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El pantano de Canales, que abastece a la capital y al Área Metropolitana, se encuentra por debajo del cincuenta por ciento de su capacidad.
Los pantanos, a mitad de capacidad

Los pantanos, a mitad de capacidad

La intensidad de la sequía alcanza nivel 'muy alto' y el almacenaje baja 10 puntos respecto a 2015

Jorge Pastor

Domingo, 21 de agosto 2016, 03:01

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Que en verano haga calor en Granada y llueva poco o nada es perfectamente normal. Sucede siempre. Pero más allá de los patrones estacionales, más o menos constantes, lo cierto es que ampliando el plano de visión -un año, por ejemplo- sí que se observan algunas 'irregularidades' que invitan a la preocupación. A poco más de un mes para que finalice el ejercicio hidrológico, los recursos almacenados en los pantanos de la provincia mantienen una tendencia claramente a la baja. Estamos al 50,51%. Hace un año nos encontrábamos nueve puntos por encima (59,53%). Pero lo realmente alarmante es que si nos atenemos a la media de la última década en esta misma semana (55,87%), nos hallamos prácticamente cinco puntos por debajo.

La pregunta es ¿estamos entrando de lleno en un periodo de sequía? Pues a expensas de lo generosas que sean las aguas otoñales, los datos que proporcionan las estaciones meteorológicas, con valores agregados desde principios de octubre, son muy negativos. La propia Consejería de Medio Ambiente publica en su web un indicador que se denomina 'intensidad de la sequía'. Y en Granada habla de un nivel 'muy alto' porque, a tenor de las estadísticas que maneja Medio Ambiente, en los últimos treinta y seis meses la precipitación acumulada es inferior al promedio del intervalo de referencia (1971-2000). La situación es bastante parecida en el conjunto de la comunidad -tan sólo Almería y Málaga presentan una coyuntura peor que la de Granada-.

Embalses menguando

Las previsiones para la próxima semana anticipan cielos despejados y temperaturas máximas superiores a los treinta grados. Es bastante probable, por tanto, que los embalses continúen bajando y nos situemos por debajo de la barrera psicológica del cincuenta por ciento. Lo habitual es que, a estas alturas, se pierdan entre diez y quince hectómetros cúbicos semanales. Ahora mismo hay embalsados 599 hectómetros cúbicos respecto a una capacidad total de 1.186 hectómetros cúbicos.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir establece cuatro estadios de 'alarma' en función de la disponibilidad de agua. Estos son 'normalidad', 'prealerta', 'alerta' y 'emergencia'. El sistema Quéntar-Canales, del que se nutre la capital y varios municipios del Área Metropolitana, está en el primero de estos escalones, en 'normalidad', al igual que el de Bermejales. El panorama es bien distinto en la Hoya de Guadix, en 'prealerta', y en la zona Cubillas-Colomera, en 'alerta'. En estos últimos casos se garantiza el abastecimiento urbano, pero sí se reducen las dotaciones para riego. Habrá que esperar a la pluviometría de estos próximos meses para comprobar si la evolución es favorable o desfavorable -aún no se manejan previsiones a medio plazo-.

En cualquier caso, desde entidades como la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ya advierten de que la «extrema sequía» está teniendo unas «consecuencias nefastas para todos los cultivos de secano y la ganadería extensiva y semiextensiva» de Granada. La UPA dice que la zona norte es la más afectada, aunque la incidencia es generalizada en todo el territorio provincial. En el caso de la agricultura, las plantaciones más afectadas son las herbáceas -cereales de invierno y leguminosas-. La UPA estima unas pérdidas equivalentes al cien por cien de la cosecha.

Reses sin pastos

«Del mismo modo -señalan desde la UPA- el sector ganadero se está viendo muy afectado». «Las reses no disponen de pastos, lo que obliga a que los profesionales tengan que aportar alimentos concentrados en sus explotaciones mediante la compra de grano». La organización agraria asegura que la situación más grave es la del caprino ya que, además del incremento de costes debido a la falta de forraje, los ganaderos tienen que soportar la depreciación de la leche, que se ha vendido este año por debajo de los sesenta céntimos. El secretario general de UPA en Granada, Nicolás Chica, considera que se deben abordar una serie de «medidas urgentes y a corto plazo». «De igual forma -afirma Chica- creemos que es el momento de diseñar herramientas y estrategias que ayuden a mitigar los daños presentes y futuros causados por la escasez de lluvia». Entre las propuestas que realiza la UPA, cabe destacar el adelanto de las ayudas de la PAC y la firma de un convenio con las entidades financieras para que el abono de la subvención se produzca al solicitarlo sin coste adicional para el peticionario.

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