La Diputación convertirá la casa de Martín Morales en centro de divulgación de la Alpujarra

Todo el mundo en Carataunas sabe donde está El Trance. Durante años, este cortijo situado en el corazón de la Alpujarra fue el lugar desde el que Francisco Martín Morales, el mítico dibujante Martínmorales, explicó con fina ironía la actualidad del país. También aquí ideó muchos de los carteles con los que esta localidad granadina ha venido anunciando sus fiestas estos años atrás, un esfuerzo realizado siempre de forma de gratuita que sirve como prueba de la vinculación del periodista con el lugar que le acogió cuando era solo un joven.

Ahora la familia de Martín Morales ha llegado a un acuerdo para vender esta casa a la Diputación de Granada, que convertirá la vivienda y sus diferentes espacios en un centro dedicado a la promoción y la divulgación de la Alpujarra. Los trámites se encuentran muy avanzados, a falta solo de la rúbrica de los responsables del órgano provincial y la familia. Una vez cerrado, la institución que preside Sebastián Pérez pondrá en marcha el que es el primer paso del nuevo esfuerzo para conseguir la declaración de la comarca como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La idea es convertir este enclave tan especial de Carataunas en un centro de divulgación y promoción de la Alpujarra, paisaje cultural. La casa, que debido a su uso como vivienda deberá ser reformada presumiblemente para adaptarse a las necesidades del proyecto, se convertirá en la oficina permanente del equipo que trabaja para lograr la declaración como Patrimonio de la Humanidad. La Diputación sumará así un nuevo espacio de difusión de las riquezas de la comarca a los que ya administra en Ugíjar, inaugurado tan solo hace unos meses, y en Capileira.

Por otra parte, la recuperación de la casa-estudio de Martín Morales implicaría también la puesta en marcha del proyecto para musealizar la misma. La idea, que ha calado profundamente en la familia del dibujante, es que el espacio acoja una muestra permanente del artista, una exposición que estaría compuesta por fondos inéditos conservados por la familia en estos momentos. «Esto es algo muy singular porque no se trata de exponer obras conocidas, sino trabajos inéditos que Magdalena la mujer del artista guarda como oro en paño», explica el vicepresidente de la Diputación José María Guadalupe.

Apuesta personal

El lugar brindaría así un doble homenaje al mítico periodista. Por una parte, la Diputación haría a Martín Morales partícipe de la aventura por conseguir la declaración de la Unesco y, por otra, daría testimonio de la importantísima labor de creación realizada por el autor desde este paraje.

La idea para poner en marcha un centro de difusión de la comarca en una vivienda típica alpujarreña parte personalmente del presidente de la Diputación. Dentro de las acciones que el ente provincial está llevando a cabo para lograr el objetivo de la declaración, Sebastián Pérez encabezó la búsqueda de un espacio que se adecuara a las necesidades del equipo que trabaja en la operación y que poseyera el espíritu especial que poseen las casas de la comarca. Así topó con El Trance, un lugar marcado por la impronta creadora de Martín Morales y que además conserva rasgos tan alpujarreños como los huertos o los balcones abiertos al magnífico paisaje de Carataunas.

Una vez que el acuerdo quede finalmente cerrado, algo que sucederá en las próximas semanas, el ente provincial iniciará nuevos proyectos centrados en la comarca. Entre ellos se encuentra la publicación de un libro que recoge fotografías singulares de la comarca y de sus habitantes como soporte de una selección de poemas del Premio Nacional de Literatura y premio internacional Federico García Lorca de Poesía Rafael Guillén inspirados en la Alpujarra. El título servirá de acicate para lograr la declaración de la Unesco, una apuesta que la Diputación no abandona pese a las dificultades surgidas meses atrás y a la que ahora se sumará el granito de arena de Francisco Martín Morales, el insigne Martínmorales.

Una vida dedicada al periodismo en un paisaje silencioso

Aunque no nació a la sombra de Sierra Nevada, Francisco Martín Morales es por sí mismo hijo de Granada y uno de los más importantes embajadores de la Alpujarra. Aquí se radicó durante muchos años y aquí es aún recordado, ahora que un desgraciado accidente , del que se recupera felizmente, le ha obligado a cambiar el silencioso paisaje de Carataunas por el traqueteo constante de las calles de la capital nazarí. El dibujante, premio Mingote en 1996, dedicó su vida al periodismo, una labor que ejerció con una sagacidad y un humor únicos. A pesar de que la profesión le llevó en ocasiones más allá de Sierra Morena, siempre portó a Granada en la punta de la lengua siendo durante décadas un gran difusor de las tradiciones y costumbres de la Alpujarra.