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Por orden, María Casado, Ángela del Pan y Eli Martínez
La historia de un sueño
Rugby

La historia de un sueño

Después de 92 años, el rugby vuelve a ser olímpico en su modalidad a Siete y España estará presente

PPLL

Miércoles, 6 de junio 2018, 15:54

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En el vestuario se notaba. Algo especial se estaba cociendo antes del partido. Minutos antes sonaba a todo volumen una canción que les lleva acompañando bastante tiempo: «Miedo», de Shé. No es la canción que alguien espera en un vestuario antes de un gran partido, pero el significado que ha adquirido en estos años es más que suficiente para las «leonas».

Normalmente no es así un prepartido. «Cada una necesita una cosa antes de cada partido. Lo mismo que hay quien necesita cantar, yo necesito un momento de concentración», contó la internacional Ángela del Pan durante el encuentro virtual en ABC, en el que también estuvieron María Casado y Eli Martínez. Pero este era especial. Tenían estar más unidas que nunca y demostrar que «18=1», es decir, que todas y cada una de las jugadoras que forman este proyecto forman parte de un único equipo. Y lo hicieron.

Las indicaciones de su seleccionador, José Antonio Barrio «Yunque», para el partido que le daba el billete a Río fueron muy sencillas. «Seguir siendo el gran equipo que somos, controlar el tempo del partido y defensa, defensa y defensa. Estuvimos trabajando una defensa diferente contra las rusas, así que sólo teníamos que someternos al plan de juego y las cosas saldrían solas», escribía Casado con decisión. Necesitaban confiar en el equipo y en el proyecto, el trabajo ya estaba hecho.

Sin palabras cuando llegó el pitido final. Gritos, lloros, miradas sobre todo, miradas que hablaban solas. «Fue un bloqueo mental, solo nos salían emociones en forma de lloros, gritos y miradas, sobraban las palabras», recuerda con una sonrisa Del Pan. «La grada estaba muy llena. Primero lo celebramos con el equipo y la afición. Allí estaba mi novia y mi madre; en cuanto bajé al vestuario, cogí el móvil para avisar a mi padre y a mis hermanos, poco más. En ese momento el móvil era un hervidero, no paraba de llegar mensajes», añade. Ellas, incluso, contaban con el apoyo de sus rivales. «Las inglesas no paraban de mandarnos mensajes de apoyo y ánimo para la final, querían que ganáramos nosotras», comentan.

Lo hacían después de una intensa temporada luchando por un sueño que viene de lejos. Con una presión añadida en la última semana tras la clasificación de los «leones». «Ellos parecían tener menos posibilidades que nosotras. Nos alegramos mucho por ellos, por supuesto, pero su clasificación para los Juegos sumó un punto extra de presión», aseguran Del Pan y Martínez mientras se solapan al hablar.

Esto no llega por casualidad. Hay un gran esfuerzo detrás. «Estudios, familia, amigos, parejas», enumera Casado; «hemos renunciado a mucho por perseguir nuestro sueño», sintetiza Del Pan, «pero como todos los deportistas de alto nivel, esto es así», sentencia Martínez. «Nuestro día a día es como un "déjà vu", cada día es lo mismo», añaden. Se levantan y algunas ya tienen que ir al gimnasio antes de desayunar; justo después de comer algo tienen el primer entrenamiento conjunto y de ahí van directas al almuerzo. Tras un tiempo para la siesta, vuelven a entrenar, recuperan y de ahí a crioterapia, fisio y a cenar. Después de eso tienen algo de tiempo libre, aunque como dicen «no te quedan fuerzas más que para caer en la cama».

Hacen un gran esfuerzo que siempre acompañan de un gran sentido del humor: la «gran madame», el alter ego de Estala Reynols... son algunos de los comentarios que salen durante el encuentro. En pocos instantes pierden la sonrisa, solo Martínez se pone seria alguna vez para controlar un poco la situación, a fin de cuentas, para eso es la capitana. No tienen duda al responder quién manda más. Todos los dedos señalan a ella, aunque también hay mención a una veterana, a Berta García.

Ahora les toca centrarse en los Juegos, un par de actos con el Consejo Superior de Deportes (CSD) la semana que viene y estarán en Sao Paulo, donde se disputará la competición de Rugby a Siete, más conocido como «Seven». En febrero ya estuvieron allí para disputar las Series Mundiales, una competición que reúne a los mejores equipos del Mundo en distintas sedes. Sin embargo, era verano; ahora el frío ha llegado a Brasil y la humedad ha aumentado. «Tenemos poco tiempo para aclimatarnos, apenas una semana», comenta Martínez. «Ir ya es un sueño», pero volver estando dentro de las ocho primeras les vendría mejor para conseguir las becas ADO. Pueden hacerlo. «Las otras selecciones nos tienen miedo porque no saben cómo vamos a jugar. Podemos hacer una jugada que ni a las mejores les sale y, justo después, hacer dos pases buenos seguidos», comenta Casado.

Lo importante es que van sin miedo, con ganas de competir y disfrutar. No les asusta nada, ni siquiera un grupo con grandes potencias como Nueva Zelanda o Francia. «Estamos acostumbradas a que nos toquen grupos así, las neozelandesas imponen, pero Francia y Kenia son asequibles. Tenemos que ir partido a partido», dice la capitana. Las «leonas» están viviendo un sueño, uno corto que durará desde el 28 de julio hasta el 10 de agosto.

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