La inestabilidad se instaló en los Juegos Mediterráneos

Una temporada agitada, de altibajos y que la jornada final fue el reflejo perfecto de lo sucedido a lo largo de todo el año. Nada salió bien, ni cuando parecía que iba a suceder. Francisco Rodríguez, Juan Ignacio Martínez, Sergi Barjuan y, de manera interina, Miguel Rivera han sido los cuatro entrenadores que ha tenido el Almería en una temporada convulsa y marcada por la inestabilidad. En el equipo e institucional. La falta de continuidad y los problemas que ha mostrado el equipo en la parcela defensiva han terminado por condenar a los andaluces, que tras dos campañas vuelve a dejar la Primera División.

En el comunicado en el que se destituyó a 'JIM', el equipo no encontró justificación en lo deportivo, aunque el entrenador alicantino tampoco mostró un rendimiento brillante, sino que se escudó en «las malas sensaciones» que transmitía el club, según explicó la directiva en el comunicado que se dio a conocer tras hacer oficial el cese. El problema para el equipo es que esa sensación no ha evolucionado hacia mejor con los numerosos cambios en la dirección.

Si los problemas técnicos no fueran suficientes, el conjunto almeriense ha tenido que convivir toda la temporada con la amenaza de una sanción administrativa de tres puntos que ha mantenido en vilo a todos los equipos que han luchado por la permanencia. A falta de que se pronuncie el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) la próxima semana, los andaluces aún no conocen si serán castigados por pagar fuera de plazo un concepto de 4.500 euros en el fichaje de Michael Jakobsen.

Sea como fuera, finalmente han sido los problemas deportivos los que han condenado a los de Sergi Barjuan, a los que la derrota en Sevilla les dejó sin depender de si mismos en la jornada final. El conjunto ha acumulado en las últimas jornadas una serie de bajas que han mermado aun más a un equipo muy débil en la faceta defensiva. En ataque, los andaluces se han apoyado en la buena campaña de jugadores como Thievy y Tomer Hemed, que han sumado un tercio de los 33 goles logrados por el equipo en la temporada.

A pesar de la leve reacción que mostraron los andaluces ante rivales directos por la permanencia como Eibar y Córdoba, el bajo nivel que tuvieron en partidos clave en casa en las últimas jornadas han sentenciado a un equipo que se ha acostumbrado en las últimas temporadas a medirse con los mejores equipos en la categoría reina. En la jornada final llegaron a estar salvados virtualmente en dos ocasiones a lo largo de la primera mitad, pero finalmente no fueron capaces de sumar ni un sólo punto ante el Valencia. Acompañado por su afición, entró y salió del descenso en la primera mitad gracias a sus goles y a los de un Valencia que se vio fuera de los puestos Champions sólo cuando empataba y finalmente se llevó un triunfo que condenó a un Almería que sólo logró 32 puntos en 38 jornadas.