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Muere a los 92 años la creadora del plato alpujarreño y pionera del turismo rural en la Alpujarra alta

Muere a los 92 años la creadora del plato alpujarreño y pionera del turismo rural en la Alpujarra alta

Consuelo Nevot y su marido crearon hace 56 años la primera pensión en el Barranco de Poqueira para que los primeros visitantes tuviesen un lugar donde alojarse y pernoctar

Rafael Vílchez

Lunes, 27 de marzo 2017, 08:51

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Su recuerdo permanecerá inalterable en cada uno de sus seres queridos. Capileira ha perdido a Consuelo Nevot, una entrañable y admirable mujer emprendedora y con un gran peso social que junto a su marido, José Pérez (fallecido en 2011) comenzó a apostar por el turismo rural en 1961. Consuelo y José contrajeron matrimonio en 1946, y para salir adelante, en un principio abrieron una tienda de comestibles y de todo un poco. José se dedicó también al campo, la marchantería y la venta de jamones de la Alpujarra en Madrid y Barcelona.

Al cumplir los 16 años de casados, Consuelo y José abrieron la Pensión Poqueira, pionera en esta y otras zonas de la Alpujarra, dotada de un bar-restaurante. Un día Consuelo y José acordaron montar una pensión en Capileira para que pudieran pernoctar y comer las personas que se acercaban de Motril y otras zonas de la Costa, principalmente, para cambiar de aires y curarse de la tosferina. Y tal como lo pensaron lo hicieron. La pensión completa costaba 65 pesetas de las de antes. Este establecimiento fue premiado por el Ministerio de Información y Turismo. Hace unos lustros Consuelo y José fueron homenajeados por su buen hacer por la Asociación Cora Alpujarreña.

La infatigable Consuelo se encargó de la cocina de la Pensión Poqueira, y de su familia. Consuelo y José tuvieron dos hijos gemelos: José y Francisco y dos hijas, Carmela y Beatriz. Sus descendientes le dieron 6 nietos y 3 bisnietos. La mayoría de su familia se dedica con mucho éxito a la hostelería y el turismo rural.

Cuando Consuelo y José abrieron la primera pensión de Capileira, la mayoría de los vecinos se sorprendieron y creyeron que el negocio no saldría adelante y que en poco tiempo todo se iría al traste. Pero se equivocaron, porque esta pareja visionaria de la hostelería y los negocios, ejemplo de vida y fortaleza de espíritu, comenzó a recibir clientes en su establecimiento y a progresar. Algunas personalidades, principalmente de la política, la cultura y el periodismo, como Sebastián Pérez Linares, Manuel Mendoza, Rafael Gómez Montero o Antonio Gallego Morell, ayudaron mucho a promocionar, entre otras cosas, dentro y fuera de Andalucía la Pensión Poqueira.

Un día acudieron al restaurante de la Pensión Poqueira los Reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, acompañados por el aristócrata y hermano de la reina, don Jaime de Mora y Aragón. José Pérez no los reconoció, pero cuando supo quienes eran se dio a conocer y les hizo acceder a la cocina para que conocieran a su mujer Consuelo y se percataran de los buenos, olorosos y caseros alimentos que colgaban del techo. José les ofreció degustar, entre otras cosas, patatas redondas y fritas a lo pobre con un par de huevos de gallinas ponedoras en el centro, acompañadas de buen pan del terruño y buen vino de Albondón. Entonces don Jaime, tras consultar con su hermana y cuñado, dijo que sí, pero que también llevaran encima aquellos platos, para que les salpicara la pringue, algo de lo que había colgado allí arriba en el techo: morcilla, longaniza y jamón. Y cuando estuvieron listos aquellos platos, don Jaime dijo que él bautizaba esa comida elaborada por Consuelo con el nombre de plato alpujarreño. Los Reyes de Bélgica quedaron también prendados en este lugar de un cuadro pintado por José Ortuño, y José Pérez y Consuelo lo descolgaron y dijeron que se lo ofrecían como regalo.

Otro día se presentó en Capileira solo y montado en una moto don Jaime de Mora y Aragón. Y al ver a José Pérez le dijo: "Pepillo esta zona tiene mucho futuro de cara al turismo por que mira, te voy a decir una cosa, en Ibiza empezaron a ir los hippies y ya se ha puesto de moda, y aquí yo estoy apreciando que también han empezado a llegar algunos hippies y pronto será tan conocida esta zona como Ibiza y Marbella". Pues bien, no se equivocó don Jaime.

La misa de corpore in sepulto fue oficiada el pasado sábado al atardecer por el sacerdote Alfonso Aguilar. Consuelo Nevot ha tenido una multitudinaria despedida de la gente que le quería de dentro y fuera de Capileira, un pueblo muy precioso y turístico que se ha quedado huérfano de una de las personas más veteranas, queridas, trabajadoras y respetadas de la comunidad. Consuelo ha partido de este mundo para volver a la gloria de Dios. Siempre quedará en la memoria y el recuerdo eterno todo aquello que fue en vida, tan buena persona y tan buena madre. Siempre, desde pequeña con sus padres Francisco y Carmen y sus hermanos, fue ejemplar en todo lo que hizo. Descanse en paz.

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