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La presa de Canales, un entorno impresionante que a veces pasa desapercibido.
Agua y trincheras

Agua y trincheras

Ruta entre Quéntar y Güéjar Sierra, un paseo entre historia y naturaleza

ALEJANDRO MOLINA

Sábado, 16 de agosto 2014, 00:49

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No se puede ser ciclista en Granada y no haber subido a las presas de Quéntar y Canales. A pesar de su popularidad, su entorno está cargado de lugares llenos de historia y curiosidades que a menudo pasan desapercibidas para la mayoría de los deportistas que suben hasta allí.

Un sencillo recorrido circular con salida y llegada en el pueblo de Pinos Genil es una buena opción para redescubrir en poco tiempo estos dos impresionantes enclaves. Se debe advertir que esta es una ruta con pocos kilómetros de tierra, aún así, sigue siendo una buena opción para bicicleta de montaña.

Comenzando el camino desde las inmediaciones de Pinos Genil, se debe tomar la carretera que conduce hasta el pueblo de Dúdar y posteriormente a Quéntar. Desde este último, la subida hasta la presa se hace por un tramo de algo más de cuatro kilómetros. Hay que tomar el desvío que sale a la derecha por la carretera que cruza la presa (aquí hay una fuente donde reponer fuerzas).

Siempre merece la pena detenerse a contemplar esta impresionante masa de agua, aunque se haya visitado la zona muchas veces. El embalse de Quéntar fue inaugurado el 11 de mayo de 1976 y está asentado en el cerro de los Bermejales y el cerro del Castillejo. Su muro tiene una altura de algo más de 100 metros y capacidad para 13 millones y medio de metros cúbicos. Junto con la de Canales, suministran agua a Granada capital y la vega.

Una vez que se cruza la presa, hay que continuar la carretera, cada vez más estrecha, por una empinada cuesta hasta que se termine el asfalto. Este será el único tramo de tierra de toda la ruta. Son algo más de 4 kilómetros por una pequeña pista bastante divertida y sin dificultades técnicas. El tramo discurre por los cortijos de Prado Montero y la Argumosa. Precisamente es al llegar a este último cuando volvemos a encontrarnos con el asfalto. Desgraciadamente, la ascensión desde la Argumosa hasta el collado de la Trinchera ya no se puede hacer por pista forestal debido a esta nueva carretera. Esto le resta mucho encanto a la zona, aunque el enclave sigue siendo muy bonito. Entre las curiosidades de esta parte del camino, está una tremenda encina junto a la carretera cuyo tamaño llama la atención en este tipo de árboles.

Este es, sin duda, el tramo más duro de la jornada. Aproximadamente 2.5 kilómetros de subida hasta el collado de la Trinchera, donde hay rampas de hasta el 18% de desnivel. Poco antes de coronar, justo al salir del Cortijo de la Argumosa, se llega a un cruce que debe tomarse a la derecha, en dirección a Güéjar Sierra. Si se hiciera a la izquierda se llegaría al cortijo rural de la Fuente de la Teja. Es una buena opción si se quiere alargar un poco la ruta.

Testigos de la guerra

El alto de la Trinchera está ubicado bajo los cerros del Toril (1.560 m) y el Calar (1.865 m). Su nombre da testimonio del paso de la Guerra Civil por la zona, que dejó en las inmediaciones una trinchera, un búnker y un nido de ametralladoras. No es posible verlos desde este lugar. Si se desea, es más recomendable hacerlo a pie a través de una ruta que parte desde el barrio alto de Güéjar Sierra. Estratégicamente la zona fue importante durante la contienda porque estaba en el límite entre los dos bandos. Mientras que Granada y su Área Metropolitana pertenecían al bando nacional, la capital de la Granada republicana se instaló en Baza.

Parada

Lo que si se divisa desde este punto es el embalse de Canales, pero antes habrá que hacer una siguiente parada en Güéjar, a donde llegamos por su barrio alto. Justo a la entrada se encuentra la fuente de los 16 caños, donde se pueden reponer fuerzas. Si no se dispone de mucho tiempo, es posible acceder desde este punto a la carretera que conduce a Granada, pero siempre es aconsejable bajar por las cuestas del pueblo hasta la plaza del ayuntamiento. Esta localidad merece la pena tanto por su arquitectura como por la gastronomía.

Ya de vuelta al punto de partida de la ruta, se pasa junto a la impresionante presa de Canales, inaugurada en 1988 y que fue motivo de controversia en su día por inundar la localidad de la que toma el nombre. Es una presa de tipo materiales sueltos con núcleo de arcilla y planta ligeramente curva. Su altura sobre el cauce es de 146 metros.

Desde aquí, tan sólo resta hacer una agradable bajada hasta Pinos Genil. En caso de querer regresar hasta Granada Pedaleando, la mejor opción es hacerlo por el carril que discurre paralelo al río hasta llegar al 'camino del colesterol', ya en la capital.

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