Más fuerte y aún más Bueno

Lograr un récord goleador no cambió a Alberto Bueno, uno de esos compañeros que se lleva el cariño de todos lo que comparten vestuario con él. El sábado se llevó el balón firmado de Vallecas, no por marcar tres goles sino por anotar cuatro, entre los minutos 24 y 38, ante el Levante. «A nivel individual y de acierto es el mejor partido de mi vida. Marcar cuatro goles en Primera está al alcance de muy pocos. Sentí que era uno de esos días en que te sale todo, que estás siempre en el sitio idóneo», decía quitándose mérito ante los medios... y también con todo aquel que le mensajeó. «El primero y el tercero fueron los más difíciles, el de cabeza y el que me tiro con la zurda. Me salió todo, también en el cuarto, porque no rematé bien pero el rechace me volvió a mí», reconocía el protagonista antes de reconocer no dar abasto para responder «una locura de mensajes y llamadas» que le dejaron sin batería.

Una de ellas fue de Juan Mata, que fue su compañero en la cantera del Real Madrid y en las divisiones inferiores de España, en las que fue indiscutible hasta la sub 21. Y es que siempre apuntó alto: fue el máximo goleador de la Eurocopa sub19, al superar a su amigo asturiano del United con los goles de la final ante Escocia (2-1). España tenía un equipazo: Adán; Barragán, Marc Valiente, Piqué, Canella, Crespo, Mario Suárez, Jeffren, Elustondo, Granero, Javi García, Capel o el citado Mata... Fue antes de que debutase en el primer equipo del Real Madrid (con gol incluído en la Copa del Rey ante el Real Unión) en 2008, algo que algunos creen que le pudo perjudicar más que ayudar en su progresión. No porque le confundiera a él, que siguió fiel a su carácter tranquilo, sencillo y amable que vestía camisa de cuadros y hablaba con todo el mundo que le reconocía.

Aunque el paso por el Valladolid, donde estuvo tres campañas menos los 14 partidos de cesión con el Derby County en los que marcó cinco goles, no fue tan productivo como él y todos intuían, siempre mantuvo su alegría. En Vallecas, volvió a marcar goles como siempre y está camino de ser el futbolista que siempre soñó ser y por el que muchos apostaban en la factoría blanca por delante de otros como Negredo, Callejón o De la Red. Ahora mismo es el Zarra (máximo goleador nacional de la Liga) con 12 goles, cifra que nunca nadie había alcanzado en el club y que supera su registro de la pasada campaña. Con esos tantos se ha convertido en el tercer máximo anotador histórico del Rayo (a dos de Bolo y uno de Guilherme). Ahora dice ser un futbolista más participativo, actúa por todo el campo ayudando en defensa. «Con Paco soy más completo y tengo más tareas que las del área: participo, me retraso, presiono.. a veces hago más de centrocampista».

Bueno también ha buscado un poco más de físico, eso que le recriminaban a veces en el pasado. Trabaja con un preparador personal y ha ganado masa muscular sin restarle velocidad y elasticidad para marcar goles. Termina contrato, tiene ofertas de clubes españoles que suelen fichar sin traspaso, es vox populi el interés del Villarreal, aunque hay otros muchos clubes europeos deseando ficharle, entre ellos varios que esta campaña han jugado la Champions League.

No son los únicos que le tienen controlado y mandan ojeadores a verle por los campos de España. Vicente del Bosque y su cuerpo técnico le siguen de cerca. Así lo reconoció Toni Grande, que marcó cuatro goles también en el Rayo, en los micrófonos de Radio Marca. Y es que desde la última lista, en noviembre, ningún otro ha marcado tantos goles como el rayista. «Llegar a la absoluta sería muy bonito y trabajo para ello, pero este partido no será determinante». Por el momento ver cómo disfruta su hija Lucía es lo que más feliz le hace, aunque dentro de poco será padre por segunda vez.