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Andy Murray se lamenta durante el partido.
Murray sigue maldito en Melbourne
OCTAVOS DE FINAL

Murray sigue maldito en Melbourne

El número uno del mundo pierde la oportunidad de conquistar su primer Abierto de Australia al perder ante el alemán Zverev

MANUEL SÁNCHEZ

Domingo, 22 de enero 2017, 10:31

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A la sonada eliminación de Novak Djokovic ante Denis Istomin se sumó este domingo la caída del actual número uno del mundo. Andy Murray, gran favorito al título antes del Abierto de Australia, y más aún después de la despedida del serbio, sufrió uno de los reveses más duros de su carrera, en un escenario donde ha caído hasta cinco veces en la final. Esta vez el título no estuvo tan cerca.

Un duelo, a priori, sencillo y que no parecía plantear un gran desafío para Murray (Nadal le aplicó al alemán Mischa Zverev un doble 6-1 hace dos semanas) se complicó hasta el extremo. Ya el primer set fue extraño, impropio de la regularidad del británico, que siempre suele imponer un ritmo diésel que evita vaivenes en el encuentro. En la primera manga Murray llegó a ir dos veces break por delante, y con uno de ellos sacó para set (3-5). Sin embargo, dos malos juegos al servicio del británico, con muchos segundos saques y sin colocar buenos primeros, consiguieron que Zverev diera la vuelta al resultado y cerrase la primera manga por 7-5. Un bache en el camino que ensució el registro de Murray (que llegaba aquí sin haber perdido un solo set), pero que nadie preveía como el gran desastre final que fue. Más aún cuando la lógica se cumplió, Zverev comenzó a fallar, Murray cogió ritmo en el fondo de pista y se anotó el segundo set por 5-7. Y se acabó. Murray desapareció de la pista.

El británico dejó de conectar primeros y Zverev cortó de lleno su plan de juego. El alemán impuso un tenis de antaño, donde el servicio y la volea centraron el juego, y consiguió, además, apuntarse algunos de los puntos más espectaculares del torneo, al salvar voleas a la altura de los pies. Zverev hizo sufrir mucho a Murray con la derecha paralela y las continuas subidas a la red, que desarbolaron la hoja de ruta del escocés. Con esta premisa, el zurdo alemán rompió hasta en tres ocasiones más el servicio de Murray, dos en el tercer set y una más en el cuarto. La cara de sufrimiento a la que tiene acostumbrado al público el campeón olímpico sí reflejó esta vez un problema. Iba a decir adiós al Abierto de Australia mucho antes de lo que le gustaría. Ni siquiera la capacidad de lucha y trabajo que le caracteriza salió a la luz. Mischa Zverev cerró el partido en cuatro mangas (7-5, 5-7, 6-2 y 6-4). «Me decepciona haber perdido este partido», aseguró Murray tras la derrota.

Mischa, el mayor de los hermanos Zverev (a Alexander lo derrotó Nadal en tercera ronda), lleva desde la explosión de su hermano a la sombra de este, por lo que esta victoria, sus primeros cuartos de final en un Grand Slam, es la más grande de su carrera. Murray, sin embargo, ya nota la presión de ser el mejor del mundo, al igual que le ocurrió a Djokovic el año pasado, con la diferencia de que el escocés ha ganado muchos menos títulos que el balcánico y no puede permitirse esta desconexión. Sobre todo si quiere mantener esa posición de privilegio en el trono de la ATP. Esta eliminación supone que un jugador como Stan Wawrinka puede superarle en títulos de Grand Slam si ganase el torneo. Además, Nadal ya no podrá cruzarse con el británico en una hipotética final, por lo que el camino del balear se allana un poco más al no estar en competición ni el número uno ni el número dos del mundo. Pese a ello, Nadal aún tiene que superar este lunes a Gäel Monfils para estar en cuartos, y luego un posible enfrentamiento ante Milos Raonic (además de las semifinales), antes de pensar en una posible final en la que ya no estará Andy Murray.

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