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El fiscal cree que formuló denuncia contra su ex «con notorio desprecio» a la realidad de lo verdaderamente ocurrido. IDEAL
Una granadina se enfrenta a un año de cárcel por una «denuncia falsa» de malos tratos

Una granadina se enfrenta a un año de cárcel por una «denuncia falsa» de malos tratos

El porcentaje de casos de violencia de género fingidos, que constituyen un delito contra la Administración de Justicia, es imperceptible

Y. HUERTAS

GRANADA

Martes, 24 de octubre 2017, 00:55

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Son contadas, pero hay calificaciones del ministerio público dirigidas contra mujeres que, supuestamente, han empujado a sus exparejas o parejas al precipicio que supone verse inmerso en un proceso judicial por un delito no cometido. IDEAL ha tenido acceso a uno de esos pocos escritos de acusación formulados contra una mujer por fingir, presuntamente, haber sido víctima de violencia de género. Se trata de una granadina que se enfrenta a un año de cárcel, una multa de 2.880 euros y al pago de la «totalidad» de las costas procesales causadas.

Fuentes de la fiscalía granadina, que desde hace años cuenta con una sección especializada en violencia sobre la mujer, confirmaron que no es nada habitual que un proceso se vuelva contra la denunciante y la acabe llevando al banquillo, pues hay que distinguir entre las posibles exageraciones o malas interpretaciones y la invención. En este punto, dejaron claro que una cosa es archivar un procedimiento por no poder acreditar los hechos denunciados, y otra archivarlo porque sean mentira. Esto último no ocurre prácticamente nunca. Algunos de esos sobreseimientos pueden derivar en una denuncia contra la supuesta víctima y dar lugar a un proceso contra ella, como el de esta granadina.

En su escrito de conclusiones provisionales, fechado el 21 de agosto de este año, el ministerio público acusa a la mujer por un delito contra la Administración de Justicia «en su concreta modalidad de denuncia falsa por delito grave».

La acusada formalizó la denuncia el 8 de julio de 2015, según sostiene la fiscalía, «plenamente consciente de la mendacidad de los términos que refería y con notorio desprecio a la realidad de lo verdaderamente ocurrido». Compareció en el puesto de la Guardia Civil de Maracena sobre las 23.30 horas y, «efectivamente, formuló y suscribió denuncia por hechos de violencia doméstica contra su expareja sentimental». Y no sólo contra él; también dirigió su denuncia contra la actual pareja del hombre.

De acuerdo con la narración que realiza el fiscal, la acusada llegó a afirmar que durante los seis años que duró la relación entre ambos sufrió «vejaciones, insultos y maltrato psicológico continuados que nunca antes denunció». Aparte, aseguró que a partir de enero de 2015, una vez pusieron fin a su idilio amoroso, «hubo de soportar insultos presenciales y telefónicos por parte de la actual pareja del denunciado».

También relataba en su denuncia esta granadina «un episodio de intento de atropello» que decía haber sufrido un par de semanas antes. Explicaba que en la autovía A-44, en sentido a Albolote, un vehículo ocupado por su ex y su nueva novia, «efectuó maniobras antirreglamentarias pretendiendo colisionar» contra el que ella conducía «hasta obligarla a salir de la vía principal». Asimismo, la acusada, según prosigue el fiscal en su escrito, refirió un posterior encuentro en casa de la madre del denunciado, «donde fue recibida por éste entre insultos graves y amenazas».

A raíz de esta denuncia, presuntamente falsa a juicio del fiscal, su ex acabó detenido. El arresto fue practicado por la Guardia Civil y el hombre se negó a prestar declaración. Finalmente, fue puesto en libertad, aunque con cargos y a la espera de juicio.

«Quedó desvirtuada»

El caso aterrizó en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Granada, que incoó unas diligencias urgentes, que son investigaciones penales que concluyen en un juicio rápido. Eso ocurrió dos días después de la denuncia: el 10 de julio. La acusada, que pidió una orden de protección, prestó declaración ese mismo día y ratificó el contenido de la denuncia inicial.

Sin embargo, la jueza no accedió a otorgarle la protección reclamada, «al no hallar riesgo alguno suficientemente justificativo» para dictar una medida cautelar de esa naturaleza, que suele conllevar una medida de alejamiento.

La causa finalmente se transformó en unas diligencias previas -dejó de tramitarse como juicio rápido y se transformó en una investigación normal por delito- y conforme avanzó, según la fiscalía, «quedó desvirtuada por completo la veracidad de lo denunciado». Por eso, el ministerio público terminó reclamando el archivo del caso.

El juzgado le dio carpetazo en octubre de 2015 y la decisión fue firme en abril del año pasado. Pero el asunto no quedó ahí y supuesta víctima pasó de denunciante a investigada. Ahora se enfrenta a un juicio.

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