El juzgado archiva la denuncia del fiscal por los tuits ofensivos dirigidos a Iglesias y Rufián

La fiscalía anunció ayer a este diario que piensa recurrir la decisión adoptada por el juzgado de Instrucción 1 de Motril, municipio de donde era vecino el denunciado, quien llegó a desear en uno de sus mensajes que matasen al hijo del diputado de ERC en el Congreso de los Diputados Gabriel Rufián.

Los distintos tuits investigados -primero por la Policía y luego por la fiscalía- fueron publicados en una cuenta de Twitter y en su mayoría fueron lanzados en octubre del año pasado. Estaban dirigidos expresamente contra representantes políticos de Podemos y ERC.

La denuncia estaba fechada el 5 de octubre y había sido formulada por el Servicio de Tutela Penal de la Igualdad contra el Odio y la Discriminación de la Fiscalía Provincial de Granada. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla (TSJA), precisó, a primeros de noviembre, que había sido repartida al Juzgado de Instrucción 1 de Motril, sin que fuese facilitada más información al respecto.

El fiscal decidió actuar al considerar que los tuits atribuidos al motrileño tenían un contenido «a priori, incitador de la violencia y el odio», por lo que podían integrar «un posible delito contra los derechos fundamentales». El perfil de Twitter que presuntamente pertenecía al denunciado utilizaba un nombre de empresa y el primer mensaje se publicó el 4 de octubre de 2016, a las 11.04 horas, e iba dirigido a Gabriel Rufián.

Como ya publicó este periódico, la cuenta del denunciado fue suspendida por la empresa operadora, pero el tuit pervive en la red social, pues fue retuiteado 28 veces por otros usuarios para denunciarlo.

Aquel primer mensaje «amenazante» activó las pesquisas policiales. Los agentes investigadores de la Policía Judicial catalana analizaron el perfil de origen, creado en abril del año pasado, y hallaron otros tuits ofensivos. El propietario de este perfil «había realizado 261 tuits, tenía 20 seguidores y seguía a 131 usuarios».

Al propio Rufián llegó a decirle «muérete». Fue el mismo día 4 de octubre de 2016, pero a las 17.24 horas. Otros tuits difundidos en los que la Policía detectó contenido «incitador de la violencia y el odio» fueron enviados a Oriol Junqueras, Muriel Casals, Raúl Romeva, Carme Forcadell o Artur Mas. A estos les decía: «todos a la cárcel o al paredón».

Pablo Iglesias y los diputados de la formación morada Carolina Bescansa o Íñigo Errejón, fueron también blanco de los mensajes insultantes. Por eso el fiscal proponía que se recibiese declaración en calidad de perjudicados a los tres. A Errejón , por ejemplo, supuestamente le dijo: «te voy a echar lejía en la boca» en un tuit que, según detallaba la denuncia, fue publicado el 15 de abril del año pasado.