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Los bomberos perforan el suelo en una de las viviendas desalojadas de Santa Adela. Ramón L. Pérez

El laboratorio sísmico de Santa Adela

El cuerpo de bomberos aprovechó el actual estado de estos edificios del Zaídin para realizar prácticas de rescate de personas sepultadas bajo los escombros

ALEJANDRO RUZ

GRANADA

Viernes, 29 de septiembre 2017, 01:57

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Los escombros de Santa Adela se convirtieron ayer en un inmejorable campo de entrenamiento para los bomberos de la capital, en especial para el equipo especializado en el rescate de personas sepultadas. Granada es una ciudad con cierto riesgo sísmico y los profesionales de la extinción de incendios estuvieron desarrollando un protocolo de emergencia por si en un futuro tuvieran que prestar algún servicio de este tipo en la ciudad o en la Comunidad Autónoma.

Un total de 14 efectivos participó en el simulacro de rescate en esta zona del Zaídin: «Hemos aprovechado que están a punto de derrumbar este edifico para atravesar sus estructuras hasta acceder a por una 'víctima' y rescatarla», comentó el cabo oficial Luis Marín.

La simulación que llevó a cabo este equipo especializado en el rescate de personas sepultadas no varió en nada respecto a su actuación ante una situación real. Simularon que el edificio había sido afectado por un terremoto y que la víctima estaba atrapada en el bajo del bloque, pero su acceso principal -el portal en este caso- se encontraba inaccesible. La unidad accedió por la ventana de un segundo piso y una vez en su interior perforó el suelo, bajando rapelando hasta la primera planta donde volvió a repetir la operación.

Una vez realizado el agujero, mediante un sistema de cuerdas bajaron una camilla que, con la ayuda de cuatro hombres, colocan a la persona para subirla hasta la segunda planta. Toda una simulación completada con éxito.

Ayer fue el primer y último día en la que esta unidad especializada trabajó en el edificio, aunque no es la última actividad programada en la zona pues tienen en mente realizar un ejercicio de 'búsqueda y rescate en los escombros'. Para ello contarán con una unidad canina, experta en este tipo de situaciones, pero la práctica no tiene aún una fecha marcada ya que tendrá lugar cuando las máquinas no trabajen en la zona para así facilitar la labor de los perros.

«Utilizamos herramientas eléctricas como martillos percutores o motodiscos, aunque también trabajamos con herramientas manuales como machotas o cinceles, pues los elementos de estructura se atraviesan con herramientas mecánicas, eléctricas, de corte o de perforación» apuntó Luis, quien al igual que sus otros 13 compañeros vestía un uniforme compuesto por un mono, guantes, gafas, arnés de seguridad y dos elementos imprescindibles, un casco -debido a la inestabilidad de la zona- y una mascarilla para protegerse de la polvareda y humareda que existe actualmente en el lugar, además de evitar el contagio de silicosis.

Internacional

Parte de este equipo especializado del cuerpo de bomberos cuenta con una larga trayectoria internacional en este tipo de rescates. Hasta en tres importantes terremotos han acudido para socorrer a personas de los escombros. El más reciente, el que tuvo lugar en Turquía en el año 2011, pero este grupo, con una gran experiencia a sus espaldas, también acudió a socorrer a las víctimas del seísmo de Alhucemas del año 2004, y el que ocurrió en El Salvador en el año 2001.

Estos 14 héroes encontraron ayer en los edificios en ruina de Santa Adela un escenario excepcional para poner en práctica sus habilidades y perfeccionar detalle, de cara a futuros seísmos que se puedan dar en cualquier punto de la provincia. Por su parte, las máquinas continúan en la zona con su labor de demolición para que a finales del próximo año, los vecinos del barrio puedan regresar para habitar unas viviendas dignas.

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