Suiza elimina las exenciones fiscales a la FIFA por dañar la imagen del país

En junio, un grupo de diputados intentó aprobar un proyecto de ley en el Parlamento suizo que proporcionara una autorización a las autoridades para actuar contra la corrupción en las entidades privadas que estaban siendo objeto de investigaciones (entre ellos los bancos y las multinacionales), por lo que el proyecto fue abandonado temporalmente.

Ahora, por una determinación administrativa interna, el gobierno optó revisar su postura sólo para las organizaciones deportivas internacionales. Más de 30 entidades deportivas están en Suiza desde hace décadas (UEFA, el Comité Olímpico Internacional o la Unión Ciclista Internacional). no sólo por la tranquilidad que se vive en el país, pero debido a su régimen fiscal, y sobre todo el derecho que impedían que los casos de corrupción privados fueron procesados en los tribunales.

Durante años, los organismos deportivos recibían privilegios como método para atraerlos al país alpino. Los dirigentes de FIFA Joao Havelange y Ricardo Teixeira llegaron a ser investigados por los tribunales hace dos años. Pero el fiscal no los condenó, a pesar de encontrar evidencias de corrupción, y decidió que ambos pagasen una multa millonaria de nuevo a la FIFA como manera de restaurar los daños producidos. Un estudio del gobierno ha venido a demostrar en 2013 que más de 3.800 millones de euros por la presencia de estos organismos en su territorio según informa 'Estadao'.

El Sion lo pidió en 2011

Ahora, el gobierno estima que necesita para adoptar un nuevo comportamiento ante la vergüenza pública internacional que la FIFA ha intervenido para la imagen del país. En un comunicado, el gobierno dejó en claro que el cambio radical. «La corrupción privada será perseguida y reprimida, aunque el público no distorsione la competencia», dijo el Ministerio de Justicia que lidera Simonetta Sommaruga. «La gente como Joao Havelange cometieron actos de nepotismo y corrupción y ensuciado la imagen de este deporte. En los últimos años, muchas personas en el país habían pedido que anulase las exenciones fiscales de los organismos futbolísticos porque «no acatan tribunales ni sentencias». La iniciativa actual, impulsada por los dos partidos de la izquierda y los populistas de derecha como Roland Buchel, nació en 2011 cuando las Juventudes Socialistas de Suiza pidieron al gobierno del país europeo que se pusiera fin a los privilegios fiscales debidos a los casos de corrupción y considerar injustificado que la entidad fuera considerada como un organismo público.

Meses antes el presidente del Sion, Christian Constantin, que exigía al gobierno de Suiza retirar los privilegios a las instituciones después de que dos jueces civiles del país exigiesen en este caso a la UEFA a rectificar una decisión por la alineación indebida de varios jugadores por la cual el club se quedó fuera de la Champions League. «Estas dos 'asociaciones' (en realidad dos empresas comerciales) se benefician de exenciones fiscales como las federaciones internacionales deportivas, pero sobre la base de una 'interpretación extensiva' de la ley», recordaba Constantin. Rogaba que suprimiese «sin retraso la exoneración fiscal de la que se benefician FIFA y UEFA», recordando que «ni la FIFA ni la UEFA son organizaciones de utilidad pública, sino en realidad empresas comerciales (especialmente en cuanto a la comercialización de los derechos televisivos, que alcanzan montantes muy importantes), nos parece evidente que estas empresas obtienen ventajas fiscales del estado mientras lo desafían en sus cimientos, pues consideran que no están sujetas a las decisiones procedentes de los tribunales suizos establecidos por la constitución y la ley. Por otro lado, parece evidente que, por su comportamiento, han violado el acuerdo que le permite acceder a dichos beneficios fiscales.