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Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia.
Las Familias Reales en Lanjarón

Las Familias Reales en Lanjarón

Eugenia de Montijo veraneaba en Lanjarón antes de convertirse en emperatriz de Francia. También acudían los duques de Montpensier y la familia real de Marruecos

Rafael Vílchez

Lunes, 22 de agosto 2016, 08:41

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Desde que en 1774 un moribundo capuchino sanara tras beber agua de un manantial de Lanjarón, millares de agüistas y turistas visitan cada año este municipio alpujarreño. Según el historiador Juan González Blasco, a finales del siglo XIX y comienzos del XX, Lanjarón es el lugar habitual de descanso de la clase acomodada de la época, el lugar de veraneo más importante de Granada. La voluntad de la duquesa de Santoña de transformar el establecimiento de baños y las reformas acometidas después por la familia Carrillo, tendentes a promover la modernidad de las instalaciones, consolidaron el Balneario de Lanjarón como principal factor de atracción de visitantes.

La magia y atracción de Lanjarón y de sus aguas minero-medicinales según Gonzáles Blasco- sedujo a muchos ilustres visitantes. La condesa de Teba y su hija Eugenia, además de los duques de Montpensier, son probablemente las personalidades más sobresalientes de la primera mitad del siglo XIX que visitan Lanjarón. Eugenia de Montijo, más tarde emperatriz de Francia, de muy joven pasó largos periodos de vacaciones en Lanjarón en compañía de su madre, tal vez para restaurar una salud quebrantada por la muerte de su padre y por el encanto del lugar, de cura y descanso. La Pensión Gálvez, muy próxima a la ermita de San Roque, fue el lugar de reposo para tan nobiliaria familia.

Lanjarón era entonces un lugar muy frecuentado en verano por gente de Granada. El establecimiento balneario, donde acude Eugenia de Montijo y su madre a tomar las aguas es muy precario. Por testimonio oral, así como por las crónicas periodísticas de la visita de Alfonso XIII a la Alpujarra, sabemos de la estancia en Lanjarón de Eugenia de Montijo. Cuando ella ocupó el trono imperial en Francia, recibió la agradable visita de uno de los hijos de la familia Gálvez de Lanjarón, a quienes recompensa con un opulento carro y dos mulos para iniciar una próspera actividad, que recuerda el desplazamiento de los pacientes a unas fuentes saludables que aún se encontraban a cierta distancia de la población.

Según Juan González Blasco, en 1849, Lanjarón tuvo también como huéspedes de honor a la infanta Maria Luisa Fernanda de Borbón y Borbón, hija del Rey Fernando VII y hermana menor de la reina Isabel II, y a su marido Antonio Maria Felipe de Orleáns, duque de Montpensier. Desde Sevilla se desplazaron a Lanjarón para lograr el descanso y tomar las aguas. También visitaron Órgiva. Otros ilustres visitantes fueron los políticos Natalio Rivas, Segismundo Moret, Santiago Alba, el conde de Romanotes, Alberto Aguilera, los escultores Mariano Benlliure y Juan Cristobal, el pintor Julio Romero de Torres, el torero y más tarde político, Luis Mazzantini Años antes, el 31 de enero de 1917, el rey Alfonso XIII visitó oficialmente Órgiva y el Haza del Lino, invitado por el excelente diputado de Albuñol, Natalio Rivas.

En Lanjarón, la comitiva real se detuvo y el monarca, después de los cañonazos de rigor, fue saludado por la población que le dio la mano, incluso por Farfalán, un tipejo muy especial que vendía pescado por las calles del pueblo. El Rey no se detuvo en el Balneario por estar cerrado en invierno. Don Natalio Rivas le hacía llegar a Alfonso XIII y a Antonio Maura recipientes de agua mineral de Lanjarón, terminó diciendo. La familia real de Marruecos también frecuentó durante muchos años el bello y turístico municipio de Lanjarón.

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