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la defensa logra que conste durante el juicio en la audiencia

Las actas de Orain que implican a Alegría como enlace de ETA siguen sin aparecer

El Fiscal y la AVT se basan en esos documentos para acusar a Alegría de actuar como mediador entre la editora de Egin y la banda terrorista

EFE | MADRID

Martes, 7 de marzo 2006, 01:00

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La defensa de Xabier Alegría, principal acusado en el juicio a 55 presuntos miembros de organizaciones del entorno de ETA, ha hecho constar hoy que las actas del Consejo de Administración de Orain, editora del diario EGIN, que el procesado supuestamente hizo llegar al etarra José María Dorronsoro, no están entre los efectos que le fueron intervenidos al etarra.

El tribunal de la Audiencia Nacional, que preside Angela Murillo, ha adoptado esta decisión después de que las defensas pidieran que se suspendiera el juicio al no encontrarse los citados documentos, que le fueron intervenidos en 1993 a Dorronsoro y cuya exhibición había solicitado la abogada de Alegría, Arantza Zulueta, para poder interrogar sobre ellos a su cliente. "No han sido encontrados los documentos solicitados por la defensa", ha anunciado el secretario judicial tras el receso de unos veinte minutos que acordó el tribunal para buscarlos. Ante esta constatación, la letrada ha recordado que el fiscal y la Asociación de Víctimas del Terrorismo se basan en esos documentos para acusar a Alegría de actuar de enlace entre el Consejo de Administración de Orain y ETA. Además, ha destacado que este mismo problema, el no encontrar ciertos documentos, se viene produciendo desde la incorporación a la causa de las diligencias 75/89 por estar desordenadas.

En ese momento, otras defensas han comenzado a reclamar al tribunal que ordenara esas diligencias y numerara los folios "para que se subsane de una vez por todas este defecto formal" bien por parte del juz instructor de la causa o por el tribunal, por lo que han pedido que se suspendiera el macrojuicio hasta resolver este problema. La incorporación de estas diligencias en diciembre provocó una de las suspensiones del juicio más largas, que ya acumula siete, al permitir el tribunal a las acusaciones instruirse acerca de las mismas durante casi dos meses. El tribunal ha consultado entonces sobre las reclamaciones de las defensas a las acusaciones, y el fiscal Enrique Molina ha considerado que no era precisa la exhibición del documento para preguntar a Alegría sobre si participó en esos consejos de administración. "No se puede exigir al tribunal la búsqueda de un documento que la defensa no ha encontrado", ha señalado Molina al dar a entender que la abogada desconocía el lugar en el que realmente se hallan esos documentos y por ello el secretario no los pudo encontrar, por lo que ha terminado por considerar que lo ocurrido no era "causa de suspensión" .

Tras retirarse a deliberar, el tribunal ha señalado que esta tarde resolverá sobre la puesta en orden de las diligencias 75/89 y ha propuesto a la defensa de Alegría que proceda a interrogarle sobre esos documentos cuando declare el policía que elaboró el informe acerca de los mismos. Zulueta se ha opuesto a ello al entender que de esa manera se vulneraba el derecho a la defensa de su patrocinado y pidió que se hiciera constar que no estaban esos documentos. Tras insistir varias veces el secretario en que esos documentos no habían sido encontrados pero que eso no significaba que no estuvieran, Zulueta ha conseguido finalmente que el tribunal dejara constar en acta que los documentos no están en la "caja de Dorronsoro". Fuentes de la defensa han comentado después a los periodistas que eso puede significar que si en algún momento aparecen esos documentos el tribunal no podrá decir que forman parte de los que le fueron intervenidos al etarra Dorronsoro, lo que desvirtuaría la acusación de que Alegría actuó como enlace entre la editora Orain y ETA.

Tras esta decisión del tribunal, Zulueta ha continuado con el interrogatorio a su cliente, quien ha negado haber pasado información a ETA acerca del diario EGIN y que tras la disolución de KAS pasara a tener responsabilidades en EKIN, considerado el aparato político de ETA que sucedió a KAS. Alegría, cuyo interrogatorio concluyó poco después, ha negado también que EKIN fuera una "reconstitución" de KAS, aunque ha admitido haber participado en algunas de sus reuniones, en una de ellas como "espectador" y en otras como miembro de Udalbiltza (asamblea de electos de Batasuna).

Arregi se escuda en presuntas torturas para justificar su declaración

Xabier Arregi, otro de los acusados en el juicio a 55 presuntos miembros de organizaciones del entorno de ETA, ha alegado hoy por su parte que sufrió torturas durante su detención para justificar el haber dado los nombres de los abogados Txema Matanzas y Natale Landa como responsables de EKIN, considerado el aparato político de la banda terrorista que sucedió a KAS. Al igual que ayer hizo el principal acusado en este juicio, Xabier Alegría, cuya declaración concluyó hoy, Arregi Imaz, para quien el fiscal pide 12 años de cárcel por integración en ETA, ha hecho un pormenorizado relato, sin ser interrumpido por el tribunal, de las supuestas torturas de las que dijo haber sido objeto cuando la Policía le detuvo en Bergara (Vizcaya) en el 2001.

"En ese contexto en el que puedes admitir de todo, hice las declaraciones que constan", destacaba Arregi como explicación de por qué durante su interrogatorio policial dio los nombres de Landa o Matanzas como responsables de EKIN o el de otras personas a las que supuestamente transmitía órdenes para la kale borroka. Tras su arresto Arregi ha declarado que "las acciones de 'kale borroka' son decididas en los niveles superiores de la organización EKIN y se transmiten por su estructura territorial", en la que ha situado a los dos abogados.

Durante el interrogatorio que le ha hecho su defensa, al negarse a contestar a las preguntas de la acusación, Arregi ha afirmado:"he sido militante de EKIN, pero no he sido militante de ETA. Son organizaciones diferentes". El abogado de Arregi, Aitor Ibero, ha solicitado también que le fueran exhibidas a su cliente unas cartas del preso Mikel Zubimendi que le fueron intervenidas en el registro de su domicilio, momento en el que se ha comprobado que la caja con los efectos que le fueron incautados no se encontraba entre las piezas de convicción, como asimismo ha ocurrido con los documentos relativos a Alegría.

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