Descerrajan dos disparos de escopeta a un joven para robarle las almendras de su nave

Un joven de 26 años recibió la madrugada del martes dos disparos con una escopeta de cartuchos que lo dejaron malherido en la espalda y en un brazo, pero logró sobrevivir al no quedar dañado ningún órgano vital. El suceso se registró en Almontaras, una pedanía de Castril, concretamente a dos kilómetros de este núcleo urbano donde la familia de este agricultor dispone de una nave donde guardaban más de 25.000 kilos de almendra.

El joven decidió esa noche irse a dormir a una caseta contigua a la nave por el temor a sufrir un robo de las almendras ya recogidas. El precio de este fruto es de dos euros el kilo, lo cual convierte en una auténtica joya una cosecha de este producto.

«Le dije que no fuera. Si roban no vas a poder hacer nada le comenté, pero él se empeñó y se marchó», contó ayer la madre del joven, quien pidió que no apareciera su nombre en esta información.

La víctima no advirtió que al perro encargado de guardar la nave y la finca lo habían matado poco antes de su llegada. Eran casi las doce y la noche no deja un claro para ver nada. «Se acostó en la caseta y alguien comenzó a tirar piedras pequeñas contra la ventana y el tejado. Fue una forma de hacerlo salir», explicó su progenitora. El joven se asomó al porche de la caseta y le dispararon por la espalda a cierta distancia. Se giró, y le metieron más plomo en el brazo.A partir de ahí, solo le quedaron fuerzas para coger el coche y poner rumbo al domicilio familiar donde llegó como pudo, ensangrentado y pidiendo ayuda.

«Llamamos a la Guardia Civil que vino en muy pocos minutos.La ambulancia se llevó a mi hijo al Hospital de Baza donde lo ingresaron primero y después lo trasladaron al de Traumatología». Al cierre de esta edición estaba pendiente de pasar por el quirófano y se encontraba ingresado en el área de Observación de Traumatología sin que su vida corra peligro.

El ladrón o los ladrones se encontraban en la finca antes de la llegada del herido. Ya tenían preparados distintos sacos repletos de almendras para llevárselos y seguramente la aparición de la víctima les estropeó el plan. No quedó o quedaron contentos con los dos disparos descerrajados contra este joven, después de la huida de la víctima cargaron un remolque de almendras con la intención de robarlo pero decidieron abandonarlo a quinientos metros de la nave.

Las almendras almacenadas en esa nave son el fruto del trabajo de todo un año de siete personas, todas de la misma familia. «No es justo que después de un año trabajando vengan ahora a hacernos daño para robar. Queremos que se investigue este caso a fondo».

La Guardia Civil ha confirmado a este periódico que hay abierta una investigación para tratar de dar con el paradero de los delincuentes que atacaron a este joven y en estos momentos hay un importante número de efectivos trabajando en este caso. Mientras tanto, la víctima se recupera de las heridas.