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Beckenbauer, felicitado por la elección de Alemania como sede.
La sombra de la corrupción se mantiene sobre el Mundial de Alemania 2006
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La sombra de la corrupción se mantiene sobre el Mundial de Alemania 2006

La razón por la que se firmó un acuerdo entre Beckenbauer y Jack Warner, por parte de la CONCACAF, sigue siendo «un misterio»

Antoine LAMBROSCHINI (AFP)

Viernes, 4 de marzo 2016, 16:53

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No hay pruebas, pero tampoco motivos para descartar hipótesis: Alemania continuará siendo sospechosa de haber comprado votos para lograr la sede de su Mundial de fútbol de 2006, después de la publicación este viernes de un informe de expertos que subraya las relaciones controvertidas entre Franz Beckenbauer y responsables de la FIFA.

"No hemos encontrado pruebas de la compra de votos, pero no lo podemos descartar", indicó en la presentación del informe en Fráncfort el gabinete de abogados Freshfields, encargado de investigar un pago opaco de 6,7 millones de euros. "Hemos podido constatar un posible cambio en el sentido del voto, que podría afectar a los representantes asiáticos del Comité Ejecutivo de la FIFA", reveló el representante del bufete, Christian Dove, ante la prensa.

El periódico Der Spiegel dio la voz de alarma a finales de octubre avanzando que Alemania podría haber usado un fondo secreto de 10 millones de francos suizos (unos 10 millones de dólares) para comprar votos y obtener la organización del Mundial-2006. Este fondo lo había constituido, a petición del emblemático exfutbolista alemán Fanz Beckenbauer, el expresidente de Adidas, el difunto Robert-Louis Dreyfus, poco antes del verano boreal de 2000, periodo en el que realizó la atribución a Alemania por un corto margen de 12 votos a 11 por delante de Sudáfrica.

Freshfields ha establecido en su informe que el dinero, efectivamente, provenía de las cuentas del hombre de negocios. La DFB reconoció el pago de esta suma a la FIFA pero asegura que se trataba de recibir una subvención para la organización del Mundial y no de una compra de votos en el seno de la FIFA, una versión desmentida por la instancia internacional.

Según el informe, queda por determinar "si el pago de 10 millones de francos suizos sirvió solo para obtener la subvención financiera de la FIFA (...) o si se buscaba otro objetivo con ese pago". El bufete de abogados se pregunta también sobre un misterioso proyecto de contrato entre Beckenbauer y el entonces presidente de la Concacaf, el sospechoso Jack Warner, que preveía subsidios a favor del trinitense, ahora suspendido de por vida por corrupción. La razón por la que, "cuatro días antes de la atribución a Alemania del Mundial", se firmó un acuerdo entre Franz Beckenbauer, por parte de la DFB, y Jack Warner, por parte de la Concacaf, sigue siendo "un misterio", revela el informe.

En noviembre de 2015, el escándalo llevó a la dimisión de Wolfgang Niersbach como presidente de la DFB, y salpicó a uno de los grandes iconos del fútbol alemán, Beckenbauer, que estaría en el corazón del caso, ya que era el presidente del Comité de Candidatura y después del Comité de Organización del Mundial-2006. El gabinete de abogados explicó que se había encontrado con obstáculos durante su investigacion: "Faltaban datos electrónicos, no teníamos acceso a dosieres y documentos físicos y personas a las que querríamos haber interrogado no se prestaron a ello", entre ellos el ahora expresidente de la FIFA, Joseph Blatter.

La FIFA, ahora presidida por el suizo Gianni Infantino, reaccionó al informe en un comunicado. "La FIFA compartió información con la DFB para ayudarle a su investigación y recibió información de la DFB que es de ayuda para la propia investigación de la FIFA. Sin embargo, varias preguntas quedan por ser respondidas. La investigación de la FIFA se vio entorpecida por el hecho de que testigos clave no quisieron responder a las preguntas o facilitar documentos", señaló la Federación Internacional.

"La FIFA mantiene su estatus de víctima en todas las investigaciones y continúa cooperando con las autoridades suiza y alemana, que están en la mejor posición para obtener toda la información necesaria para conocer qué ocurrió", añadió. El presidente interino de la DFB, Rainer Koch, señaló por su parte que es demasiado pronto "para hablar de consecuencias", añadiendo que la Federación Alemana necesita tiempo para examinar posibles acciones legales

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