Edición

Borrar
Arda Turan, durante un partido con su selección.
Arda, la pesada carga de un país
Eurocopa 2016

Arda, la pesada carga de un país

Arda, más que un icono en Turquía, sufre tras su descalabro en el partido ante Croacia

Javier aspron

Jueves, 16 de junio 2016, 16:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Pocos futbolistas representan tanto al fútbol de un país como Arda Turan. El centrocampista del Barcelona es algo más que un ídolo. Es la marca registrada del combativo y pujante fútbol turco. Un icono. Personaje auténtico como pocos, de sonrisa franca, el pasado verano no quiso perder la oportunidad de jugar en el Barça de Messi. Se marchó del Atlético con tristeza, aunque aliviado por librarse de la exigencia física que le imponía el riguroso sistema de Simeone. Tampoco le importó pasar seis meses a la intemperie sin jugar a cuenta de la sanción FIFA al club azulgrana. En ese tiempo solo la selección turca pudo sacarle del hastío.

Fueron meses difíciles hasta que en enero de este año pudo al fin debutar en un encuentro que acabó en goleada (4-0) y en el que el turco procuró su primera asistencia. Pero desde entonces nada ha sido como él había imaginado. En ningún momento de la temporada estuvo cerca de arrebatarle la titularidad a Iniesta o a Rakitic, por lo que pasó la mayor parte del tiempo en el banquillo. Y en el campo tampoco se llegó a ver al futbolista genial que asombró al Calderón. Discreto en su rendimiento y en sus números (solo 1.170 minutos de juego por los 3.365 de su último año en el Atlético), Arda se mueve entre el cuatro y el cinco en la valoración de su primer año como futbolista azulgrana.

La Eurocopa, a la que Turquía llegó sobre la bocina tras clasificarse con un gol en el último minuto de Selçuk Inan ante Islandia, significaba un punto y aparte para Arda, un modo de redimir su irregular temporada. Suena a tópico, pero es real: las esperanzas de todo un país están puestas en él. Por eso escoció tanto su flojísima actuación ante Croacia en el Parque de los Príncipes de París, donde fue sustituido mediada la segunda mitad después de pasar sin pena ni gloria por el partido y exhibiendo un estado físico al límite. Turquía perdió y Fatih Terim, su entrenador, no dudó en señalarle. A él y a Çalhanoglu, el otro jugador turco instalado en la élite europea. Arda se vio tan superado que llegó a pedir perdón al pueblo turco. La carga empieza a ser demasiado pesada. «No ha sido un año fácil para él», explicaba ayer Terim. «Ha tenido altibajos y la prensa y los aficionados le han criticado mucho. Estaba acostumbrado a jugarlo todo. Pero tengo mucha fe en él y lo demostrará en el campo».

Líder necesario

En cualquier caso, toda Turquía confía en que aquel partido ante la Croacia de Modric fuera solo un accidente y que Arda vuelva a liderar al equipo ante España. Igual que lleva haciendo desde que con 21 años asumió los galones y fue capaz de llevar a su selección hasta las semifinales de la Eurocopa 2008. «Arda es importantísimo», sostiene Jordi Alba, compañero suyo en el Barça. «Tuvo la mala suerte de estar cinco o seis meses sin jugar. Es vital para su selección, un ídolo en el país. Perdió el primer partido, pero siempre crea peligro. Todos los balones pasan por él. Estará supermotivado porque conoce a todos nuestros jugadores y seguro que llega a tope a este partido».

De esa recuperación, física y mental, dependerá el futuro de Turquía en la Eurocopa. Una derrota ante España sería casi definitiva. Obligaría a los turcos a ganar sí o sí en la última jornada a la República Checa y, con suerte, conseguir una de las cuatro plazas reservadas para los terceros de grupo en los octavos de final.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios