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Guille Hernán se dispone a colocar la pelota en un encuentro celebrado en La Salle Robert Grenon.
Un asalto a París para justificar la maleta
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Un asalto a París para justificar la maleta

Guille Hernán intenta lograr el título de la Pro A gala en su debut con Tours tras ser subcampeón tres veces

Sergio Yepes

Viernes, 24 de febrero 2017, 02:23

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El colocador Guille Hernán está afrontando la presente temporada con el claro objetivo de acabar de dar sentido a la larga travesía por Francia que inició tras concluir su periplo en Polonia con el Indykpol AZS Olstztyn, el veintiún veces vencedor de la PlusLiga. Y es que después de haber sido subcampeón de las tres últimas ediciones, el granadino pretende saldar su estreno en el todopoderoso Tours haciéndose con el título de la Pro A, que es una de las competiciones más importantes de Europa con permiso de la ya referida polaca o de la Serie A1 italiana. Tras la disputa de los primeros dieciséis partidos, el equipo que es representativo de la capital del departamento de Indre y Loira es el tercer clasificado con 34 puntos y doce triunfos. Pero eso es algo que no preocupa a quien ha sido internacional en 220 oportunidades con la selección nacional porque «lo que cuenta será el play/off final que disputan los ocho primeros» y en el que se tratará de dar asalto a París, el vigente campeón. En caso de que sea así, y abrillante su currículum por vía de destronar al que precisamente fue su primer equipo en territorio galo (2013-2015), podrá justificar haber vivido atado a una maleta durante los últimos tiempos. Y es que desde que en 2008 se viese abocado a abandonar el CD Universidad de Granada no ha permitido que deje de funcionar el contador de kilómetros.

Hernán asiste a este desafío con 34 años de edad, lo que no es motivo para que deje de sentirse «en uno de mis mejores momentos como jugador». Que es algo en lo que dice que tuvo que ver la calurosa acogida con que fue recibido y el entorno que se encontró.

Un nivel alto

«Me están asistiendo en todos los sentidos y eso supone que esté cómodo. Ahora estoy ejerciendo de capitán y eso me supone un mayor grado de responsabilidad. Pero también de confianza para poder practicar mi juego», explica quien también entiende que «me está ayudando a mejorar el hecho de militar en una plantilla en la que es muy alto el potencial de todos los jugadores. O en la que el nivel de exigencia es máximo porque somos el rival a batir». El equipo, en definitiva, en el que dice gozar de «condiciones muy buenas» para poder revalidar el reconocimiento como mejor colocador del campeonato del que se hizo acreedor el curso pasado. Pero sobre todo, para que Tours rentabilice los tres millones de euros que ha presupuestado y pueda obtener su séptimo título liguero tras la decepción que le supuso no pasar de semifinales el anterior ejercicio. Por lo pronto, que París se encuentre justo por debajo con 30 puntos le compensa el sinsabor de estar a la zaga de Chaumont (38) y Montpellier (37) a falta de seis jornadas para la conclusión del torneo regular.

«La verdad es que el Tours es un club muy consolidado. Cuenta con un entramado de filiales muy importante, con un filial en Segunda y muchos equipos en categorías inferiores. Aparte, dispone de muy buenas instalaciones. Tal es el caso del pabellón La Salle Robert Grenon, que es sólo para nosotros, tiene capacidad para tres mil espectadores, está siempre lleno y cuenta con unas dependencias magníficas como un vestuario inmenso con baño de hielo y acceso directo a una piscina», introduce Hernán para terminar de contextualizar que el que representa es «el club de la ciudad y posiblemente de la región». Y todo, porque «aquí no hay equipo importantes de baloncesto o de voleibol y el que actúa en la modalidad de fútbol milita en Segunda».

El caso es que con tanto condicionante positivo no es de extrañar que a falta aún por comprobar el saldo de la temporada Guille Hernán diga que «quiero cumplir» la segunda que firmó en el contrato que frustró los deseos por renovarle del Arago de Sète, que es el equipo en el que figuró la pasada campaña y que en su ausencia se ha venido abajo.

«No sé si me está echando de menos o no, pero es cierto es que está viviendo un año complicado. Y eso demuestra también que la competición está muy igualada», concluye humilde. Pero también con la sensación de haber encontrado al fin la estación en la que seguir mejorando una hoja de servicios difícilmente igualable y en la que destacan las tres Superligas, la Copa del Rey y la Supercopa conquistadas con CAI Teruel (2008-2011).

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