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Félix Luque.
Un ejemplo para los jóvenes entrenadores

Un ejemplo para los jóvenes entrenadores

Obituario ·

MIGUEL ÁNGEL DELGADO NOGUERA

Viernes, 18 de agosto 2017, 02:03

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El deporte formativo está de luto por la muerte de Félix Luque Gómez, entrenador deportivo de juveniles y aficionados en el Deportivo OJE, durante la década de los 60 y 70, así como entrenador de la selección universitaria de Fútbol del distrito de Granada.

Cuando entrenabas en sus equipos entrabas a una escuela de deporte y de la vida.

Félix era una persona sencilla y con muchas de las cualidades que hoy se estudian en los diferentes decálogos del entrenador de base.

El éxito del entrenador de base no está en los resultados deportivos sino en los aprendizajes que el resultado conlleva, sabiendo ganar y perder. En eso, nuestro entrenador Félix era un ejemplo. «Vamos, a saludar al equipo contrario».

Entendía que la prioridad del niño al margen del deporte era estudiar, estar con la familia y divertirse. Félix fue nuestro padre deportivo. En mi caso, como en el de muchos amigos del equipo, marcó nuestra vida personal, familiar y profesional: «¿Cómo has terminado los exámenes?, ¿lo aprobaste todo?».

En los entrenamientos había que sudar la camiseta. Nos inculcó el esfuerzo, la disciplina, la pasión por el deporte, el compañerismo, la cooperación y la competitividad que bien entendida es fundamental en la vida.

Nadie faltaba a los entrenamientos y eso que era de madrugada en el Estadio de la Juventud y con unas duchas de agua fría. En esas condiciones, hoy se suspendería el entrenamiento. En invierno las sesiones eran al mediodía: salías de clase, estadio de la juventud, ducha fría y bocata camino del colegio.

Sabía sacar de cada uno de nosotros lo mejor, era una especie de psicólogo deportivo en sus enseñanzas deportivas y fuera del deporte: «Cuando sea mayor quiero ser como él», pensaba.

Nunca tuvimos un reproche por un gol fallado, un marcaje incorrecto, sino palabras de ánimo: «¡Vamos!, la próxima entra».

Nos inculcó el compromiso con el equipo y sus valores y el respeto hacia el entrenador, los compañeros y el juego. Promovía que existiera, en todo momento, el respeto por el juego limpio y las reglas.

Al finalizar los partidos, casi siempre, había un tercer tiempo donde nos tomábamos los refrescos de la época y donde había un gran clima de amistad. Esto ha continuado y el equipo se sigue reuniendo para recordar anécdotas de la época en torno a la mesa que presidía Félix, salvo la del 2 de junio de 2017.

Tenía muy claro que un técnico deportivo jamás debe perder la perspectiva: la influencia que sus acciones y enseñanzas pueden llegar a tener en el desarrollo personal y profesional de los deportistas a su cargo.

El deporte fomenta valores educativos siempre que exista intencionalidad de educar y esa era la finalidad principal de Félix. Por eso su figura es muy importante para el deporte granadino y su futuro.

Hasta siempre, todo el equipo.

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