Cierran los colegios electorales en Colombia en una jornada de aparente apatía electoral

Al menos 10 guerrilleros colombianos, que intentaron sabotear las elecciones presidenciales, han muerto hoy, mientras las autoridades han informado de que hay calma en el país, aunque apreciaban una aparente apatía del electorado a la hora de votar.

Por su parte, el presidente de Colombia Álvaro Uribe ha invitado a los ciudadanos "a votar en la fiesta de la democracia", tras depositar el sufragio con su esposa Lina y sus hijos, Tomás y Jerónimo, varios ministros y altos cargos, en una mesa del centro de Bogotá. "Quiero invitar a los colombianos a hacer posible esta fiesta de la democracia. Quiero agradecer a los miles de compatriotas que atienden hoy las mesas electorales y agradecer el heroísmo de los soldados y policías de la patria (...) para que los colombianos puedan ejercer este bello derecho".

Los colegios electorales en Colombia han abierto hoy a las 08.00 hora local (15.00 GMT) para la primera vuelta de las elecciones presidenciales, a la que están llamados más de 26,7 millones de colombianos que eligirán en los 9.820 puestos de votación a uno de los seis candidatos a la Presidencia, aunque todas las encuestas dan como claro favorito al actual presidente, Álvaro Uribe, que en los sondeos supera el 53% de apoyo electoral. El único rival con probabilidades de hacer sombra al presidente Uribe es el ex magistrado y ex presidente de la Corte Constitucional Carlos Gaviria, candidato por el izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) que ha superado en intención de voto en las últimas semanas a Horacio Serpa, candidato del Partido Liberal. Los electores recibirán una tarjeta en la que aparecen los seis candidatos presidenciales con sus compañeros a la Vicepresidencia, todos identificados y con sus fotografías, así como con el nombre de sus respectivos partidos. También aparece una casilla en blanco para el que quiera votar así.

En primer lugar aparecen el oftalmólogo Carlos Rincón Barreto, del Movimiento Político Comunal y Comunitario, y su compañero para la Vicepresidencia, Guillermo Cardona. Enseguida, el ex ministro de Justicia Enrique Parejo González y su compañero, Felipe Cárdenas, del Movimiento de Reconstrucción Democrática Nacional. La tercera casilla corresponde al presidente Uribe y al vicepresidente Francisco Santos, por el movimiento Primero Colombia. Luego en la parte superior de la tarjeta y al extremo derecho, Carlos Gaviria Díaz y Patricia Lara, del "Polo Democrático Alternativo (PDA). Abajo, en la primera casilla de la margen izquierda, aparecen las fotografías de Horacio Serpa e Iván Marulanda, del Partido Liberal (PL), y enseguida el candidato que se retiró de la contienda electoral, pero que quedó impreso en las tarjetas, Álvaro Leyva Durán. Finalmente, Antanas Mockus y Maria Isabel Patiño, de la Alianza Social Indígena, antes del cuadro por el voto en blanco, que cierra la tarjeta.

Los resultados comenzarán a conocerse, ya con cierta fiabilidad, hacia las 19.30 horas (2.30 GMT), según las previsiones de la Registraduría, organismo encargado de ello. Si ninguno de los candidatos consiguiese la mayoría absoluta en esta convocatoria, los dos más votados se enfrentarán en una segunda vuelta en próximo 18 de junio.

Combates contra la guerrilla

El ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt, señalaba al promediar la jornada electoral que los hechos violentos, en los que también han muerto tres militares y otros varios han resultado heridos, "son menores y no comprometen" la jornada de los comicios. Pretelt animó a la gente a votar para elegir al nuevo presidente colombiano para el período 2006-2010, y destacó que las autoridades garantizan la seguridad. Unas horas antes, el ministro de Defensa, Camilo Ospina y el director de la Policía, general Jorge Daniel Castro, informaron de que las elecciones se habían iniciado "en calma". El general Castro, sin embargo, informó de los que llamó "un hecho menor", el abandono de un autobús, con explosivos, en una "carretera secundaria" del departamento sureño de Tolima, que finalmente fue desactivado y retirado de la vía.

Cuatro guerrilleros, de los que no se conoce a qué grupo pertenecían, murieron cuando viajaban con un artefacto, cerca de la localidad de Tame en el departamento de Arauca este, informó por su parte el general Mario Montoya, comandante del Ejército. En el norte del país, otra fuente militar informó de la muerte de otros dos rebeldes de las FARC, también con explosivos, en Mingueo, cerca a Santa Marta capital del departamento del Magdalena. Mientras, en Los Farallones, cerca a Cali, capital del Valle, suroeste, otras tres personas, de la que se desconoce a qué organización pertenecen y que colocaban minas antipersonales, fueron abatidas por el Ejército. Cerca a San Calixto, municipio del departamento de Norte de Santander, nordeste, se dio cuenta de la muerte de tres militares y de las heridas recibidas por varios soldados, tras una emboscada tendida por guerrilleros de una organización aún por determinar. En ese territorio, vecino a Venezuela, actúan facciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Naconal (ELN), así como un pequeño reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL).

En Bogotá, unos dos centenares de policías, en un registro en la Universidad Nacional, encontraron explosivos, gasolina y otras sustancias, empleadas en la fabricación de bombas. La operación en la principal casa de estudios superiores de Colombia, dijo la Policía, contó con el consentimiento de sus directivos. En otras zonas del país, principalmente en la costa Atlántica, distintas autoridades lamentaron la escasa afluencia a las urnas. En otros casos, los votantes se quejaron de la demora para ejercer ese derecho e incluso de la tardanza para recibir los materiales electorales y ser marcados con tinta indeleble. Las autoridades informaron de otros delitos menores, como el hecho de que algún ciudadano pretendió votar dos veces o la detención de algunas personas "por violación a la ley seca" y que se presentaron a los colegios electorales "totalmente ebrios".

Espectacular despliegue de fuerza

A los 220.000 miembros de la Policía, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, se suman unos 100.000 de otros organismos de seguridad e inteligencia estatal para la vigilancia de los comicios y en lugares estratégicos. Las elecciones "se celebrarán en todos y cada uno de los 1.098 municipios" del país, "en 55.510 mesas dispuestas en Colombia y 746 en el exterior", recordó ayer la registradora nacional del Estado Civil, responsable de los comicios, Almabeatriz Rengifo. La funcionaria insistió que "todas las garantías de seguridad están dadas" tanto para jurados, testigos y veedores de los partidos así como para los votantes.

El ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt, por su parte, reiteró horas antes de la jornada, que se han movilizado hombres de todas las fuerzas a casi todo el país. Es "un despliegue de fuerza como nunca se ha tenido", y precisó que el 99% del territorio "está cubierto" para garantizar la seguridad. Ese otro 1% restante, explicó, son lugares en los que tradicionalmente nunca ha pasado nada. Entre el jueves y el viernes pasados empezó a regir en distintas ciudades y pueblos de Colombia la prohibición a portar armas, aún con salvoconducto. Otras medidas para garantizar la tranquilidad que adoptaron las autoridades tienen que ver con la prohibición a la venta y consumo de bebidas alcohólicas en lugares públicos, y a la restricción, asimismo, del transporte de escombros y de cilindros de gas, así como de acompañantes de motociclistas.

Hace pocas semanas la principal guerrilla del país, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), anunció que no iba a interferir en las elecciones, aunque sí se han registrado en los últimos días sabotajes y combates en distintas regiones. En la madrugada del sábado en una zona montañosa del departamento norteño de Bolívar, tres infantes de marina y un guerrillero murieron en una emboscada tendida por las FARC y el viernes el estallido de un coche bomba en Puerto Gaitán, Llanos Orientales, atribuido a la misma organización, dejó tres mujeres heridas.