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Los jugadores del Atlético celebran uno de sus tres goles.
El Atlético lava su imagen en el barro de Ipurua
JORNADA 21

El Atlético lava su imagen en el barro de Ipurua

Dos goles de Mandzukic y uno de Griezmann en la primera parte aseguraron la victoria rojiblanca bajo la intensa lluvia en Eibar

ÁLVARO VILCHES

Sábado, 31 de enero 2015, 00:05

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A una semana de la visita del Real Madrid al Vicente Calderón, el Atlético necesitaba mejorar la imagen mostrada en los duelos coperos contra el Barcelona. El escenario no parecía el mejor. La lluvia arreciaba minutos antes del partido en Eibar e Ipurua es un estadio complicado para robar puntos. Sin embargo, si hay un equipo en esta Liga que no tiene ningún rubor en bajar al barro y pelear, ése es el conjunto de Simeone.

El estado, casi impracticable, del terreno de juego, hacia presagiar un partido con pocos goles, pero los inicios del Atlético superan en fuerza cualquier ciclogénesis. En el minuto 7, Raúl García bajó uno de los muchos balones que cruzaron el aire eibarrés y lo sirvió en bandeja a Griezmann para que el francés batiera a Irureta con un disparo ajustado al palo.

El Eibar trató de responder rápido con un disparo de Abraham que se marchó cerca del larguero en la que fue una de las mejores ocasiones de los locales en la primera parte. Entre pelotazos y resbalones transcurría el encuentro cuando volvió a aparecer el genio francés de los visitantes. Griezmann convirtió un mal despeje del Eibar en un centro medido a Mandzukic y el croata, solo en el área, envió el balón a la red.

No se había repuesto del error la defensa de los de Garitano cuando otro fallo de la zaga armera dejó un balón muerto al 9 colchonero, que acertó a superar a Irureta con un fuerte disparo. Un doblete del delantero balcánico que prácticamente cerró el partido. Minuto 25 y los locales ya marchaban con tres goles en la mochila que pesaron mucho de cara a una posible remontada.

Piovaccari y Saúl Ñíguez probaron a Moyá e Irureta, prácticamente inéditos en los primeros 45 minutos, antes del descanso, pero los dos guardametas respondieron y evitaron el cuarto gol del partido antes de que acabara la primera mitad.

Garitano, consciente de que su equipo no se imponía en las trincheras de Ipurua, apostó todo al descanso agotando las tres sustituciones de las que disponía y dando entrada a Capa, Javi Lara y Lekic. La lluvia paró, el campo se secó y el Eibar salió más voluntarioso en la segunda parte. Los locales lo intentaban con balones colgados que no inquietaron demasiado la portería de Moyá, aunque sí que permitieron que los armeros recuperasen un poco el control del partido.

El Atlético no le perdió la cara al encuentro y trató de dormir el juego con balones largos y con algunas faltas. En una segunda mitad aburrida, marcada por los roces entre Lillo y Mandzukic, Raúl Jiménez, que entró en sustitución de Griezmann, lo intentó con un acrobático remate que superó a Irureta pero que Pérez Montero anuló por fuera de juego del delantero mexicano. Viendo el dominio que tenía del encuentro, el Atlético reservó a algunos jugadores de cara al partido contra el eterno rival. Simeone sustituyó en el minuto 55 a Raúl García. El navarro, que estaba siendo uno de los mejores a pesar de las difíciles condiciones climatológicas, se marchó al banquillo para evitar la tarjeta que le habría impedido jugar contra los de Ancelotti.

El partido ya se consumía cuando Abraham recorrió la banda izquierda para recortar y colocar un centro medido que Piovaccari mandó a la red con un buen remate de cabeza. Un gol que no cambiaba el devenir del encuentro pero que sirvió para que la afición local aplaudiera a los suyos. Finalmente, el Eibar perdió un partido contra uno de los tres líderes de la Liga y que podía entrar dentro de los planes de Garitano. La nota negativa la puso el choque entre Manu del Moral y Giménez al borde del descanso. El andaluz impactó cabeza con cabeza con el uruguayo y se quedó tendido en el terreno de juego. Aunque pudo salir por su propio pie, el canterano colchonero fue trasladado al hospital, donde se le diagnosticó una fractura de pómulo que le obligará a pasar por el quirófano.

El Atlético, por su parte, borró la mala imagen que había dado en el partido de Copa contra el Barcelona en el Calderón y recuperó buenas sensaciones, que se antojan muy necesarias, de cara al derbi de la próxima jornada.

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