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Luis Enrique (d), durante el partido de ida de la Supercopa de España.
El Barça hace autocrítica y cree en la remontada
Supercopa de España

El Barça hace autocrítica y cree en la remontada

Los jugadores, más que el propio Luis Enrique, lamentan la mala imagen ofrecida en Bilbao, no buscan excusas al 4-0 y prefieren pensar que la Supercopa de España todavía es posible

P. Ríos

Sábado, 15 de agosto 2015, 18:32

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«90 minutos y el Camp Nou, yo creo». Gerard Piqué se erigió desde el propio vestuario de San Mamés, con el 4-0 reluciendo todavía en un marcador para la historia, en el líder espiritual de un grupo de jugadores campeones de todo que no quieren dejar de serlo. Humillados por el Athletic en una ida de la Supercopa de España nefasta para el Barça, futbolistas y aficionados comenzaron a pensar que la remontada el lunes no es imposible, aunque las posibilidades sean remotas, contagiados por la energía positiva del central catalán.

El mensaje del central, con foto en primer plano incluida, llegó a través de las redes sociales casi al mismo tiempo en el que Luis Enrique y sus discípulos dejaban claro que estaban preparados y ya ilusionados de cara al encuentro de vuelta de este lunes en el Camp Nou. «Si hay un equipo que puede hacer algo así, ese es el Barça», proclamó Luis Enrique, aunque necesitará hacer de forma interna la autocrítica que no hizo en rueda de prensa por una alineación poco meditada o su inacción en la banda para frenar la paliza que se avecinaba. La fatiga del martes en la Supercopa de Europa, con prórroga de alta intensidad, se acusó, por supuesto, pero hay mecanismos tácticos para intentar acabar con mejor cara un mal día que todo el mundo puede tener en esas circunstancias.

Más claro habló siempre Mascherano, quien ya en Tiflis, lejos de sacar pecho por el 5-4 al Sevilla, avisó de que el equipo seguía encajando demasiados goles porque algo se estaba dejando de hacer con la precisión de la pasada temporada, quizás la presión en bloque por falta de capacidad física. Dicho y hecho, en cuatro días, ocho tantos oficiales recibidos. El argentino, eso sí, también alertó: «No estamos muertos y si alguien piensa así, se equivoca».

También fue sincero Alves: «No hemos estado a la altura, no se puede bajar la guardia como hemos hecho, como mínimo hay que competir. No sirven excusas: ni el cansancio ni nada». El brasileño también quiso ser positivo: «Nos hemos ganado la credibilidad suficiente para que se crea en nosotros. En el Camp Nou podemos lograrlo». Iniesta, el capitán, también dio la cara en un día para que aparecieran los pesos pesados, admitiendo errores que no se deberían repetir y llamando a la proeza: «El reto de ganar esta Supercopa de España es todavía más mayúsculo».

Aunque nadie estuvo bien en San Mamés, en Barcelona las críticas se las han llevado los menos habituales porque se interpreta que estaban más frescos y se les apunto por no dar ese paso adelante que hace tiempo que se espera. Es el caso de Bartra y Sergi Roberto, pero también de Vermaelen, Adriano e incluso de Rafinha, que no encadena dos partidos buenos. El fondo de armario azulgrana está seriamente cuestionado.

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