Edición

Borrar
Un mayordomo de la Hermandad, en el cementerio de Cónchar.
Una rifa para alumbrar a los difuntos

Una rifa para alumbrar a los difuntos

La Hermandad de las Ánimas Benditas de Cónchar celebra un sorteo para construir tumbas y colocar luminarias al difunto durante el velatorio

rafael vílchez

Lunes, 26 de diciembre 2016, 01:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde el siglo XVI, la Hermandad de las Ánimas Benditas de la localidad de Cónchar, en la comarca del Valle de Lecrín, se dedica a cuidar el cementerio. La Hermandad, que nació bajo el signo de la caridad, se encarga de colocar las luminarias que acompañan al cadáver durante el velatorio, así como de ofrecer misas a los difuntos y colaborar en las fiestas y actos culturales que se celebran en este pueblo perteneciente desde hace unas décadas, junto a Cozvíjar, al municipio de Villamena.

Según el médico y mayordomo de la Hermandad de las Ánimas Benditas de Cónchar, Antonio José Ruiz Morales, «todos los vecinos y vecinas de Cónchar forman parte de la Hermandad y los mayores de edad ofrecen cada año tres euros para cuando le llegue a cada persona el fatal desenlace tenga derecho, eternamente, a un nicho en el cementerio de Cónchar. También, el finado tiene derecho a misas y luminarias el día que está de cuerpo presente», explica.

Curiosamente, en Cónchar suelen sobrar los dedos de una mano para contar los enterramientos que se producen cada año. La sede de la Hermandad de las Ánimas de Cónchar se encuentra muy cerca de la iglesia, levantada entre 1610 y 1614.

En este bonito y tranquilo pueblo se celebra cada uno de enero la tradicional Subasta de Ánimas para recaudar fondos. Todo lo que se subasta: jamones, chotos, granadas, jarapas alpujarreñas, arrobas de vino, billetes de lotería, calabazas, garbanzos, cerámica, cuadros y otras cosas es donado por los vecinos del pueblo y algunas personas de otras zonas. También, en el día de los Reyes Magos se celebra la Fiesta del Mosto para recaudar fondos.

'Caja de muerto'

En otros tiempos existió en Cónchar un ataúd que perteneció a la Hermandad de las Ánimas. La caja de muerto sirvió para transportar al camposanto los restos mortales de los cofrades pobres cuando dejaban este mundo. Una vez enterrado el cuerpo bajo tierra, el féretro volvía al cuartillo del cementerio para que otros pudieran utilizarlo. Asimismo, hubo en Cónchar, entre otras cosas, la llamada romana de las Ánimas, para recaudar fondos a través de las personas que la utilizaban para pesar.

Hasta 1990, cada familia de Cónchar abonaba cada año a la Hermandad de las Ánimas sólo dos pesetas. Después, los mayordomos acordaron las subidas de 50 y 150 pesetas de las de antes. Ahora, cada matrimonio abona tres euros al año y cada uno de los solteros y solteras, a partir de los treinta años de edad, tienen que ofrecer otros tres euros al año para seguir como miembros de la Hermandad de las Ánimas.

Las obligaciones inexcusables de la Hermandad de las Ánimas de Cónchar pasan por cuidar del cementerio en todos los sentidos, ofrecer misas por las Ánimas Benditas del Purgatorio, poner luminarias al difunto de cuerpo presente, cuidar en las fiestas de San Roque de la música que acompaña al patrón en la celebración de su misa y durante la procesión, así como del castillo de fuegos artificiales que se tira después de la misma y que se tiren cohetes en diversas festividades.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios