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Rafael Vílchez
Domingo, 30 de agosto 2015, 01:41
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Los gigantes y cabezudos de Dúrcal han vuelto a cobrar vida en la víspera de las fiestas en honor a San Ramón Nonato desfilando por las calles del municipio junto a charangas, comparsas, bandas de música, caballistas, bailarinas, titiriteros y grupos de gente muy divertida. El origen de la tradición de los gigantes y cabezudos en España data de la Edad Media. Las primeras referencias escritas en novelas son del año 1201 en Pamplona. Muchos de los gigantes y gigantas y cabezudos y cabezudas que desfilan en Dúrcal son populares y reconocibles y fueron elaborados hace unos años por el célebre lugareño e interminable contador de chistes Antonio Palacios Terrón.
Los gigantes y gigantas de Dúrcal son figuras de varios metros de altura portadas por personas que quedan tapadas con los ropajes y que las hacen bailar e inclinar con muchos bríos al son de la banda de música. Cada figura posee una disimulada y pequeña abertura para que pueda respirar y ver el exterior el que la porta. La giganta y el gigante más altos y varios cabezudos son muy antiguos. Los demás personajes que desfilan no son tan viejos. En los cabezudos destacan los perseguimientos a la gente y la proporción de su cabeza para dar un efecto más cómico. Las figuras se suelen realizar con cartón-piedra, poliéster o fibra de vidrio.
Muchísima gente de la comarca del Valle de Lecrín suele acudir también al desfile de los gigantes y cabezudos de Dúrcal porque y junto a los pasacalles impregnan el pueblo de ilusión, colorido, música y fantasía. Este año hasta han desfilado a las mil maravillas montados en dóciles animales Don Quijote y Sancho Panza. La legendaria y famosa orquesta local Los Diablos Negros, un año más acomodada en un vehículo ha actuado en vivo y en directo durante todo el trayecto para animar aún más el desfile. Las fiestas de San Ramón, con una programación amplísima para todas las edades, comenzaron el día 28 y finalizarán el 31.
Las fiestas de San Ramón llevan celebrándose en Dúrcal desde principios del siglo XIX cuando la zona se vio devastada por terremotos. La imagen de San Ramón, que en Dúrcal es procesionada en la tarde del 31 de agosto, se representa con la boca sellada por un candado porque, y según cuenta la leyenda, se lo pusieron al santo en Argel para que dejara de predicar la religión católica. En estas fiestas se suelen degustar grandes cantidades de higos chumbos acompañados con copitas de anís para mantener viva la tradición. Estas fiestas no son patronales. El patrón de Dúrcal es San Blas bendito y también tiene su fiesta.
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