Un futuro deportivo tras cruzar el Rubicón

Cada cual lo hizo con sus propias motivaciones, pero por regla general les movió «vivir la experiencia». También disfrutar de «una oportunidad única» para demostrar que a poco que les acompañe la suerte no les quedará grande la elite. Y sobre todo, para ganar un sueldo mensual que aunque no suele superar los mil euros les suele alcanzar «para ahorrar» porque no hay que descontarle ni los gastos de la comida ni tampoco los derivados de la vivienda, que les pagan aparte. Y aunque aún se resisten a hacer balance, están sintiendo cumplidas las expectativas. Tras referencias previas de conocidos o de alguna agencia de representación, y para sorpresa de familiares o conocidos, los granadinos Antonio Arco, Miguel Ángel García 'Miyi', José María González 'Reyno' y José Heredia se atrevieron a 'cruzar el Rubicón' en algún punto del último año y medio. Y ahora que figuran en conjuntos de la Serie B italiana, una categoría con siete grupos de rango equivalente a la de bronce española, recogen los beneficios. Dejaron de ser jugadores amateurs para erigirse en profesionales y así no tienen otra preocupación que la de rendir conforme a lo esperado por su condición de extranjeros.

El zagreño Antonio Arco fue de los primeros en comprobar que en Italia se está apostando fuerte por el fútbol sala al calor de la inversión privada y los éxitos de su selección, la quinta del ranking mundial . «Se me planteó venir en septiembre de 2015, que es cuando yo tenía diecinueve años y estaba haciendo la pretemporada con el Villanueva de Mesía de Tercera. La propuesta me la hizo un conocido de Carlinhos ( jugador brasileño del Peñíscola de Primera que también se dedica a la representación). Y no me lo pensé. Me vine por la experiencia y por darme a conocer», comenta Arco, quien así tuvo que dejar a medias el ciclo formativo que cursaba (TAFAD). Y quien así también inició una pequeña odisea que acabó en buen puerto. Empezó recalando en el equipo sub 21 del Rieti , club de la Serie A transalpina, pero al final se tuvo que marchar cedido, «por cuestiones federativas», al Pistoia, equipo también representativo de la ciudad del mismo nombre que compite en la B. En una división en la que se sigue prodigando ahora como miembro de la AD Mirafin: plantel que es perteneciente al municipio romano de Ardea, que marcha en la tercera posición del grupo E y en el que ha podido ver mejorado su caché. «Este año me pagan 750 euros, más casa, comida y dos billetes de avión, uno de ida y otro de vuelta», dice el ala que «no» descarta echar raíces en Italia. Todo dependerá «de cómo me vaya».

Esos mismos planteamientos tiene José María González 'Reyno', quien también se atrevió con la aventura transalpina al inicio de la pasada temporada, pero a instancias familiares, con diecinueve años y una vez que ya había completado la ESO. «Mi tía es Begoña Campaña, la granadina que actúa en el Arcadia Bisceglie de la Serie A. Y ella fue quien me animó a venirme y me buscó equipo», dice quien hasta entonces no había pasado de jugar en otro Tercera como el Deportivo Loja, el equipo de su tierra. «Aquí en Italia empecé en el Molfetta de Bari, de la C. Y este año estoy en el ASD Barletta», explica tras matizar que está llevando una disciplina que en España le era desconocida. «Por la mañanas, mientras mis compañeros italianos estudian o trabajan, yo voy al gimnasio. Y por las tardes nos juntamos todos a entrenar», apunta con la complacencia extra de sentir que en el plano económico no tiene de qué preocuparse. «Nos pagan antes de final de mes. Y la comida nos la traen a casa semanalmente después de que le hagamos una lista de lo que queremos».

Así lo puede certificar igualmente el pivote hueteño Miguel Ángel García 'Miyi', quien comparte vivienda con el anterior por pertenecer también al equipo de la ciudad situada en la provincia de Barletta-Andria-Trani. «Yo estaba en el Huétor Tájar de fútbol. Pero ganaba poco, y por mediación de Reyno hice una prueba», explica remitiéndose a inicios del mes de julio, que es cuando estaba a punto de cumplir veintidós años y comenzó a comprender de qué iba este asunto. «Mi equipo hizo un proyecto a medio o largo plazo con gente joven. Y ahora vamos bien, en la segunda posición. Pero si no fuera así, igual ya habrían echado a gente, como en otros equipos» dice con la sensación de estar viviendo una experiencia única. No tiene una base sólida de estudios y quiere ser profesional, por lo que «lo voy a dar todo» ahora que juega habitualmente «ante unos quinientos espectadores».

«No tenía trabajo fijo»

Contra este último par de jugadores del Poniente granadino se deberá enfrentar el cierre o ala José Heredia, quien tras no salir a competir el Mutrayil firmó la pasada semana por el Apulia Food Canosa: décimo clasificado del grupo F que es representativo de Canosa di Puglia, también de la provincia Barletta-Andria-Trani. «Me dijo de venir un agente de Málaga. Y tras valorar los pros y los contras me animé, porque no tenía trabajo fijo en Motril», dice este padre de dos hijos que a sus 24 años hizo las maletas «con la idea de hacerme un nombre y regresar pronto a España». Eso sí, a la espera de que pueda debutar, ya que aún no le llegó el 'transfer', las sensaciones son buenas. «Poco a poco me estoy adaptando. Y aunque sé que echaré de menos a la familia, en Navidad podré volver para recargar las pilas y regresar a Italia con más fuerza».

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