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Ruan Sai forma parte de la selección de alumnos chinos. En la imagen, durante uno de los entrenamientos en Madrid.
El Sergio Ramos de China se cría en España

El Sergio Ramos de China se cría en España

25 fenómenos del gigante asiático se pulen en una escuela de élite de Madrid para convertirse en los astros de su país. Pero el proyecto es mucho más ambicioso. El fútbol será obligatorio en sus 200.000 escuelas y buscan otros tantos entrenadores para convertirse en una gran potencia

francisco apaolaza

Miércoles, 27 de mayo 2015, 00:11

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La cara de canalla, el flequillo hirsuto, la vida por delante y un mote que las tumba: le apodan Sergio Ramos. ¿Se imaginan quién es su jugador favorito? Es chino, merengón hasta las cachas y las vuelve locas en el Liceo Europeo. En realidad se llama When Shilong y es la esperanza china del fútbol, uno de los elegidos entre los elegidos que se entrenan en Madrid desde hace un año. A When, el crack de La Roja comunista que se forma en la capital de España, lo eligieron entre 2.900 alumnos de una escuela de fútbol, a su vez escogidos en un casting en el que participaron cientos de miles de todo el país. Le cambió la vida el día en que al presidente Xi Jinping se le ocurrió que China debía desarrollarse a través del fútbol y el cine, vehículos para forjar el nuevo orgullo nacional. Ese día, a When le tocaron con una varita mágica. ¿Se acuerda de todas las veces que ha escuchado aquello de que cuando a los chinos les de por el fútbol? Bien, pues están en ello.

Mundial de 2030

  • UN PROYECTO DESCOMUNAL

  • China se ha planteado como objetivo fomentar el fútbol y el cine como mecanismos para potenciar el país y transmitir sus valores. El colofón sería lograr celebrar el Mundial de 2030 con una potente selección nacional. Una escuela y 2.900 jugadores

  • El Guangzhou Evergrande, uno de los primeros equipos de China, ha abierto una megaescuela de fútbol en la que estudian 2.900 niños de entre 9 y 16 años. Tiene 79 campos y 110 millones de presupuesto.

Su compañero Ruan Sai tenía todas las papeletas para que su vida fuera muy triste, un paria en la saturada ciudad de Wuhan, donde su familia, separada y pobre, está hoy al borde del naufragio. Podría haber sido de todo menos futbolista en un país en el que hace cinco años no tenían la más mínima idea de quién era Messi o qué es un fuera de juego. Ruan agacha la cabeza y se sincera: su padre les abandonó y la familia de su madre no tenía dinero, así que estaba predestinado a pedir limosna por las calles. Las cosas cambiaron para Ruan cuando el Gobierno comenzó a buscar talentos del fútbol y lo seleccionaron. Hoy, este mediocentro sueña con el Barça y «con ser algún día parte de la Selección Nacional de China». El fútbol le ha enseñado una lección que no es pequeña: «No hay que rendirse hasta que termina el partido».

Ruan llevaba varios años formándose en la megaescuela del Guangzhou Evergrande, uno de los primeros equipos del Gran Dragón. La ciudad del fútbol es como el Hogwarts de Harry Potter en versión goleadora. En lugar de un terreno para jugar al quidditch, hay 79 campos de fútbol y edificios en los que viven a cuerpo de rey casi 3.000 esperanzas. Los alumnos tienen entre 9 y 16 años. Los 25 mejores de cada curso vienen a España en un proyecto gigante organizado por Soxna, una empresa de aquí que se encarga de la formación de los alumnos con 22 entrenadores españoles. Otros chavales chinos se forman deportivamente en equipos como el Atlético de Madrid o el Valencia. En su sueño de colarse en un Mundial con una selección solvente o celebrar el de 2030 en China, en lugar de fichar a golpe de talonario estrellas de otros países, el gigante asiático se ha propuesto encender las suyas. Cuando el país decidió apostar por el fútbol, todos los empresarios miraron al balón. Hasta ficharon en 2011 a José Antonio Camacho con la idea de clasificarse para el de Brasil, pero lo fulminaron por caer 1-5 ante Tailandia. El rival estaba formado por suplentes y jugadores jóvenes y el enfado del respetable fue tal que la Policía tuvo que escoltar a los jugadores a la salida del estadio.

El Evergrande de Guangzhou patrocina la escuela de los 3.000 chavales con 110 millones de euros, que para hacerse una idea es el doble de lo que destina Europa al programa Erasmus en España. El presupuesto tiene buenos padrinos. Entre los propietarios del equipo están Xu Jiayin, que además de dueño del club, es accionista mayoritario de una inmobiliaria con 50 millones de metros cuadrados de viviendas en cartera y dueño de una fortuna de 1.200 millones de dólares según los datos de la revista Forbes. A Jiayin le apodan cariñosamente elFlorentino chino, aunque en 2011 el Madrid le cascase a su equipo un 7 a 1. Otro de los patrones es el ínclito Jack Ma. «¿Sabe quién es Jack Ma?», pregunta alguien de Evergrande al reportero. Es el dueño de Alibaba un consorcio de negocios de internet, el tipo más rico de China: maneja 25.000 millones de dólares.

Estudiar en La Moraleja

Con estos mecenas, se imaginan que los chavales no van desnudos. Por la mañana, se encierran en un aula del Liceo Europeo, uno de los mejores colegios de España, que abre sus puertas en La Moraleja y en el que estudia lo más granado de Madrid. Tienen para ellos solos un aula y su propios profesores, que se traen desde China, además de un maestro de español. Este año son 25 y en los próximos dos cursos se incorporarán otros 50. Todo su programa educativo depende de su país. «En general tienen buenas notas, porque se quieren esforzar y se portan muy bien». Habla Liu Qian, a la que todos conocen como Gloria y que es la responsable del proyecto. Hincan codos por su natural disciplinado y porque no les queda otra. Por regla, los dos o tres peores de la promoción son expulsados cada año, sean cuales sean sus calificaciones, según cuenta Kum, el entrenador chino y la sombra de los chavales.

Una pasión

  • Asignatura obligatoria

  • El Gobierno chino ha decretado que el fútbol sea asignatura obligatoria en las 200.000 escuelas de primaria y secundaria del país. Soxna, una empresa española, y la FundaciónReal Madrid serán las encargadas de implantar un programa gigantesco de profesores, materias e instalaciones. El sistema se instalará de manera paulatina, pero se calcula que para 2017 se habrán formado 100.000 jugadores candidatos a ser profesionales. La asignatura incluye táctica, historia, valores y prácticas en el campo. 200.000

  • 200.000 entrenadores y profesores de fútbol va a necesitar China en los próximos años. España es uno de los países que puede convertirse en cantera de expertos. Las promesas en España

  • Los 25 alumnos que estudian fútbol aquí cursan sus estudios en el Liceo Europeo de Madrid, en La Moraleja, uno de los mejores centros de la capital. Entrenan en un campo propio en una lujosa urbanización del norte de la ciudad. La sombra de la corrupción

  • Uno de los principales problemas que se ha encontrado China a la hora de desarrollar el deporte rey ha sido la corrupción. El vicepresidente de la autoridad del fútbol y el jefe de todos los árbitros han sido condenados a más de 10 años de cárcel.

Por la tarde, entrenamiento.Dos horas, cuatro días a la semana. Disponen de césped artificial, porterías reglamentarias, vestuarios, uniformes y hasta un campo propio que se construyó hace un año en la Urbanización Santo Domingo, en el RACE, al norte de Madrid, en una exclusiva zona verde donde las casas se pagan a millón. También tienen de una residencia y están construyendo una nueva cerca del campo.

Antonio Ruiz Vilches era entrenador de Arabia Saudí hasta que llegaron los chinos con su talonario y lo ficharon como director técnico del proyecto. Ahora pega gritos en el campo junto a un preparador físico y todo lo traducen tres jóvenes intérpretes. Los chavales aprenden castellano, pero todavía no llegan a entender qué significa «tírale como si fuera una garrapiñada». Los porteros son enormes y los demás ensayan por grupos mientras reciben una ensalada de órdenes. «Algunos tienen muchísima calidad y podrían sobresalir en un futuro», explica Vilches. Que admite que son diferentes: extremadamente disciplinados, «quizás demasiado». Este año han tenido que hacer hincapié en cómo deben comportarse en el campo: «Cuando llegaron, pensaban que cada vez que tenían el balón en los pies debían lucirse y mostrar todo lo que saben hacer. Ahora están empezando a comprender que tiene que rillar el equipo y no ellos». Son La Roja, de verdad.

Ese viaje no fue fácil. Durante años, tuvieron que sobresalir para estar entre los 25 elegidos y para muchos el cambio ha sido brusco. Al llegar, se asustaron de las costumbres españolas y, sobre todo, de la comida. La noche de la entrevista, Vilches va a hacer un registro sorpresa en la residencia en busca de chucherías. Mantienen un severo régimen y los dulces no están permitidos. Las vidas de los chavales y las carreras de los atletas se mezclan en extrañas combinaciones. «Siguen siendo niños. A veces, vienen a nuestra habitación porque se sienten solos o porque tienen hambre», explica Gloria. Los padres vendrán a visitarles y estarán con ellos dos semanas, pero esto todavía no ha sucedido. «Los echo mucho de menos», se lamenta RuanSai, que quiere fichar por un gran equipo en España para comprarle una casa a su madre.

Todo, hasta el ocio, es especial en esta misión. «Ellos tienen tiempo libre, pero no andan solos por ahí. Se divierten, pero siempre a la vista de nuestros ojos», explica Gloria. Hacen travesuras, como todos, y siempre van juntos.Cada cuidador tiene asignados a un número de jugadores, así que sabe que si invita a almorzar a Liu, se presentarán seis más, bajitos y hambrientos.Los fines de semana salen a comer y festejar los cumpleaños de los niños y cada vez que llaman a un restaurante tienen que tener sitio para cuarenta. «Somos una gran familia».

83 en el ranking

Ruan es la pequeña pieza de una maquinaria gigantesca en la que España tiene mucho que ver: podemos exportar lo queChina quiere, fútbol.Quizás el triunfo en el Mundial de Sudáfrica sirva más que para vender banderas. La fórmula que han aplicado hasta ahora es la siguiente: criar a los jugadores en las potencias futbolísticas (Francia, Alemania y Holanda se van a unir al programa de Evergrande) para que después vuelvan a China.Pero la estrategia va a cambiar. Será mucho más ambiciosa y España va a tener un papel fundamental en ella.

El Comité de la Reforma chino, uno de los principales órganos del Gobierno, ha decidido implantar la asignatura de fútbol en las escuelas de primaria y secundaria.En todas, y como materia obligatoria. Como si fuera matemáticas. Esto significa que se impartirá en 200.000 centros en todo el país. Necesitarán 200.000 entrenadores y este proceso gigante se desarrollará de la mano de la empresa Soxna y también de la FundaciónReal Madrid. Y no solo aprenderán a dar patadas. Hay materia de libro, como la historia del fútbol, tácticas y valores relacionados con el balón.

El primer intento no salió como se esperaba.China ocupa el puesto 83 del ranking: solo se clasificó para el Mundial de Corea de 2002 y la eliminaron sin marcar. Además, el mundo del fútbol chino ha vivido en los últimos tiempos bajo la sombra de la corrupción, fogueada por la montaña de dinero que mueven las casas de apuestas. Hay quien sospecha que la derrota ante Tailandia que partió en dos el orgullo del país respondió a una maniobra de los apostantes. En 2012, el mejor árbitro del país, Zhang Jianqiang, fue condenado a 12 años de cárcel por aceptar 24 sobornos por valor de 2,73 millones de yuanes (413.735 euros). A Yang Yimin, vicepresidente de la Asociación China de Fútbol, un organismo similar a la Liga de Fútbol Profesional, lo enviaron diez años y medio a la cárcel por cobrar 1,25 millones de yuanes (189.452 euros) de hasta 20 clubes para amañar los resultados. En los libros de texto tendrán que explicar también qué es eso del fair play.

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