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Los padres de una menor denuncian en el juzgado que sufre acoso escolar en el instituto desde hace un año

Educación asegura que el curso pasado no hubo 'bullying' y «todo quedó solucionado», pero la alumna no acude al centro desde hace mes y medio y es tratada en Salud Mental

Ángeles Peñalver

Viernes, 1 de abril 2016, 13:11

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El pasado 29 de marzo, unos padres desesperados presentaron una denuncia en el juzgado de un pueblo de las Alpujarras por un presunto caso de acoso escolar en un instituto donde su hija, según su relato, lleva siendo vejada por un reducido grupo de alumnas desde mayo de 2015. El problema de la menor se recrudeció recientemente: «Desde el 18 de febrero de 2016, no asiste a sus clases de segundo ciclo de ESO por estar sufriendo nuevos episodios de acoso escolar o 'bullying', parecidos a los ya denunciados el pasado año. Consideramos que no se ha aplicado por el centro escolar el protocolo de actuación en tales supuestos, según la Orden de 20 de Junio de 2011 de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía», se lee en la denuncia, a la que ha accedido IDEAL. Ahora será el juez quien decida.

La chiquilla -según el relato de su madre- no soporta más la situación a la que la someten algunas compañeras: «Le dicen que está loca. El año pasado eran unas y este año, que ha cambiado de clase, son otras, pero del mismo círculo». «Además se meten con su físico pese a que ha tenido una gran pérdida de peso. Bajó más de 30 kilos -porque siempre había tenido sobrepeso- y aún así la llaman por su mote antiguo. La acusan de esquizofrénica. Ha vivido cosas muy duras, incluso desde el colegio ya se mofaban de ella, y hay que hacer justicia», apostilla la progenitora.

La madre de la presunta víctima narra que cuando la menor -«muy buena estudiante y responsable»- dejó de ir al instituto hace mes y medio empezó a seguir el curso y a hacer los exámenes con los profesores de apoyo de la unidad de Salud Mental de Granada capital, donde acudía esporádicamente desde que ocurrió el primer enfrentamiento con las compañeras el año pasado.

Al día siguiente de que la chiquilla empezara a ausentarse del centro educativo, la madre lo puso en conocimiento del tutor y unos días después -el 23 de febrero de 2016- lo hizo saber por escrito a la Delegación de Educación en Granada. «Nosotros estamos pendientes de mantener una reunión con la familia y con su abogado la semana que viene. Además, en el instituto se han tomado medidas por parte de orientadores, profesores...», explicaron ayer a IDEAL fuentes oficiales de Educación, quienes aseguraron estar investigando el caso y aplicando el protocolo.

La familia se queja de que la menor, desbordada y en tratamiento psicológico, es la víctima, pero se ha visto obligada a dejar de asistir a sus clases normales «con el conocimiento de su centro escolar» y como única salida han encontrado el aula del hospital de día. «Para ello se tiene que desplazar de lunes a viernes desde el pueblo, acompañada por sus padres, hasta tanto no se normalice, se apliquen o tomen las medidas que corresponden en tales casos por el instituto», apostillan los progenitores.

Fiscalía lo archivó por la edad

En este caso llueve sobre mojado. Como antecedentes de los hechos ahora denunciados ante el juez, en mayo de 2015 la familia ya acudió al médico de su pueblo tras sufrir la menor un ataque de ansiedad «vinculado a un episodio en el colegio».

Entonces, su doctor activó el protocolo de detección de acoso escolar y se abrieron diligencias preliminares por la Fiscalía de Menores de Granada. «Las mismas fueron archivadas con fecha 18 de junio de 2015, tras verificar que las menores implicadas entonces no contaban todavía con 14 años», figura en la denuncia presentada en el juzgado alpujarreño.

La Fiscalía, no obstante, les dijo a los padres el verano pasado que se había procedido a dar cuenta a las autoridades administrativas competentes para actuar en protección de la menor. «Interesados los progenitores por las medidas adoptadas, no se ha recibido contestación alguna. Ellos mandaron también escritos dirigidos al Servicio de Protección de Menores, sin respuestas», explica el abogado de la familia.

Según Educación, el problema del año pasado entre la presunta víctima y otras dos niñas del colegio «quedó solucionado, con la mediación de Inspección y hubo conformidad por todas las partes».

Pero cuando arrancó el curso actual, la menor supuestamente acosada pidió cambiarse de clase -a la única no bilingüe del instituto- para estar lejos de sus presuntas acosadoras. «Antes de Semana Santa unas alumnas -del mismo círculo que el año pasado, pero diferentes- empezaron a decirle que la habían echado de bilingüismo por loca... son cosas muy graves. Mi niña dijo el 18 de febrero que no podía más. Mi hija tiene un expediente brillante, esto no es por vagancia. Además, a ella le ha afectado mucho -incluso ha padecido problemas alimenticios- cómo se trató su caso el año pasado, porque no le dieron la razón y con eso se ceban las demás. Queremos que esta denuncia formal se tramite y se comprueben los hechos y lo que proceda hasta su total esclarecimiento y responsabilidad civil y penal. También hay que buscar soluciones inmediatas a la situación actual junto a Educación», sentencia.

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