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Räikkönen pilota por delante de Ricciardo.
El pozo de Ferrari
Análisis

El pozo de Ferrari

En Italia estallan contra la desastrosa actuación de su equipo en Monza

David Sánchez de castro

Lunes, 8 de septiembre 2014, 17:15

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«Tarjeta roja». Con este contundente titular de La Gazzetta dello Sport desayunaron este lunes los 'tifosi'. El desastre de Monza, con un abandono y un paupérrimo noveno puesto, han desatado las iras hacia la escuadra de Maranello, donde se temen lo peor: cerrar el año sin victorias. Mucho tendrían que cambiar las cosas para que Alonso, y no digamos ya Räikkönen, pudieran hacerse con un primer puesto en las carreras que quedan: Singapur, Japón, Rusia (si es que no se boicotea), Estados Unidos, Brasil y Abu Dabi. Seis citas quedan en un calendario que se está convirtiendo en una auténtica pesadilla para los hombres de rojo.

La revolución que ha prometido emprender Marco Mattiacci aún no ha dado sus frutos. En su descargo hay que decir que él ya cogió un proyecto errado, con un barco directo a una ensenada de mediocridad y resultados baldíos, entre los que sólo destaca Alonso y no siempre se podrá mantener tal situación. Porque el propio piloto asturiano ha admitido que está pilotando como nunca, que está consiguiendo cosas impensables con un monoplaza que, siendo optimistas, está en la cuarta o la quinta posición con respecto a sus rivales. Pero su estado de forma no va a ser eterno, y Alonso se está cansando de ser un apagafuegos constante.

Ferrari salió de su Italia querida con un puesto menos en el Mundial de Constructores. Cuartos, por detrás de Mercedes, Red Bull y Williams. Los primeros, imbatibles pese al avispero formado entre sus dos pilotos. Los segundos, con un tetracampeón en horas bajas y un Ricciardo que está llevando las riendas del equipo que ha dominado en los últimos años. Los terceros, el auténtico ave fénix de esta temporada, con un Bottas magistral y un Massa que con el podio de Monza ha recuperado el aliento que se le estaba escapando. Cuartos, medalla de madera, de los que nadie se acuerda nunca, está Ferrari. Habría que remontarse hasta 1981 para verles aún peor, cuando en aquella temporada finalizaron quintos el campeonato. Malo será que acaben perdiendo también la cuarta plaza este año, habida cuenta de que tienen 162 puntos por 110 de su inmediato perseguidor, McLaren.

Lo peor es que esta situación no tiene visos de mejorar, y la debacle de Ferrari está gestando un titular tan duro como real: se arriesgan a culminar su peor año en 21 temporadas. Hay que descender hasta 1993 para encontrar el último año en el que la escuadra de rojo no ganó ni una carrera. Aquel año, dominado por el Williams de la suspensión activa de Alain Prost y el último completo de Ayrton Senna, acabó con Berger y Alesi con sendos ceros en su casillero de victorias.

Adiós a la racha de Alonso

Las 29 carreras consecutivas que llevaba Fernando Alonso llegando a meta indemne se habían convertido en un motivo de total orgullo para Ferrari. No conseguían ganar, ni siquiera acercarse, pero al menos no se quedaban fuera por problemas mecánicos. El F14-T es un hierro, dicho en román paladino, pero al menos un hierro resistente.

Por eso quizá dolió más en el corazón de los 'tifosi' ver la ligera humareda que soltaba el monoplaza con el dorsal 14. El motor eléctrico, el ERS, había fallado y Alonso se vio forzado a cortar antes de arriesgarse a una rotura total del propulsor. El piloto español se ha quedado a sólo cuatro de la marca de los 33 grandes premios finalizados de forma consecutiva que consiguió Nick Heidfeld entre 2007 y 2009. Con un profundo regusto amargo, Alonso tuvo que admitir que no le quedaba otra: era abandonar o romper.

Esta inmensa racha, que se complementa con los 15 GP's consecutivos puntuando, habían tapado las carencias de Ferrari bajo el manto de los resultados. Poco a poco, pero se iba puntuando. De haber finalizado el domingo, y entramos en el ámbito de la especulación, Alonso posiblemente hubiera resistido el cuarto puesto en la general del Mundial, ahora en manos de Valtteri Bottas.

Montezemolo, en el alambre

¿Quién es el responsable de tal situación? Las miradas se colocan en lo más alto. Luca Cordero di Montezemolo está cada vez más cuestionado en su cargo de presidente de Ferrari, y de hecho tuvo que desmentir el sábado que haya presentado su dimisión. «Tengo tres años más de contrato», aseguró, pero lo cierto es que Sergio Marcchione, el máximo responsable del grupo FIAT (dueño de Ferrari) ya no soporta más la situación. En declaraciones a Autosprint, el director ejecutivo del gigante italiano fue contundente. «Es clave tener a Ferrari representando la victoria en la Fórmula 1, y eso no es negociable. Es un objetivo absolutamente claro y no podemos aceptar otra situación que no sea ésta. No quiero vernos séptimos o duodécimos», dijo al respecto, antes de dejar la puerta abierta a una destitución de Montezemolo. «No tengo en mis planes cambiar la presidencia, pero todo el mundo puede ser sustituido», afirmó.

La temporada 2014 ya es un fiasco, se mire por donde se mire, y aunque Mattiacci ha asegurado que Alonso y Räikkönen seguirán en 2015, quizá son ellos los que no quieren seguir. El barco rojo hace aguas por todas partes, y salvo golpe de timón maestro del propio Mattiacci, no está nada claro que la próxima temporada vayan a cambiar los aires. En Italia es un clamor: Ferrari debe volver a ganar, como sea. En manos de sus responsables está tomar las medidas necesarias.

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