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Raúl García cae ante un jugador del Almería.
La cabeza de Miranda culmina la estrategia del campeón
Jornada 5

La cabeza de Miranda culmina la estrategia del campeón

El Atlético acaba con su maldición en Almería con otro gol a balón parado rematado por uno de sus centrales.

Amador Gómez

Miércoles, 24 de septiembre 2014, 00:01

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El campeón está ligado a la estrategia y a los goles de sus centrales. El Atlético de Madrid rompió su maldición en Almería y ganó por primera vez un duelo oficial en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, con una nueva una victoria gestada a balón parado, tras un saque de córner y un remate de cabeza de Miranda. La pizarra es una mina para el equipo de Simeone, que ha marcado seis de sus siete goles en esta Liga a balón parado, ya cinco de ellos de cabeza y, a falta de un delantero centro puro, en este caso el lesionado Mandzukic, sigue sacando petróleo de los córners y las faltas. Y del oportunismo y contundencia de Miranda al rematar con la testa al primer palo, en un remate del brasileño que recordó al de la histórica conquista de la Copa en el Bernabéu, en este caso en un duelo de bastante menos trascendencia pero en el que Simeone y los suyos estaban obligados a triunfar tras sus tropiezos ante el Olympiacos y el Celta y los primeros pitos del Calderón al técnico argentino.

Hasta que no marcó Miranda a la hora de partido no pudo estar tranquilo el Atlético, porque aunque los rojiblancos no sufrieron en defensa, al contrario que en choques anteriores, en los que sí mostraron debilidad atrás, en ataque, sin un '9' auténtico de referencia, volvió a faltarle remate y volvió a sobrarle el portero rival, como le ocurrió el sábado con el céltico Sergio. También echó en falta el Atlético más elaboración que frente al equipo vigués. El campeón volvió a ser más parecido al de la temporada pasada, ya que, aunque fue muchísimo más ambicioso que el Almería, con poco fútbol, profundidad y remate, le bastó que Miranda culminase una acción estratégica, una más, para sellar un triunfo mínimo pero muy merecido.

Ya que volvió a sentirse fuerte atrás ante un voluntarioso pero limitado Almería arriba, el Atlético decidió, como también suele hacer, asegurar el triunfo tirado hacia su portería, defendiéndose en los últimos minutos. El recurso de casi siempre. Con la victoria casi garantizada, a contener y dejar pasar los minutos, en los que la solidaridad defensiva volvió a quedar reflejada. En ataque, en cambio, sí faltó elaboración, porque sin el '9' croata al que ya se empieza a echar muy en falta el Atlético no encuentra el camino del gol. Por el puesto de delantero, en el choque en el que Simeone cumplió su último partido de sanción en la Liga, y con el entrenador del Almería, Francisco, también suspendido, pasaron Griezmann, Raúl García, Arda Turan y el italiano Cerci. Ninguno de ellos acertó las ocasiones del Atlético, las más claras sólo generadas en un primer tiempo sin ritmo y destrozadas siempre por Rubén.

El gol estaba de nuevo reservado desde la esquina a Miranda tras un nuevo lanzamiento letal del asistente Koke, ya con cuatro pases decisivos en esta Liga. Entre ambos echaron por tierra todo el planteamiento defensivo de un Almería que no pudo sobrevivir ante un equipo muy superior, aunque el balón parado refleje a veces que este Atlético sigue sin jugar demasiado bien y sin tener el 'punch' que precisa. En Almería, el fútbol fue a arreones, y la pegada, salvo en una cabeza, no existió. En un choque al que no le faltó trabajo y dureza, sí mejoró el Atlético en la segunda parte con la entrada de Saúl Ñíguez, que le dio otro aire a este campeón que sigue sumando pelota parada a pelota parada.

Con Saúl, más creación

Con un fútbol muy espeso y sin llegada, sólo se animó y comenzó a jugar de verdad el Atlético en la recta final del primer tiempo, cuando entraron más en juego Arda Turan y Koke y los rojiblancos llevaron a cabo un asedio sobre la portería local. Sin embargo, Rubén volvió a estar enorme ante sendos trallazos de Tiago y Raúl García, y al Atlético le faltó puntería en acciones más elaboradas. Se acusó la ausencia del delantero centro puro, porque en esa posición a Griezmann se le vio bastante perdido, muy alejado del recital que dio en la primera parte ante el Celta y cuya sustitución provocó los silbidos del Calderón a Simeone.

El Atlético tampoco funcionó en la creación con el doble pivote Tiago-Mario Suárez, después de que Simeone decidiese reservar a Gabi, pero el técnico argentino decidió ya en el descanso dar entrada a un futbolista más creativo como Saúl, para colocar en punta, en principio, a Raúl García, y poner ya un dibujo más ofensivo, porque no quedaba otra que arriesgar y atacar con todo. El Almería ya estaba echado totalmente atrás, con la esperanza de seguir defendiendo de forma tan notable como lo hizo en la primera mitad, aunque el reto era muy complicado frente a este Atlético que por fin le puso una velocidad más tras tantísima lentitud durante unos espesos 35 minutos.

Cierto es que Rubén sacó tres balones de gol en el primer tiempo, pero uno de ellos fue a balón parado, cuando desvió milagrosamente un cabezazo de Godín al centro, y los otros dos, los remates de larga y media distancia ya mencionados de Tiago y Raúl García. En el fútbol elaborado los de Simeone ya tuvieron más problemas y menos claridad y fluidez para romper la línea defensiva de los de Francisco. También atacó más por bandas el campeón, pero seguía faltando remate y Griezmann se iba desesperando ante la actitud de la defensa andaluza. No tardaría a llegar el córner mortal que hizo justicia al encuentro, pese a los esfuerzos del Almería que se conformó siempre con el empate sin goles.

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