Año negro en las carreteras granadinas
El último accidente de tráfico en la A-92 a la altura de Salar suma ya 35 muertos, siete más que en todo 2013
José Ramón Villalba
Domingo, 14 de septiembre 2014, 00:17
El estallido de una rueda de un camión pudo ser la causa del accidente que ayer se cobró otra vida en la A-92, a ... la altura de Salar. Con el de este sábado, ya son 35 las personas que han muerto en las carreteras de la provincia de Granada en lo que va de año.
El conductor del camión accidentado salió ileso del suceso, mientras que las dos personas que se encontraban en el turismo, una falleció y la otra, una mujer de 54 años de edad, fue trasladada por un helicóptero del 061 hasta el Hospital Traumatológico de la capital granadina en estado "grave".
Según datos de la Dirección General de Tráfico, las personas mayores de 64 años representan el 17% de la población española, el 12% del censo de conductores, y suponen el 23% de los fallecidos y el 14% de los heridos graves por accidente de tráfico. A nivel nacional, el grupo de edad comprendido entre los 65 y 74 años fue el único que creció en número de muertos en accidente el pasado año, creciendo un 2% mientras que todos los demás bajaron. A partir de los 75 años se registra mayor porcentaje de mortalidad en peatones. La mayor tasa de riesgo la encontramos en conductores entre 75 y 84 años, en cuyo grupo se producen 108 fallecidos por millón de habitantes.
Las proyecciones indican que en un plazo de veinte años uno de cada cuatro conductores será mayor de 65 años (ahora la proporción es uno de cada diez). La ampliación en un escenario así de la vigencia del carné de conducir para los mayores de 70 años ha causado inquietud entre responsables y especialistas de tráfico.
Existe un límite de edad «por abajo» para poder tener carné de conducir, pero no hay límite de edad «por arriba» para retirarlo. Los 18 es la edad legal establecida para poder presentarse a las pruebas de Tráfico y obtener el permiso mediante un examen teórico y otro práctico, que determinará la capacidad del joven para ponerse al volante sin ser un peligro ni para él, ni para el resto de los conductores. En cambio, no hay una edad límite, ni ninguna prueba específica que determine cuando una persona mayor ha perdido los reflejos y ya no está capacitada para conducir. Las pruebas médicas que pasan todos los conductores cada vez que tienen que renovar el carné son las únicas a las que se enfrentan. Este examen trata de comprobar la visión, la audición y no mucho más.
Un aumento inexplicable
No hay ninguna razón capaz de explicar este aumento de víctimas mortales en este periodo, sobre todo porque el número de accidentes con heridos y fallecidos es prácticamente el mismo en los periodos comparados de los dos años: 493 en 2013 y 499 en 2014.
Los expertos siguen apuntando a la «distracción» como la principal causante de los accidentes mortales. Y desde la Jefatura Provincial de Tráfico se subraya, además de esta causa, el hecho de no respetar las normas de circulación y el exceso de velocidad.
El 'Primer barómetro de la distracción en España', elaborado por el RACE, Castrol y BP, recoge que el 77% de los automovilistas resta atención a la carretera cuando va en compañía de otras personas y niños, hasta el punto de que tres de cada cuatro conductores que viajan con menores se vuelven o miran por el retrovisor a los pequeños que están en el asiento trasero. Uno de cada diez encuestados en el barómetro reconoce haber sido sancionado por una distracción y tres de cada diez dicen conocer la sanción por utilizar el teléfono móvil sin manos libes, usar auriculares o manipular el navegador, pero, en realidad, de ese 30%, solo seis de cada diez han respondido correctamente qué 'castigo' tiene.
El Reglamento General de Circulación establece que el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, de forma que pueda garantizar su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. Respecto a las sanciones, se establece como infracción grave, con una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos, el conducir utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente en la conducción.
El exceso de velocidad es otra de las infracciones más comunes entre los conductores granadinos. Una de cada tres denuncias de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico durante el pasado ejercicio se debió a esta causa, según datos de la propia Jefatura provincial de Tráfico. El número de multas formuladas por exceso de velocidad el pasado año se elevó a 30.539, con una media de 84 por día.
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