han apuntado de forma preliminar responsables políticos de la Diputación, se podría hablar de más de cien millones de euros. La primera fase, la de conformación del inventario, se inició en 2012 con financiación de fondos europeos (Feder). El año pasado se realizó una primera ampliación -inicialmente se puso el foco en las localidades de menos de 20.000 habitantes-, incorporando al listado Baza, Guadix y Castril. En total, 20.252 cuevas. Y aún estarían pendientes, en teoría, las 660 de Granada capital, que se localizan fundamentalmente en el Sacromonte y su entorno -al tratarse de una ciudad de más de 237.000 habitantes, Granada se sitúa en principio fuera del 'radio de acción' de la Diputación-. El propio diputado de Obras Públicas y Vivienda, José María Villegas, subrayó durante la presentación de este plan, a mediados de noviembre, la importancia de que nadie «se quede fuera». Una vez que se disponga de estas estadísticas, se procederá a la elaboración de directrices para los trabajos de análisis, diagnóstico y propuesta de intervención. A partir de ahí se actuará sobre el 'pueblo piloto', en este caso Cortes y Graena, que servirá para la elaboración de la ordenanza. La previsión es que sea en 2018 cuando se empiece con la ejecución de los proyectos, según las solicitudes formuladas por los propios ayuntamientos.

Pedro Fernández, vicepresidente primero de la Diputación y alcalde de Baza, ha explicado que, en efecto, hay bastantes cosas que mejorar en las cuevas en asuntos como la accesibilidad, aparte de otros déficit de infraestructuras. Respecto a su mantenimiento, Fernández comenta que no es malo «gracias a las tareas que desarrollan los propietarios», aunque aclara que la situación sí empeora conforme nos alejamos de los cascos urbanos y los puntos donde se concentran las cuevas. El plan recogerá las peculiaridades de cada enclave, a fin de diseñar intervenciones que respondan a las demandas reales de estos ciudadanos. En este sentido, Pedro Fernández apunta que la edad media de los habitantes supera los sesenta años: «Es frecuente encontrarse con matrimonios mayores cuyos hijos han optado por otro tipo de residencias».

Según Fernández, «tiene que haber una apuesta por las casas cueva que se materialice en una dotación de servicios con todas las garantías». En este sentido, considera que la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) debe contemplar una regulación específica para que los consistorios dispongan de un marco normativo apropiado. «Todo ello debe ir acompañado -añade- de una labor junto al tejido social para lograr unas condiciones de total dignidad». El representante de la Diputación también destaca las posibilidades de estos entornos desde el punto de vista turístico y mediante alojamientos para los viajeros «buscando, eso sí, una mayor homogeneización de la oferta».

La 'capital' de las cuevas

Guadix es el municipio con más casas cueva de Granada, con 2.491 distribuidas en nueve barrios, los anejos de Paulenca y Belerda y la entidad menor de Bácor-Olivar. Vecinos de cañadas y veredas que conforman el perímetro del Cerro de la Bala, donde se ubica uno de los miradores que registra una mayor afluencia de visitantes en Guadix, han advertido de problemas de convivencia y vandalismo con gente, venida de fuera de Guadix, que al parecer ha ocupado cuevas de forma ilegal. Se han denunciado robos, pintadas, agresiones y casos de maltrato animal. Acciones que ya están en conocimiento de la subdelegación del Gobierno, que es la administración responsable en última instancia de las fuerzas del orden.

¿Cómo se vive en una cueva? Juan Güeto, que trabaja en el museo Cuevas del Sacromonte, comenta que el hábitat original ha evolucionado con la habilitación de habitaciones exteriores donde normalmente se instalaban aseos y cocinas. Güeto destaca como principal ventaja el equilibrio térmico con independencia de la estación del año en que nos encontremos -las temperaturas oscilan entre los 16 y los 18 grados tanto en verano como en invierno-.

El hecho de hallarse en las entrañas de la montaña también proporciona una sensación de aislamiento. En este sentido, un estudio de la Universidad de Granada evidencia la buena calidad del sueño en las cuevas. A todo ello hay que sumar el paisaje -en el caso del Sacromonte con vistas a la Alhambra y al resto de Granada- y el contacto con un entorno más natural. Respecto a la humedad, antiguamente se solventaba con la orientación hacia el Sur y puertas y ventanas abiertas. Ahora también existen sistemas de ventilación que permiten airear las diferentes dependencias.

«Nos fuimos a un piso, no nos acostumbramos y regresamos a la cueva»

David Ratia vive en una de las 2.491 cuevas que hay en Guadix, una vivienda con todas las comodidades -incluido suelo con tarima flotante-. «Estuvimos durante catorce años en un piso, no nos acostumbramos y decidimos regresar», dice. Entre las ventajas de vivir debajo de un cerro, Ratia destaca la tranquilidad y la temperatura constante tanto en verano como en invierno. «Nosotros -en referencia también a su esposa- nacimos aquí y nos criamos aquí; nos encanta». «Ademas, nuestra calle está perfectamente asfaltada y cuenta con buenos servicios públicos», señala David Ratia, quien explica que, antes de mudarse, llevaron a cabo una serie de reformas para que la familia -tienen dos hijos- gozaran de las mejores condiciones de confort.

David se plantea su futuro en una casa cueva, un hábitat que, bajo su punto de vista, tiene que ser potenciado.

«Tengo la sensación de que fuera valoran más las cuevas que dentro»

Enrique 'El Canastero', hijo de la mítica María 'La Canastera', lleva las cuevas en su ADN. «Allí nací y allí me crié; es una forma de vida», comenta Enrique, cuya familia conforma una de las zambras más populares de Granada y del Sacromonte. La Cueva de María 'La Canastera' lleva ya 65 años ofreciendo espectáculos flamencos a los turistas. Un reclamo para los visitantes. Y también un plato de televisión donde han grabado documentales cadenas como la BBC o la RAI. «También los japoneses, que han estado un montón de veces», dice Enrique.

La Cueva de María, 'La Canastera', que conserva los enseres y la distribución original, está abierta durante el día como museo. Las paredes están cubiertas por todos los personajes ilustres que pasaron por allí. Henry Fonda, Glenn Ford, Telly Sabalas, Yull Brynner, Ornella Muti y también leyendas del folclore patrio como Antonio 'El Bailarín', Lola Flores, Manolo Caracol o Paco de Lucía. En los techos, vajillas tradicionales de cobre que mejoran la acústica.

Enrique, 'El Canastero', asegura que las cuevas y el Sacromonte forman parte del alma de Granada. Y considera que las administraciones deberían poner en marcha un plan de apoyo para que el barrio mantuviera todo su esplendor. «Me da la sensación de que fuera valoran las cuevas más que dentro de Granada», lamenta Enrique, 'El Canastero'. También considera que debería haber también un mayor apoyo desde el punto de vista de la promoción turística.

«El silencio es total, la temperatura es constante y se duerme con mucha tranquilidad»

Consuelo Fernández dejó hace diez años su negocio en Madrid para regentar las Cuevas del Abanico, enclavadas en pleno barrio del Sacromonte, cerca de las zambras y del museo de Cuevas. Un coqueto hotel con unas impresionantes vistas a la Alhambra y al resto de Granada. «Los atardeceres en febrero son impresionantes», comenta Consuelo, quien destaca la idoneidad para el descanso de estas construcciones. «El silencio es total, la temperatura es constante, en torno a los dieciocho grados y se duerme con absoluta tranquilidad», comenta. «Además -agrega- son muy luminosas y no existe ninguna sensación de claustrofobia». Consuelo Fernández opina que los hoteles de cuevas conforman una oferta diferenciada en el caso de Granada y que atrae a un tipo de visitante que gusta de la paz y el sosiego, «con la ventaja además que enseguida estás en el centro de Granada». Respecto a los precios, la cueva para dos personas sale por sesenta euros en temporada baja, un precio que se incrementa hasta los 68 euros el resto del año. La ocupación media es del setenta por ciento.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios