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Neymar celebra un gol.
Neymar encamina con brillo el pase a octavos
fase de grupos

Neymar encamina con brillo el pase a octavos

El brasileño, en un magnífico momento, ilumina el partido del Barça ante el débil BATE y sigue repartiéndose los goles con Luis Suárez

Amador Gómez

Miércoles, 4 de noviembre 2015, 02:50

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Después del desafío a la UEFA con la exhibición de 30.000 esteladas en el Camp Nou y de los pitos de la afición al himno de la Champions mientras se desplegaba en las gradas una pancarta gigante reclamando «respeto» al organismo europeo, llegó el momento del Barça de responder en el campo para imponerse al débil BATE Borisov y sellar, si no de forma matemática, sí virtualmente el pase a octavos de final a falta de dos partidos. También para continuar con las pruebas de Luis Enrique con vistas al partido del domingo ante el Villarreal y, sobre todo, al clásico del día 21.

Mientras continúan las dudas sobre si estará o no Messi contra el Real Madrid, Neymar sigue creciendo sin el crack argentino, al igual que Luis Suárez, que se reparten los goles mientras no está la gran estrella. Fue el brasileño, en un magnífico momento de forma, el que iluminó la ya casi clasificación del Barça entre los ocho mejores. Marcó el primero, de penalti, y el tercero -a la contra-, pero también dio la asistencia del segundo a Luis Suárez, y repartió juego en todo el frente de ataque, novedoso en la cuarta jornada de la Liga de Campeones. No salieron Sandro ni Munir en el once para ocupar la banda derecha del tridente ofensivo, sino que Luis Enrique sorprendió con el polivalente Sergi Roberto para esa posición, hasta que se lesionó Rakitic y fue sustituido por el hispano-brasileño.

En el partido en el que también se pudo comprobar la total recuperación de Iniesta, que reapareció en el equipo titular con brillo, ovacionado cuando se retiró, y que Busquets es imprescindible, el Barcelona aprovechó la fragilidad del BATE para volver a combinar con gusto, a pesar de jugar tan desequilibrado encuentro a medio gas y de acusar la falta de puntería en el primer tiempo. A pesar de su dominio absoluto, el Barcelona, que jugó sin desgastarse y con paciencia y enlazó muchas jugadas de mérito, en la mayoría de ellas con protagonismo de Neymar, no pudo sacar provecho de su superioridad hasta la media hora, cuando Munir, aunque quizás venía de un fuera de juego, provocó un penalti a causa de un infantil agarrón de Mladenovic.

Ese gol dio tranquilidad a un Barça que sin Piqué ni Jordi Alba, a quienes Luis Enrique quiso dar descanso, continuó también ofreciendo algunas acciones inquietantes en defensa, pese a que al BATE, al que la valentía inicial apenas le duró cinco minutos, no le quedó otra que echarse atrás para intentar frenar las acometidas de Iniesta, Neymar, Luis Suárez y compañía, con continuase combinaciones, aunque se echaba en falta más ritmo azulgrana. Sin embargo, dada la escasa oposición del BATE, el Barcelona se lo tomó con sosiego, tocando y tocando y con profundidad, aunque con el punto de mira del remate negado hasta que en la segunda parte sacó rédito de un par de contragolpes. Incluso tuvo un susto el campeón cuando, poco después del cuarto de hora, Vermaelen se la jugó con una falta al borde del área y Ter Stegen se vio obligado a lucirse en ese libre directo amenazante del BATE. No inquietó más el conjunto bielorruso, que desde entonces apenas pasó del medio campo en la primera parte, aunque en el descuento despertó al Camp Nou y dio lugar a una de las acciones de la noche, cuando Ter Stegen se atrevió a salir hasta el córner y, presionado por un rival, se arriesgó a hundirse sacando el balón jugado.

El Camp Nou premió entonces con aplausos al portero alemán, pero porque le salió bien, al igual que le pudo salir redondo el cómodo duelo ante el BATE si no hubiese sido porque perdió a Rakitic a causa de un problema muscular en el sóleo. Uno más que sufre el Barcelona, machacado al igual que el Madrid por este tipo de lesiones cuyo origen puede estar en la pretemporada, aparte de en la sobrecarga de partidos y una probre preparación. Para doblegar a los bielorrusos no hizo falta que el Barça se preparase demasiado, aunque Neymar aprovechó para seguir divirtiendo y divirtiéndose, y también Luis Suárez para seguir ganando en confianza y disfrutar con otro gol más.

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