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Saúl Ñíguez cabecea.
El PSV contiene a un Atlético romo
octavos de final | ida

El PSV contiene a un Atlético romo

El equipo de Simeone dispuso de las mejores ocasiones y pese a jugar con un futbolista más durante media hora no fue capaz de lograr un gol en Holanda

Rodrigo Errasti Mendiguren

Miércoles, 24 de febrero 2016, 03:42

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El Atlético confirmó en Europa las virtudes y defectos que muestra en la Liga. Controló sin muchos apuros a un PSV inferior pero fue incapaz de marcarle un gol, primero tras marrar claras ocasiones de gol y después cuando le asedió mientras se esforzaba durante la media hora final para defender con uno menos un 0-0 que se convierte un botín espectacular para viajar al Calderón, donde será necesario que el bloque del Cholo recupere un gol que parece haber olvidado desde que a Griezmann se le secó la pólvora hace unas semanas.

Y eso que Simeone optó por salir de inicio en Holanda con la fórmula en 4-4-2 que le funcionó de modo brillante antes de Navidad en Da Luz, el día que estaba en juego meterse en estos octavos como primero de grupos. Con Carrasco lesionado, optó esta vez por Óliver en el centro del campo, formado al completo por cuatro canteranos atléticos, y repetir con los mismos bajitos arriba: Griezmann y Vietto. Nada más arrancar el argentino, que necesita liberarse con un gran partido con el Atlético, tuvo la opción de modificar el guión del duelo. Un pelotazo largo de Gabi a la espalda de los centrales casi lo emboca a la red, pero aunque superó a Zoet en el mano a mano, Bruma evitó sobre la línea la gloria.

El susto no varió el plan de Cocu, que siempre desea tocar incluso aunque su rival opte por una presión alta. Pese a tener con capacidad para salir jugando al contar con jugadores de calidad, optó por ser precavido en campo contrario. De hecho, cuando no lo veían claro los tulipanes, muy fuertes físicamente también, volvían atrás, a iniciar con la mente más clara con Guardado más retrasado. Arriesgar, muy poco.

Es lo que tiene volver a recuperar estatus europeo, que el rival, aunque tenga una 'orejona' en sus vitrinas, espera tus fallos para castigarte. Pero el que erró fue un rojiblanco... local. Con De Jong, su goleador, sancionado fue Gastón Pereiro el más adelantado aunque quizá es algo lento como '9'. Estuvo desacertado y sacó un lado violento que le costó irse a la ducha antes de tiempo. Antes de la expulsión, se vio muy poco fútbol en el medio.

Buenas ocasiones, poco fútbol

Aunque los del Cholo no andan muy finos con balón, sí aprovecharon algunos desajustes rivales cuando recuperaban la bola para gozar de las mejores opciones del encuentro. Koke se presentó ante Zoet pero completó una vaselina fallida y a la media hora se redimió con un genial pase que dejó a Griezmann, aprovechando la lentitud de un Bruma muy distanciado siempre de Héctor Moreno, sólo ante el portero. Zoet era su único rival a superar, pero demostrando una de sus principales virtudes como es la valentía en las salidas, se hizo grande con los brazos abiertos para lograr evitar que el galo le superase por alto en un mano a mano.

Tanto perdonar estuvo a punto de pagarlo caro el Atlético, ya que el duelo se volvió loco por momentos. Oblak demostró su temple pese a su juventud y evitó que Pröpper le marcase con la uña a bocajarro tras una acción de 'pinball' en la que Godin y Savic estuvieron blandos ante Locadia, que jugó en la izquierda para explotar su velocidad al espacio y ayudar con las subidas de Juanfran que buscó asociarse con un voluntarioso Óliver pero sin mucha precisión.

Dominio atlético sin premio

En la segunda mitad, el bloque madrileño mostró algo más de fútbol tras una primera parte extraña, en la que estuvo gris pero pudo encarrilar el partido e incluso la eliminatoria. Koke casi anotó pero en propia puerta en una ayuda defensiva tras una mala elección de Godin en campo contrario. El central uruguayo marcó minutos después un gol que fue considerado ilegal al apoyarse sobre Héctor Moreno.

Sucedió tras una hora de choque, más o menos en el mismo momento que compareció Torres y antes de la roja, que se había quedado en el banquillo pero no por el derbi. Cocú quitó a Guardado y optó por defender el 0-0. El PSV, que nunca había mantenido su portería a cero en sus ocho encuentros en la Liga de Campeones ante rivales españoles, pretendió ser ordenado tras su renuncia ofensiva, tras prescindir de Guardado, ante un Atlético que buscó el balón y la victoria. Correa por Saúl, pero el argentino tampoco superó a Zoet. El Atlético, que por el momento siempre ha caído en eliminatorias contra holandeses (Ajax y Groningen), no atesoró pegada suficiente para tumbar a un histórico valiente, sin vértigo pero al que debería haber finiquitado en el primer acto. Deberá encontrarla, porque sin pegadano habrá gloria europea.

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