'Mujeres del Cucú': madres y abuelas de Granada que vuelan lejos del machismo

Ahora se siente otra, incluso se atreve a afrontar uno de sus mayores miedos: hablar en público de sus sentimientos. Pero sabe que en esa pequeña familia está a salvo y alejada de prejuicios y cotilleos. No tiene nada que temer, está en "casa". Durante esa reveladora tarde a la semana que comparten, este grupo conformado por casi una quincena de mujeres habla con sinceridad y cariño entre ellas. Cada palabra se respeta, cada historia se comparte, cada herramienta se estudia y les acerca un paso más a ser esas mujeres valoradas y poderosas que desean ser.

Todas comparten un mismo relato de cómo ha sido su paso por Alfa: no sabían que podría cambiarles tanto la vida, pero ahora no se imaginan prescindiendo de este taller. Un paso en positivo logrado a través de un concepto que ellas mismas recalcan una y otra vez en sus discursos, el empoderamiento de la mujer. Tal y como cuenta Nina, otra de las participantes, la mayoría de las asistentes a las reuniones han vivido en una generación que desvalorizaba a la mujer y en la que imperaba "una cultura muy machista" que a día de hoy continúa encontrándose en muchos de sus hogares. "Nosotras queremos conseguir la igualdad y conseguirla desde las propias casas, que es donde más vemos las desigualdades. Tenemos que reconocer que somos mujeres luchadoras, valientes y con derechos que tenemos que seguir adelante y empoderarnos y para eso necesitamos formación y herramientas que nos permitan crecer como mujeres y como personas", recalca Nina.

Les ha costado, pero cada una de ellas ha abierto su corazón y su realidad al resto y, con ello, ha conseguido ponerle rostro y nombre a su historia para dejar de temerla y enfrentarse a ella al fin. Una de las herramientas más claras con las que han contado y que centra la gran mayoría de sesiones que realizan es la creación y posterior interpretación de distintos cuentos dirigidos tanto a niños como adultos.

Mediante esta iniciativa, Mari y Nina han logrado un sueño que no sabían ni que tenían hasta que cogieron papel y boli y empezaron a dejar surgir las ideas. Ahora, han conseguido publicar su libro de cuentos y llevarlo a cada vez más gente de toda Granada a través de las obras de teatro que llevan a cabo.

Ambas aseguran que no saben de dónde les viene la vena creativa cuando empiezan a escribir los cuentos, pero que cuando consiguen verlos finalizados, la sensación de autocomplacencia y superación es única. "Estos cuentos nos sirven para empoderarnos y para hablar en público, ponerle nombre a nuestro problema. Ese miedo se vence, el saber que lo hacemos bien es maravilloso, cuando terminamos un cuento, la sensación es estupenda, la sensación de hacerte cargo de algo que te pesaba", afirma Nina.

Todos sus cuentos y poemas tienen moraleja y buscan dejar un poso en quien los lee, pero también pone toda su intención en mostrar a sus lectores la necesidad de lograr esa igualdad entre hombres y mujeres tan ansiada en la sociedad actual. "Siempre pongo ellos y ellas en los cuentos pero no porque me guste, sino porque quiero que se vea la necesidad de la igualdad, porque nosotras luchamos por esa igualdad. Somos nosotras las que tenemos que luchar por nuestros derechos. Cuesta muchísimo conseguirlo y queda mucho por hacer pero por eso estamos aquí", recalca Nina.

En la sesión de este miércoles toca empezar a ensayar la próxima obra que interpretarán. Con toda la entrega de un equipo profesional y la alegría de quien hace lo que le gusta entre amigas, la sesión del día llega a su fin. Para cualquier otra persona éste es un día más. Para ellas, es todo un mundo que es solo para ellas, para disfrutarlo y enriquecerse. Un día en el que ser ellas mismas y en el que descubrir qué necesitan para demostrar a su alrededor lo que verdaderamente son: madres, abuelas y mujeres fuertes, inteligentes y empoderadas.