Lariyani advierte de las «repercusiones» de llevar el programa nuclear iraní ante la ONU

Irán ha advertido hoy, a través del secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Lariyani, de que llevar el contencioso sobre su programa nuclear ante el Consejo de Seguridad de la ONU tendrá "repercusiones" para "las otras partes", y ha asegurado que no piensa abandonar sus planes para obtener energía atómica con fines pacíficos.

El aviso se produce un día antes de que la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se reúna en Viena para evaluar un informe del programa nuclear iraní que se espera sea remitido a la ONU. La Junta discutirá mañana sobre cómo tratar la insistencia iraní en continuar sus actividades nucleares, incluido el enriquecimiento de uranio, lo que susceptible de ser utilizado para la creación de armamento nuclear, aunque Teherán insiste en que sus fines son pacíficos.

"Aquellos que creen que vamos a retractarnos de nuestros proyectos de beneficiarnos de la energía nuclear si el asunto iraní es llevado al Consejo de Seguridad están equivocados", ha declarado Lariyani ante los periodistas, antes de añadir que Irán "está preparado para cooperar con las Naciones Unidas y otras instituciones, incluidos los estados europeos". Lariyani ha acusado sin embargo a los Estados Unidos de las polémicas surgidas en torno al contencioso iraní, y aseguró que EEUU las está utilizando para "ocultar sus problemas en Irak".

El secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní ha agregado que continuar con las negociaciones podría posibilitar que se alcance una solución aceptable para el actual punto muerto que viven las relaciones entre occidente e Irán. "Yo predigo más de una posibilidad, incluido el que la Junta de Gobernadores de una nueva oportunidad a los esfuerzos diplomáticos para futuras soluciones", ha asegurado. Sin embargo, el responsable iraní ha insistido en que su país tiene el "derecho a beneficiarse de la energía nuclear para propósitos pacíficos", una decisión tomada por el gobierno de Teherán que es "firme y definitiva".

"Si este asunto llega al Consejo de Seguridad, a las otras partes les esperan muchos problemas", sentenciaba al final de la rueda de prensa Lariyani, aunque sin especificar la naturaleza de esos problemas.