Edición

Borrar
Sebastian Vettel.
Ferrari desata la ilusión por un Mundial reñido
FÓRMULA 1

Ferrari desata la ilusión por un Mundial reñido

La victoria de Vettel en Australia permite pensar en una alternativa seria al dominio de Mercedes y, por tanto, la vuelta de la emoción

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Lunes, 27 de marzo 2017, 14:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Fórmula 1 se encuentra en un progresivo descenso de fans desde hace ya años. La competición lleva ya un tiempo sufriendo una sangría de espectadores, seguidores y aficionados (que no son lo mismo, aunque muchas veces son coincidentes) motivada por diversos factores, entre los cuales se encuentra la ausencia de alternativas al reinado de Mercedes. El deporte no se consume como hace años, y en una competición de masas, se requiere una lucha que esté a la altura de lo esperado.

Por este motivo hubo ojos iluminados en muchas televisiones que madrugaron en España para ver la victoria de Sebastian Vettel. La primera victoria del alemán después de año y medio, y la primera en Australia desde hace diez, suponía la confirmación no sólo de que realmente Ferrari arranca este 2017 en una posición mucho mejor que la que acabó en 2016, sino que además cuenta con capacidad para rebatirle a Mercedes el trono de hierro de la Fórmula 1.

Una de las mayores dudas que aún quedan a la hora de analizar la carrera de este domingo es si todo se debió a la pifia desde el muro de las flechas plateadas, o realmente Vettel iba a poder ganar sin la ayuda de las estrategias.

¿Fallo de Mercedes o acierto de Ferrari?

La idea de ver a Ferrari llevando la iniciativa en las estrategias no es nueva, ni es noticia. Lo noticiable es que lo hicieran de manera acertada. Maurizio Arrivabene y su equipo supieron hacer aguantar a Vettel en pista el tiempo suficiente como para que Lewis Hamilton no tuviera ninguna opción de adelantarle. La ayuda de Max Verstappen vino como un extra, pero repasando los tiempos y los ritmos antes y después de las paradas de Hamilton y Vettel, el alemán podría haber salido por delante igual.

Desde Ferrari aún les duele mucho una de las mayores pifias de todos los tiempos en la historia de las estrategias de la Fórmula 1: Abu Dhabi 2010. La carrera en la que Fernando Alonso podría haberse encumbrado como tricampeón defendiendo los colores de la Scuderia aún es recordada por cómo tiraron por la borda un campeonato que tenían en la mano. Desde entonces, cada decisión del muro rojo es mirada con lupa.

La vieja máxima de «una cosa es alcanzar y otra es adelantar» hizo pensar a Ferrari que todo lo podían decidir en boxes. ¿Tenía ritmo suficiente Vettel como para llegar hasta la rueda de Hamilton? Aparentemente, sí. Los neumáticos ultrablandos estaban funcionando muy bien en el SF17-H, e incluso se permitió el lujo de no apurar al máximo: con un ritmo medio se quedó a una distancia prudencial de poco más de segundo y medio de Hamilton. Este, sin embargo, iba destrozando las ruedas mientras la sombra roja le perseguía en los retrovisores. Tanto fue así, que pidió entrar en boxes. Fue Hamilton quien, a través de sus mensajes de radio, aceleró la decisión de los responsables de Mercedes de hacerle entrar en boxes. El fallo llegó ahí: no contaron con un Max Verstappen que se hizo todo lo ancho que pudo para aguantar al tricampeón del mundo. Unidos los dos factores (el enorme ritmo de Vettel y la imposibilidad de quitarse encima a Verstappen), Hamilton vio cómo se le escapaba una victoria que prácticamente todo el mundo daba por hecha.

No se debe quitar ni un ápice de mérito a la victoria de Vettel. La estrategia fue fundamental, pero no todos los pilotos son capaces de exprimir sus ventajas al máximo. Decían en Ferrari que uno de los que mejor permitía a sus ingenieros tomar decisiones era Michael Schumacher, porque sabía cuándo debía apretar, cuándo aflojar o cuándo mantenerse a rueda si era necesario. Vettel tiene mucho de eso. Con el paso de los años, especialmente ahora que ya no tiene un coche infinitamente ganador, ha aprendido a estudiar mucho más y mejor las carreras. Aunque sigue mostrando (o al menos el año pasado lo hacía) ciertas cuotas de impaciencia, con sus quejas y gritos hacia los pilotos doblados, poco a poco quiere pulir ese defecto.

Si lo consigue, puede ser uno de los más firmes candidatos a romper el dominio de Hamilton. Y eso, para el espectáculo, es una de las mejores noticias posibles de cara a esta temporada 2017 de Fórmula 1.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios