Investigan la posible conexión de tres detenidos con la oleada de robos en Lecrín

La investigación está aún abierta y no se descarta ningún extremo. Así lo confirmaron ayer a este periódico fuentes del departamento de prensa de la Guardia Civil de Granada. La única certeza a última hora de ayer era que agentes de la Benemérita detuvieron en la noche del pasado jueves, alrededor de las 22 horas, a tres personas de origen magrebí cuando huían en un vehículo tras haber perpetrado un robo en una vivienda en el núcleo de población de Ízbor, perteneciente al municipio de El Pinar.

Se da la circunstancia de que el lugar donde fueron detenidos dista tan sólo 13 kilómetros de Lecrín, localidad azotada en la última quincena por una oleada de robos en viviendas y cortijos. El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Órgiva se centra ahora en investigar una posible conexión entre estos tres individuos y la oleada de robos, alrededor de media docena junto con el de la oficina de Correos de Talará, que se ha producido en las últimas dos semanas.

Disposición judicial

«Estamos investigando si son las personas que estamos buscando por todos esos robos pero de momento afirmarlo es aventurado». Las mismas fuentes consultadas quisieron, por tanto, mostrar mucha cautela sobre un posible vínculo a la espera de que avancen las pesquisas. Por el momento, los arrestados se encuentran en los calabozos a la espera de pasar a disposición judicial, ya que la Guardia Civil dispone de tres días hábiles para instruir diligencias.

Desde hace dos semanas una oleada de robos en viviendas y cortijos, tiene con el miedo en el cuerpo a los vecinos de Lecrín. Este municipio está conformado por los núcleos de población Acequias, Béznar, Chite, Mondújar, Murchas y Talará, que suman poco más de 2.000 habitantes. En casi todos, salvo alguna excepción, se han registrado asaltos en los que los cacos se han hecho con botines de ordenadores portátiles, televisiones, tablets, joyas y dinero en metálico. Sólo en uno de los casos el asalto se produjo con los moradores en la vivienda, afortunadamente sin daños personales.

El propio alcalde de Lecrín, Salvador Ramírez, aseguró a este periódico que en sus 25 años al frente del Ayuntamiento no se había registrado «una mala racha» como ésta y lanzó un mensaje de tranquilidad a los vecinos, que confesaron tener miedo de salir de sus viviendas «hasta para tomarse una cerveza». Apuntaron a la posibilidad de que los ladrones estuvieran compinchados con un informador del pueblo que les tuviese al tanto de los movimientos de los residentes en las viviendas que tenían como objetivo. Habrá que esperar para saber si finalmente la banda conformada por los tres arrestados -que según testigos presenciales llevaban en el maletero caretas para cubrirse el rostro y palancas para forzar puertas- quedado desmantelada.