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Aves de Granada

Aves de Granada

25 años de observaciones en sierras, campos, costas y humedales certifican la presencia de más de 300 especies de avifauna silvestre

Juan Enrique Gómez

Lunes, 29 de febrero 2016, 00:32

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Caminan entre matorrales, carrizales, acantilados y orillas de ríos y humedales. Van armados con prismáticos, telescopios y un gran bagaje de conocimientos sobre el medio natural y sus habitantes. Son especialistas en la observación de aves, ornitólogos que desde hace 25 años realizan un exhaustivo seguimiento de la avifauna que habita en la provincia de Granada, tanto para conocer qué especies son sedentarias y viven todo el año en los diferentes ecosistemas granadinos, como las que llegan para invernar o pasar el verano, y aquellas que solo están de paso hacia otros lugares y utilizan este territorio como una etapa en sus migraciones. Juan Pérez Contreras y José María González Cachinero son los responsables del Inventario Ornitológico de la provincia de Granada, que posee dos ediciones, una para la década comprendida entre 1993 y 2002, y otra desde 2003 hasta 2012, para las que contaron con la participación del responsable de la Estación Ornitológica de Padul, José Manuel Rivas Fernández. «Desde 2013 los inventarios se han convertido en anuarios y hemos finalizado ya el de 2015, por lo que en realidad se ha completado un cuarto de siglo de observaciones de la aves granadinas», afirma Juan Pérez, a quien apasiona la tarea de estudiar y certificar la presencia de especies de aves en un territorio que considera de suma importancia por sus singulares características geofísicas y biológicas, donde se encuentran todos los pisos bioclimáticos mediterráneos, desde la cota cero a la mayor altitud peninsular y todo ello a orillas del mar de Alborán».

El cuaderno de campo de la avifauna

  • Las aves de Granada tienen un espacio en Internet donde ornitólogos dan a conocer sus citas, exponen qué, cuándo, cómo y dónde han observado determinadas especies. El blog se llama 'Cuaderno de Campo de las Aves Granadinas' y está coordinado por Juan Pérez, en la dirección

  • http //cuaderno-campo.blogspot.com.es/

Reconocen que Granada no es una de las provincias con mayor presencia de aves, sobre todo si se compara con otras como Cádiz, donde se concentran los pasos migratorios y el gran estuario del Guadalquivir, pero sí se trata de un territorio donde habitan un porcentaje muy alto de las aves de la península Ibérica. A lo largo de estos 25 años, han detectado una continuidad en el número de especies presentes en su ámbito de observación, con escasas oscilaciones. En Granada habitan de forma anual, un total de 250 especies, aunque a lo largo de la última década se llegaron a observar hasta 312. «Son cifras realmente importantes, ya que suponen alrededor de un 80% de la avifauna que habita en España», afirman los ornitólogos, que señalan que un dato a tener en cuenta es que 148 especies se reproducen en el territorio provincial. Las aves sedentarias y, por tanto reproductoras, son un 23% del total de las observadas, como por ejemplo, el cernícalo y algunas realmente escasas y difíciles de ver como el calamón. Otras como los coloristas abejarucos o las golondrinas, aunque son únicamente estivales, es decir que llegan para pasar el verano, también son reproductoras y constituyen un 13% del total. Las que prefieren las tierras granadinas para invernar, como es el caso de zorzales o algunas especies de gaviotas, como las sombrías, son un 25%, y las de paso, las que solo están presentes durante las migraciones, suponen un 30% de las observadas, con especies como el halcón abejero y la tarabilla norteña. También las hay ocasionales, que se ven de forma puntual. Suponen un 9% del total provincial. Son especies no habituales, como el buitre negro.

Serie histórica

Los inventarios ornitológicos y ahora los anuarios realizan un compendio de 25 años ininterrumpidos de observación científica, lo que constituye la mayor base de datos sobre avifauna existente en Granada y en gran parte del territorio peninsular. Datos con los que es posible conocer los efectos del cambio climático. «Hemos observado especies que hasta hace poco tiempo invernaban en África y actualmente empiezan a hacerlo en Granada. Es el caso de la abubilla, codorniz y águila calzada, por ejemplo. También vemos que otras, procedentes de África, se han instalado en Granada, como el vencejo cafre y el camachuelo trompetero. Además, algunas crían cada vez a mayor altitud como el vencejo pálido y el acentor alpino», afirman.

También han podido establecer cuáles son las principales amenazas para las aves, sobre todo por el efecto negativo que provocan algunos usos de los espacios naturales por parte del hombre. «La pérdida y fragmentación de hábitats, con la destrucción y contaminación de humedales, la transformación de estepas en zonas de cultivo, la presión urbanística y el calentamiento global se han convertido en amenazas evidentes, a las que hay que añadir, la persecución de las aves por caza ilegal, el expolio de nidos y el uso de venenos. También hay que tener en cuenta la electrocución y los choques con tendidos eléctricos», dicen Juan Pérez y José María González, para quienes observar la avifauna, además de estudio e investigación científica, es una actividad sumamente gratificante: «Son de fácil observación ya que existen muchas especies que en su mayoría son diurnas y ocupan todos los hábitats. Es fácil disfrutar de esta actividad porque solo hacen falta unos prismáticos y una guía, y en una mañana es posible detectar y conocer medio centenar de especies», dicen. Recomiendan una serie de lugares a tener en cuenta para observar aves: «En áreas de montaña, Sierra Nevada y las sierras de Castril y Loja; para hábitats esteparios, las hoyas de Guadix- Baza y el Temple; en zonas agrícolas, las vegas de Granada y Motril; en humedales, la Charca de Suárez, Padul, y los embalses de Cubillas y Negratín; en el litoral, el cabo de Sacratif».

Hay lugares donde es posible encontrarse con sorpresas, como encontrar garcillas cangrejeras entre las aneas de la Charca de Suárez, donde es posible observar decenas de especies en una sola jornada, algunas de ellas en peligro de extinción y difíciles de ver como la focha moruna, y otras de gran belleza como el martín pescador, y donde es posible disfrutar de la elegancia de las garcetas mientras buscan alimento en las lagunas. Gracias a la gran altitud de Sierra Nevada, podemos ver aves que prefieren las cumbres, como el acentor alpino, y en diversos espacios naturales, encontrarnos con los extraños chotacabras, de hábitos crepusculares escondidos en el suelo, mimetizados con su entorno, deleitarnos con el paso de águilas reales, las evoluciones de parada en pleno vuelo de los cernícalos, las zambullidas en picado de los alcatraces para pescar en las cercanías de las costas, observar parejas de chovas entre los cascajares de la sierra, e incluso encontrar el mito de lo inalcanzable, un mirlo blanco.

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