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Valentino Rossi, en Montmeló.
Los pilotos ponen el Gran Premio contra las cuerdas

Los pilotos ponen el Gran Premio contra las cuerdas

La nueva chicane ha provocado varias caídas y el malestar general en el 'paddock'

Photocall3000 | Manu Pecino

Viernes, 9 de junio 2017, 22:02

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El malestar después de los entrenamientos era patente. Había casi unanimidad en tildar la nueva chicane diseñada ex profeso para MotoGP como peligrosa. Una par de caídas durante los entrenamientos corroboraron que un incidente de esas características generaba una situación de máximo peligro.

Al ser una curva extremadamente lenta -entre 40 y 50 km/h-, moto y piloto quedaban en mitad de la pista, lugar al que también se veían obligados a dirigirse los comisarios de pista. Si ocurre en entrenamientos, donde los pilotos ruedan solos y atentos a este tipo de incidentes, imaginar lo que podría suceder en una situación de carrera daba escalofríos.

Un peligro que ya detectaron algunos pilotos presentes en unas pruebas privadas en Montmeló hace un par de semanas. También entonces hubo alguna caída en ese punto que llevó a que Andrea Dovizioso, piloto de Ducati, llevase el asunto a la Comisión de Seguridad que se reunió en Mugello. Los pilotos decidieron allí probar la nueva variante el viernes y considerar en la Safety Commission de la tarde, qué hacer.

Antes de la reunión, la tensión entre los pilotos era manifiesta. Valentino Rossi fue especialmente crítico. "La nueva variante es más peligrosa que la de F1 con la que corrimos el año pasado. En la primera curva, a izquierdas, si se pasa por encima del piano es fácil perder la rueda delantera. Si se cae piloto y moto quedan en mitad de la pista. Por otro lado, la chicane es como circular por un aparcamiento; básicamente es trozo de asfalto entre dos pistas".

Según Rossi, la solución estaba clara. "La variante de la F1 que utilizamos el año pasado no es "entusiasmante", pero seguramente es mejor que esto. Es verdad que el muro está cerca, pero allí se va despacio. Ya en 2016 dije que no era necesario construir una variante específica para nosotros".

     En su reunión, los pilotos finalmente decidieron solicitar pasar a rodar al día siguiente -el sábado- en el circuito utilizado el pasado año. También plantearon -por decirlo de manera de forma políticamente correcta- remodelar el circuito de cara al año que viene, utilizando el trazado de siempre, retrancando el muro en el punto en el que perdió la vida el pasado año Luis Salom.

     Este "pedido" se suma a las duras críticas de los pilotos sobre el estado del asfalto del Circuit de Catalunya. El asfalto está "roto", fue la expresión utilizada unánimemente. Con baches hasta en la recta y un agarre crítico, es hoy por hoy de los más degradados del campeonato. "Nos encontramos con situaciones similares en todos los circuitos que compartimos con la F1", ha apuntado Jorge Lorenzo.

     El caso es que en el pedido de los pilotos de cara al año que viene, junto al retranco del muro se exige un reasfaltado completo de la pista; "en caso contrario.". Se puede decir, sin buscar falsos sensacionalismos, que los pilotos han puesto el GP de Cataluña contra las cuerdas... Especialmente después del fuerte recorte de la subvención, anunciado por el Ayuntamiento de Barcelona el pasado mes de abril. El gobierno municipal de Anna Colau de En Comú Podem se comprometió a subvencionar el Circuit con 3 millones de euros en 2017, para pasar a rebajar esta aportación a 2,5 millones y 1,5 millones en los dos siguientes ejercicios. Las exigencias de los pilotos, tanto el retranco del muro -que implicará remover una tribuna completa- como el reasfaltado completo, exigirán una fuerte desembolso económico.

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