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Los jugadores de la selección celebran el gol de Mata.
España renueva su plaza sin enamorar
fase de clasificación

España renueva su plaza sin enamorar

Mata logró un gol tempranero que recordó al de Goikoetxea ante Alemania y La Roja sesteó

rodrigo errasti mendiguren

Martes, 8 de septiembre 2015, 01:35

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España cumplió en Skopje a medio gas y ya está a sólo un pasito de certificar su clasificación para la Eurocopa 2016. Sólo necesitará ganar a Luxemburgo para acudir a Francia e intentar conseguir el mayor de los retos: conservar por segunda vez consecutiva la corona. Desde 2008 la selección domina Europa y en Macedonia confirmó su superioridad pese a no brillar. Se limitó a superar a un rival deprimido, que le puso voluntad y hasta dio algún susto en su empeño de no llevarse una goleada que mancillase su honor en el día grande del país, ese 8 de septiembre en el que se recuerda que en 1991 tras un plebiscito se declaró la independencia de Yugoslavia.

Y es que en las horas previas al partido, los macedonios hacían apuestas sobre el número de goles que España podían infligir a su selección. La fiesta nacional podía convertirse en una jornada en la que su selección firmase ridículo inolvidable. Macedonia se llevó cinco en Valencia, en ese partido en el que debutó Munir porque estaba cerca... y se quería evitar que fuera con Marruecos, pero su afición advertía que la cosa había ido a peor con Drulovic. La derrota en Luxemburgo hizo saltar todas las alarmas e incluso no se descartaba que tanto el seleccionador como los futbolistas fueran ser pitados por los suyos. Al estilo Piqué, que repitió, pero en este caso por mal rendimiento deportivo. Quizá por ello, optó por hacer debutar a un sub'21 (Radeski) y dejar en el banquillo a las estrellas, e indisciplina, Ibraimi y Trajkovski.

Del Bosque sabía quera un gran día para que Costa pudiese coger confianza a base de goles y le mantuvo en un once en el que sí incluyó seis novedades, al menos una por línea. De Gea, que no jugaba un partido desde el 27 de julio, se puso bajo palos; por delante Carvajal y Bernat se colocaron a los lados de Ramos y Piqué, que se mantuvo pese a toda la polémica. Busquets se rodeó de dos 'jugones' como Cazorla e Isco mientras que Mata acompañó a Silva y el citado Costa. Es decir, movió poco el pasillo de seguridad: los centrales, el mediocentro defensivo y la punta se mantenía respecto a Oviedo.

El duelo se inclinó pronto. Mata, en la derecha como en el United, recogió una falta botada por él mismo que le cayó a la diestra. Sin miedo la puso con rosca y muy alta al área, cogió efecto y se coló por encima de la cabeza del meta tras pegar en el palo. Recordó al de Goikoetxea ante Alemania en Estados Unidos 94'. El asturiano demostró que tiene más gol que muchos delanteros, ya que la última vez que jugó con la selección también marcó: ante Australia en Brasil y vistiendo de negro. De sus 11 goles en 35 partidos, sólo uno llegó en un amistoso.

Con viento a favor España buscó asociarse más con Costa, demasiado vigilado por una defensa casi de seis local y que se empezaba a desquiciar. Se llevó una amarilla por protestar que le impedirá jugar contra Luxemburgo. Cazorla, ayudado por un Busquets, movía, corría, frenaba y desplazaba en largo. Una de las veces que pisó el área provocó una falta en la frontal que Silva casi convierte en el 0-2. Aquello tenía un aire a la Euro 2008: un sólo mediocentro, Busquets, cuatro pequeños (Mata, Cazorla, Isco, Silva) y un punta arriba. Lo cierto es que el fútbol no brotaba igual, ni siquiera tenía la misma continuidad que en Oviedo. De hecho, la ocasión más clara fue otro centro chut de Carvajal, calcado al gol de Mata, que se estrelló en el larguero de un desorientado Pacovski.

España no se terminó de enchufarse con la charla dada por Del Bosque. Jugó con fuego y pudo quemarse. Tenía siempre la pelota, de forma intrascendente, y cuando se la robaban vivía en peligro. Una vez la espalda de Carvajal desde el suelo, otra un despeje de Piqué... a Macedonia le sobró pasión pero le faltó acierto. Ese que tampoco demostró Costa, sustituido por un Alcácer que mandó a la red la primera que tocó, aunque estaba en fuera de juego. Koke apareció por Cazorla para tener más fuerza en defensa e Iniesta por un gris Iscopara conservar la pelota. El equipo jugaba solo por dentro, chocando una y otra vez con la defensa rival, por lo que el seleccionador pensó que, viendo que no se abría el campo, mejor tener cuidado con las contras. Y con ellos España, gracias a esa eficiencia que se le exige a un campeón, lo logró sin mayor apuro. Francia está más cerca, pero la ilusión generada en Oviedo se desinfló.

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