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Expediente del Seprona que constata que la fábrica estaba acabada y funcionando el pasado 2 de diciembre.
El alcalde de Otura recoge currículos para una empresa a la que paró la obra por falta de licencia

El alcalde de Otura recoge currículos para una empresa a la que paró la obra por falta de licencia

El Ayuntamiento suspendió teóricamente los trabajos a petición de los técnicos en julio, pero la nave de jamones está acabada y funcionando

M. V. Cobo

Sábado, 5 de marzo 2016, 01:01

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Una importante empresa del sector alimentario -en concreto, de jamones- puso sus ojos en la Villa de Otura para abrir unas instalaciones en una vieja nave que había que acondicionar. Solicitó licencia municipal el 26 de mayo, horas después de las elecciones locales, pero el técnico municipal estimó que no cumplía los requisitos. El 20 de julio la junta de gobierno suspendió cautelarmente las obras.

Sin embargo -y aunque está paralización no se levantó- los trabajos continuaron y la empresa empezó a funcionar. El 26 de octubre, el Ayuntamiento desestimó las alegaciones de la sociedad, volvió a reiterar la paralización e impuso una multa coercitiva de 600 euros.

Pero mientras el Ayuntamiento -y el técnico municipal- advertía reiteradamente de la ausencia de licencia de obras, el alcalde, Nazario Montes (PSOE), enviaba a la empresa una lista de nombres y currículos. La relación era tan cordial que la misma sociedad agasajó a los vecinos con una 'jamonada' en las fiestas populares; hasta mil raciones.

El expediente de la nave de jamones se abordó en el pleno de octubre. Fue la concejala de Ciudadanos en Otura, María Jesús Aguilera, quien denunció la existencia de una supuesta lista remitida desde el Ayuntamiento para trabajar en la empresa; algo que el alcalde inicialmente negó.

Este periódico tiene en su poder una serie de correos electrónicos atribuidos supuestamente al regidor, donde Nazario Montes facilita una relación de nombres a una persona vinculada presuntamente a la empresa. Este periódico preguntó el miércoles al alcalde por su autenticidad:

-Si le digo la verdad yo no recuerdo nada de eso. Ya estaban instalados cuando tomé posesión, hablaron conmigo, me explicaron el proyecto que tenían planteado. Siempre que crearan riqueza y trabajo, yo les iba a ayudar, dentro de la legalidad.

-¿Pero usted envió correos personalmente con nombres?

-¿A nivel mío? ¿Que yo haya mandado? Lo dudo. (...) No recuerdo específicamente como me lo está diciendo. Yo creo que... lo dudo.

El alcalde sí reconoce en cambio que el Ayuntamiento abrió un proceso de recogida de currículos para colaborar en la selección de personal de esa misma empresa que a día de hoy sigue funcionando sin tener todos los documentos en regla.

El 2 de diciembre, una unidad del Seprona de la Guardia Civil se personó en las instalaciones y constató que la nave estaba repleta de jamones -en buen estado y con todos los requisitos sanitarios, eso sí- pero no «presentaba licencia de actividad ni comunicación previa».

El primer edil defiende la compatibilidad de las dos actuaciones paralelas. Por un lado, asegura que se iniciaron los expedientes sancionadores y se impusieron multas coercitivas; pero también sostiene que se les ayudó en la selección de personal: «En el Ayuntamiento se abrió un proceso público en Facebook para la recogida de currículos. Eso es algo público y se hizo por ayudar a la gente», señala el regidor. Ayer, en el perfil de la red social del Consistorio otureño no se pudo encontrar el aviso al que hace alusión el alcalde.

El informe técnico

IDEAL ha tenido acceso al informe técnico en el que se relatan los incumplimientos de los que tenía conocimiento el Consistorio cuando facilitaron los datos de esos aspirantes a un empleo.

En junta de gobierno local, el 17 de noviembre, se acordó que los técnicos realizaran una visita a las instalaciones, donde pudieron comprobar que las obras de la nave habían terminado, pese a que se había dado orden de paralización. En el relato del técnico se explicita que el Ayuntamiento había otorgado la calificación ambiental favorable a la empresa, pero condicionada a otros requisitos, que posteriormente se comprobó que no cumplían.

Tras la inspección realizada por los técnicos se constata también que la actividad ya se está llevando a cabo, sin contar tampoco con la licencia preceptiva. Incluso perciben los especialistas que parte del aislante de la nave por algunas zonas se encuentra descolgado «estando el aislante al descubierto, por lo que independientemente del ejercicio de la actividad sin autorización municipal, se podrían estar incumpliendo condiciones higiénicas sanitarias», recoge el acta.

Tras la visita de los técnicos, emitieron un informe en el que apreciaban que la actividad que se lleva a cabo en esa nave, «sin haber dado cumplimiento a los condicionantes de la calificación ambiental emitida en junta de gobierno local (...) se puede tipificar como infracción grave». Este tipo de incumplimientos se castiga con multas de entre 1.000 y 6.000 euros y puede conllevar incluso la clausura temporal, total o parcial de las instalaciones.

El redactor del informe, que expone las sanciones que se pueden tomar, considera también necesario que los hechos se pongan en conocimiento del Distrito Sanitario Metropolitano. También se informó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Según señalaron desde el Ayuntamiento, la empresa ha presentado un recurso de reposición por no estar de acuerdo con la documentación que se le reclama. La empresa admitió el procedimiento administrativo y defendió que habían actuado conforme a la ley.

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