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El corazón en cada carrera
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El corazón en cada carrera

Campeón de Andalucía y subcampeón de España de velocidad hace algunos años, fija su atención hoy en colaborar con las carreras solidarias de su municipio, Ogíjares, con el objetivo de recorrer algún día el Camino de Santiago

césar guisado

Viernes, 2 de septiembre 2016, 00:26

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El deporte como algo más que deporte. Como vía natural hacia los anhelos, a las libertades del ser humano. Restándole importancia al metal, que algunos colecciona, y ponderando el esfuerzo, los calambres embocando la meta y las heridas de guerra como muescas en la culata del revólver. Raúl Plata confiesa tener todavía algunas deudas pendientes por saldar y dice que las seguirá abonando como hasta ahora, con el sudor como moneda. Pago por aquellos aplausos que lo refrescaron en la Media Maratón Ciudad de Granada que con tanto cariño recuerda y con la que promete reencontrarse, o por la satisfacción de subir al podio en los campeonatos de España y Andalucía en los que se alzó subcampeón y campeón.

Dice que la música es su aliento. La descubrió siendo niño a través de la radio: «Recuerdo que había un programa que se llamaba 'Carpe Diem' y que lo presentaba Israel Dorado. Llamé para pedirle una canción y a partir de ahí entablé una buena amistad con él, tanto que hoy es uno de mis grandes estímulos a la hora de plantearme participar en una carrera porque cuando nota que estoy de bajón, enseguida me llama para animarme», relata.

Expresa del mismo modo un enorme agradecimiento al Ayuntamiento de su municipio. Aquí ha encontrado en José Rodríguez, concejal del área de Deportes, a uno de sus baluartes por su apoyo innegociable. Raúl cuenta a sus amigos, a los más cercanos, con los dedos de una mano, aunque pasear por su Ogíjares natal requiere de una dosis de paciencia.

Porque aquí atiende amable y cercano a cada vecino que lo detiene a su paso con palabras de ánimo. «Creo que he aprendido que la independencia es la mayor de las terapias para una persona con discapacidad física. Es duro», asegura, «sobre todo para tus padres, porque muchas veces tienen miedo de que te pase algo. Mi madre, por ejemplo, se asusta cuando participo en carreras muy largas, pero yo siempre le digo que detrás de mí viene la ambulancia», bromea.

Llegó al mundo hace 33 años tras un parto complicado, sufriendo a causa de la diabetes de su madre, lo que le provocó una falta de oxígeno al nacer. Hoy, se apoya en una silla de ruedas para caminar, también para correr y ya de paso, para seguir soñando. «Al deporte le debo estímulo», continúa, «te lo explico con un tópico: el que no puede andar quiere ser futbolista y quien le falta un brazo quiere ser tenista. Pues a mí me ha servido de ejemplo, soy aficionado del Real Madrid y me encanta ver cómo Bale y Cristiano corren la banda. Pienso, si ellos son capaces de hacerlo así, yo también puedo de alguna forma: corriendo una maratón con mi silla de ruedas, por ejemplo. Siempre con la ambición por superarte», rubrica.

Carrera ASOGAF

El secreto, cuenta, es poner el corazón en cada proyecto. El próximo servirá para ayudar a las causas más solidarias. Raúl Plata correrá dentro de unos días la carrera popular que se celebra con motivo de las fiestas patronales de Ogíjares y durante el último fin de semana de septiembre la carrera popular que organiza ASOGAF, asociación que apoya la investigación de la Ataxia de Fiedreich.

«Me gustan este tipo de citas en las que además de correr puedes colaborar en una causa solidaria. Siempre que puedo ayudo en cuanto me es posible en temas de discapacidad, aunque también me gusta normalizar mi día a día», desembrolla, ofreciendo una idea clarificante sobre la inclusividad, «lo hago saliendo con mi grupo de amigos, en el que hay personas con discapacidad y sin problemas físicos, algo que me motiva para plantearme nuevas ideas. Me gusta ser diferente en este sentido», explica.

Y en el horizonte: el Camino de Santiago. «Quiero hacerlo, porque me parece un reto difícil y bonito, pero sin prisas porque sé que necesito medios y a alguien que me acompañe para ayudarme en los tramos complicados». Pero sin miedo: «Si me pasa algo... pues como si te pasa a ti o a cualquier otra persona. Si no tienes afán de superación, es mejor que te quedes en tu casa», remata.

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